• 28/12/2009 01:00

¿Qué tipo de gobierno tenemos?

La Constitución, en su artículo 2, señala: “El poder público solo emana del pueblo, lo ejerce el Estado conforme esta Constitución lo es...

La Constitución, en su artículo 2, señala: “El poder público solo emana del pueblo, lo ejerce el Estado conforme esta Constitución lo establece, por medio de los órganos Legislativo, Ejecutivo y Judicial, los cuales actúan limitada y separadamente, pero en armónica colaboración”.

Democracia es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros del grupo. La autocracia es una forma de gobierno en la cual el poder reside en una única persona, a quien deben obedecer las demás, sin rendir cuentas al parlamento ni al pueblo, se diferencia de la oligarquía porque el poder es ejercido por una sola persona, en vez de pocas. El totalitarismo se deferencia porque existe una negación de la libertad y los derechos individuales, desconociendo además la dignidad de la persona humana, convirtiendo las clases sociales en masas.

La Partidocracia es un término que se utiliza para designar el sistema de gobierno en el cual, aunque teóricamente se vive en democracia, los actores principales y únicos del panorama político son los grandes partidos políticos. Una Plutocracia es un sistema de gobierno en el que el poder lo ostentan quienes poseen las fuentes de riqueza. Esta estructura suele aparecer en los sistemas de gobierno en que los que ostentan el poder político y legislativo ordenan el poder económico.

Cambio , desde la perspectiva sociológica, implica la sustitución de algo viejo por algo nuevo, también implica la incertidumbre de una situación desconocida. El cambio es imprevisible y cíclico, pueden tener lugar tanto lentamente, con modificaciones graduales en las mentalidades y creencias, o bruscamente, mediante revoluciones.

El Populismo es un término político usado para designar corrientes heterogéneas, pero caracterizadas por su aversión discursiva o real a las élites económicas e intelectuales, su rechazo de los partidos tradicionales (institucionales e ideológicos), su denuncia de la corrupción política por parte de las clases privilegiadas y su constante apelación al “ pueblo ” como fuente del poder. El populismo, en sentido positivo, define un sistema en el que el poder recaiga más en el pueblo que en sí mismo, no en que los políticos profesionales gobiernen para la mayor comodidad del pueblo. Hay uso de “ medidas de gobierno populares ”, destinadas a ganar la simpatía de la población, particularmente si ésta posee derecho a voto, aún a costa de tomar medidas contrarias al Estado democrático. Su objetivo es el preservar el poder y la hegemonía política a través de la popularidad entre las masas. No es demagógico, porque, más que apelar al discurso, concretiza con hechos.

Analizando la gestión gubernamental, encontramos lo siguiente: Se adquiere el poder mediante una masiva campaña mediática. El Gabinete se compone de una mezcla de figuras mediáticas, empresarios amigos, parientes y empleados leales de sus negocios previos, todos de la clase burguesa. Minimizando la participación de indígenas, obreros, y personas de orígenes en la clase trabajadora.

Asume posturas populistas mediante la entrega de bonos a ancianos y aumento de salarios a policías, se atribuye la rebaja de la electricidad, mientras sataniza a las empresas de distribución eléctrica. Anuncia una baja de aranceles para reducir el costo de la canasta básica (que no bajó), con lo que recibe el respaldo necesario de la vasta mayoría del pueblo (85.5%); mientras toma, mazo en mano, tierras supuestamente usufructuadas por empresarios, enfilándose luego contra la Zona Libre de Colon. Finalmente, se anuncia el más grande presupuesto en la historia del país por $10,574 millones, casi la mitad destinado a inversión social (49%), más de 5200 millones, para reducir la pobreza y la pobreza extrema. Cifra evidentemente exagerada, pues, los gastos de funcionamiento suman 63.4%, (12.3% pago de la deuda) y el total de inversiones 36.6%.

No se menciona que toda esta inversión social, basada en compromisos de campaña, descansará mayoritariamente sobre los hombros de la clase media. Para poder financiarlo deberemos recaudar 811 millones más que en 2009. Al momento posiblemente 262 millones en tributos directos por los ajustes fiscales y 496 millones en indirectos (ITBMS, etc.). Supresión de los derechos ciudadanos. Con la eliminación de facto de los derechos adquiridos por los servidores públicos, con la eliminación de la Ley 9, se abre el compás del clientelismo político. Al momento, hay despedidos más de 5000, afectándose los préstamos de la banca privada, cuya cartera del sector público disminuyó en un 95.5%.

La exclusión de los representantes de la Sociedad Civil, del Consejo Nacional de Transparencia, la aprobación de leyes sin la consulta, como las de escuchas telefónicas, aumentos de penas, postergación de la entrada en vigencia del Sistema Penal Acusatorio y la Descentralización de los gobiernos locales, aunado al nepotismo, clientelismo político e inaplicabilidad de la Ley de Transparencia hacen inalcanzable la añoranza depositada en las urnas de un cambio hacia una Democracia participativa.

¿Qué tipo de gobierno tenemos?, para mí, uno.. Plutocrático, oligárquico, populista con fuerte tendencia a la partidocracia, sostenido teóricamente en una democracia representativa, alejada completamente de la democracia participativa. No es autocrático, totalitario o demagogo. De que hubo un cambio, definitivamente que sí.. que juzgue el lector si fue el que le prometieron.

*Médico.concienciaciudadana09@gmail.com

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