En Colón sufrimos la invasión (I)

¿Cómo llamar “causa justa” a la acción militar que destruía hogares y acababa con vidas inocentes? Navidad de 1989. Al igual que en las anteriores, los colonenses esperábamos —en medio de una crisis antes no vista, el esplendor de los foquitos navideños y el sonido de las bombitas y “cuetes”. Pero, no llegó o llegó de otra forma.

El traqueteo de las metrallas y la ebullición de las bolas de fuego de las bombas “ Made in USA ” que cayeron sobre nuestro territorio hizo de la Navidad un verdadero infierno. Para los panameños no hubo la “ Feliz Navidad ” de siempre y mucho menos el “ Próspero año nuevo ” y las bolsas de regalos de Papá Noel que esperaban los niños, muchos de ellos ahora huérfanos, se diseminaron en fosas comunes con cadáveres de colonenses inocentes.

Veinte años se cumplen de la invasión de Estados Unidos a Panamá o, lo que es lo mismo, de la genocida e indiscriminada acción militar de una potencia contra un pequeño e indefenso país.

Colón también sufrió los estragos, que no podían ser otros que cientos de muertos, además de heridos de todas las edades, que hizo de los tradicionales festejos de alegría que ha caracterizado a esta región del país un escenario de luto y de dolor con los victimarios recorriendo las calles en señal de domino imperial.

Aún los recordamos, con estampas prepotentes, en la entrada de nuestra ciudad.

En los meses previos al Diciembre Rojo, por el color de la sangre derramada, se puso en marcha la guerra económica con graves efectos. Solo el empleo disminuyó en 60.7% en la construcción y un 28.3 en el comercio lo que, para el caso de Colón, golpeaba duramente a los hogares. La guerra de baja intensidad, como le llamaban, acabó con la economía local, hizo difícil la circulación e incrementó la ya reinante miseria en los hogares pobres de Colón. Sigue mañana..

*Ex diputado y docente universitario.jayan2258@gmail.com