• 03/09/2009 02:00

Más parques y áreas verdes

Durante mi reciente visita a la Ciudad de Panamá tuve la grata oportunidad de pasear por la Cinta Costera antes de su apertura al públic...

Durante mi reciente visita a la Ciudad de Panamá tuve la grata oportunidad de pasear por la Cinta Costera antes de su apertura al público. La ubicación y el concepto de diseño me parecieron atinados, pues permiten al público nuevamente tener acceso a espacios abiertos y amplios que dan a las bellas vistas del “Mar del Sur”, además de permitir áreas de recreación, que tanta falta hacen en esta ciudad.

El acelerado ritmo de construcción de edificios, con altas densidades, ha creado espacios hacinados, obstrucciones a la visual del público, pocas áreas verdes y, por supuesto, el fuerte y trágico impacto del tráfico vehicular (tranques) que generan estos edificios. Todos somos conscientes de los problemas que resultan a consecuencia de crecimientos urbanos desordenados.

Los municipios del país deben afrontar y resolver eficientemente el rápido crecimientos que experimentan algunas de nuestras comunidades. Las autoridades municipales deben prever las futuras necesidades y no esperar a reaccionar a los problemas de crecimiento urbano o rural.

Las aéreas verdes y parques proveen gran beneficio económico a las comunidades, que sirven por lo siguiente: Permiten el ejercicio físico de sus habitantes, por tanto contribuyen a crear una sociedad más saludable y sana; Ayudan a reducir la infraestructura requerida para la canalización de las aguas de lluvia (menos costos en inversiones públicas); Contribuyen a reducir las inundaciones, debido a lluvias, porque permiten la eficiente filtración de las aguas en el subsuelo; Contribuyen a acrecentar el valor comercial de la tierra en proyectos cuyos edificios poseen aéreas verdes aledañas, debido al ambiente atractivo que ofrece, y; Contribuyen al paisaje estético de la ciudad y a la promoción del turismo.

La creciente población del país crea presión para construir nuevos parques regionales, comunitarios, de urbanizaciones, áreas verdes, plazas y complejos deportivos que servirán para salvaguardar la salud y el bienestar de nuestras comunidades.

Los municipios pueden desarrollar un Plan Maestro basado en los siguientes puntos: 1. Participación ciudadana que contribuya a establecer “ La Visión ” o el plan de lo requerido por la comunidad; 2. Las normas de zonificación deben exigir áreas apropiadas para parques y juegos en las nuevas urbanizaciones; 3. Identificar áreas de prioridad para establecer futuros parques (en terrenos contiguos a escuelas); 4. Establecer áreas verdes en la servidumbre de ríos y quebradas (áreas sujetas a inundaciones); 5. Establecer una red de parques y aéreas verdes, que permitan la conexión entre barriadas y crear relaciones más cercanas entre sus habitantes; 6. El desarrollo de programas de recreación infantiles y juveniles en parques o centros deportivos, como ligas de fútbol, béisbol, baloncesto, tenis, etc, y; 7. El mantenimiento adecuado de parques y estructuras existentes.

El Plan Maestro para Parques y Áreas Verdes es una guía que, actualizada periódicamente, ayudará a las autoridades municipales a llevar a cabo la visión de las comunidades, mediante el desarrollo por etapas, prioridades, presupuestos, demografía, etc.

En el año 2003, Peter Harnik (“ The Trust for Public Land “) completó un estudio en que analizó 12 ciudades en EUA con altas densidades de población. El estudio incluyó a la Ciudad de Miami, que clasificó en último lugar con respecto a áreas de parques en relación al número de habitantes (5% del área total de la Ciudad de Miami era destinada para parques y áreas verdes). En aquel entonces, Miami, con una población de 362,470 habitantes, destinaba 1.2 hectáreas de parques para cada 1,000 habitantes. El estudio indicó que las otras ciudades tenían un promedio de 3.2 hectáreas de parques para cada mil habitantes.

¿Cuántos parques y áreas verdes requieren la Ciudad de Panamá y demás ciudades del país?

Cada ciudad es diferente y posee cualidades únicas. Sus habitantes y autoridades municipales deben participar conjuntamente en identificar las necesidades específicas en cuanto a áreas de recreación, parques, juegos, etc.

El Plan de Desarrollo Urbano del MIVI identifica la existencia de un déficit de instalaciones recreativas en las aéreas metropolitanas cuya población es de aproximadamente 800,000 habitantes. Dicho déficit se traduce a menos de 1/3 de hectárea de parques por cada mil habitantes.

El estándar propuesto por el Sistema de Espacios Abiertos (SEA) provee un promedio de una hectárea de espacio público recreativo para cada mil habitantes residentes en las aéreas metropolitanas y aéreas revertidas.

No esperemos a construir otra Cinta Costera o cuando el gobierno obtenga los fondos suficientes para tal inversión.

Cada municipio del país puede iniciar la planificación y diseño de parques cuyos costos no impacten grandemente los fondos públicos. Los municipios pueden coordinar con grupos cívicos, estudiantiles y residentes para ayudar en el mantenimiento de parques y áreas verdes. Las aéreas verdes en zonas residenciales son adecuadas para reunir a vecinos, entablar amistades y promover la conexión social que ayuda a nuestras comunidades a ser más fuertes y saludables.

Pero, no basta con construir parques. Debemos construir comunidades cuyos habitantes participen y trabajen conjuntamente por el bienestar de sus municipios y el país.

El gran reto para nuestras comunidades es hacer respetar y cumplir las leyes y reglamentos, como son las normas de zonificación, Plan Maestro de Desarrollo, etc. Todos somos parte de una comunidad y debemos velar por promover, proveer y proteger la buena calidad de áreas de recreación y esparcimiento, además de mejorar las oportunidades para actividades culturales.

El futuro del país depende de las nuevas generaciones. Nuestra juventud requiere de espacios y áreas verdes apropiadas para el esparcimiento y el sano desarrollo físico y mental.

*Arquitecto y urbanista.rod00@mindspring.com

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