• 27/12/2009 01:00

Salario mínimo no cubre necesidades de la población

Cada dos años debe ajustarse el salario mínimo en Panamá. Como antes, también, los aumentos no responden a las necesidades de la poblaci...

Cada dos años debe ajustarse el salario mínimo en Panamá. Como antes, también, los aumentos no responden a las necesidades de la población de un salario digno, que nos permita vivir y no solo sobrevivir.

Los sectores populares seguimos exigiendo aumento general de sueldos, disminución de los precios de la canasta de alimentos y congelamiento de precios de los artículos de la Canasta Básica Familiar. El ajuste al salario mínimo anunciado por el Gobierno no tendrá ningún efecto, si no se toman estas medidas.

En los últimos dos años, el costo de la canasta básica familiar de alimentos ha aumentado en más del 20%, sin incluir los costos de transporte, salud, educación, energía eléctrica, telefonía, y otros gastos familiares. La Contraloría estima que la inflación este año será de 4.5% y ahora los empresarios amenazan, y lo van a cumplir, con aumentos de precios, por lo que el ajuste recibido será destruido en poco tiempo.

Menosprecian que los trabajadores requieren, igual que cualquier ser humano, cubrir sus necesidades de alimentos, vivienda, salud, transporte, educación, electricidad, teléfono, etc., es decir, de todo lo necesario para vivir. El salario es el precio de la fuerza de trabajo, por tanto, si el costo de producción para producir esta capacidad de trabajar del trabajador aumenta, también es legítimo que aumente su precio. ¿Cuál es el costo de producir la fuerza de trabajo? El costo de todos los bienes y servicios que utiliza para vivir. ¿En cuánto debe subir? Tanto como aumentan los precios de estos bienes.

El ajuste al salario mínimo que se aplicará a partir de enero no considera este criterio, nunca se ha considerado ni por el gobierno, ni por la patronal. Si así fuera, el ajuste sería más igualitario en todas las actividades y áreas geográficas del país, porque cuando aumenta el precio del arroz, la carne, y otros artículos, los tiene que pagar todo trabajador, sin importar la actividad donde trabaje.

Cada vez que se discute el salario mínimo, los empresarios prefieren que el gobierno lo asigne. Pero, el gobierno son ellos mismos, no los trabajadores. Con ello se quieren limpiar las manos y decir que no son responsables de nada. Pero, esto es una táctica antigua que los trabajadores conocen muy bien. Al igual que siempre el actual gobierno legisló a favor de su clase, los empresarios.

Frenadeso exige que los gobernantes se comprometan a saldar el desfase histórico entre el salario que reciben los trabajadores, y lo que estos necesitan para vivir dignamente. Frenadeso planteó un aumento de 425 balboas para el año 2009 (salario mínimo de B/.750.00) y un compromiso del gobierno para que en ocho años el salario mínimo cubriera el costo de la canasta básica familiar, a fin de garantizar las condiciones materiales de vida de la clase trabajadora. Para los trabajadores que reciben ingresos superiores al salario mínimo, planteamos un aumento de 20% para aquellos que reciben hasta 1500 balboas, porque a estos también les ha aumentado el costo de la vida y han sufrido un deterioro en su calidad de vida.

No podemos olvidar que desde el punto de vista jurídico, ético, moral y humano todo trabajador tiene derecho a percibir un salario mínimo que cubra las necesidades normales de su hogar, en el orden material, moral y cultural.

El dólar ha perdido su poder de compra, lo que ha significado una pérdida del salario real del 32.1%. Un salario mínimo como el que se anuncia seguirá sometiendo a la población a condiciones de vida miserables, pues no compensa el costo de vida.

En el ajuste anunciado no se incluye a los funcionarios del Sector Público y se excluyen actividades de gran rentabilidad en áreas turísticas y del sector agropecuario. La eliminación de una zona no es una novedad, pues, desde el 2002 CONUSI solicitó esta medida.

Resulta escandaloso que unos cuantos deban vivir con salarios que representan 21 o más veces el salario mínimo, que son pagados con los impuestos que pagamos los trabajadores, como es el caso de altos funcionarios del Ejecutivo, de la CSS, diputados, burócratas de la ACP y a los trabajadores se les amenaza con que se aumentarán los precios de los productos o que serán despedidos por el ajuste salarial.

Estas medidas y la reacción empresarial confirman, una vez más, las injusticias sociales a las que son sometidos los trabajadores, y que debemos seguir luchando por obtener mejores condiciones de vida.

*Secretario general del Suntracs.rologe54@yahoo.com

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