• 18/02/2010 01:00

Ciencias sociales: Avances y retrocesos

En anteriores documentos del Ministerio de Educación se hablaba de un estudiante que necesariamente deba aprender a aprender, en razón d...

En anteriores documentos del Ministerio de Educación se hablaba de un estudiante que necesariamente deba aprender a aprender, en razón de los contextos cambiantes en que está destinado a desenvolverse en estos tiempos de globalización, eso sí, desde una formación sólida en valores. Ni lo uno ni lo otro está plenamente contemplado en la elección de materias de la propuesta actual de nuevos planes de estudios.

En dichos planes (salvo en los de Ciencias y Humanidades que han sido enmendados), tal competencia no se corresponde con la eliminación de la materia de historia en 10° en la que se aborda la fase contemporánea. Lo anterior denota incongruencia entre competencias y asignaturas, además de descuido en la necesaria secuencia de conocimientos entre los diferentes niveles del sistema educativo, tal y como exige la teoría curricular. Así es palpable con la eliminación de ese espacio de reflexión y aprendizaje en el que se abordaría el fenómeno de la globalización, pues deja inconclusa la secuencia del conocimiento de la historia en la premedia, pues en ella apenas se llega a tocar hasta historia antigua y media. Para hacer efectivo ese nuevo plan de estudios sin historia contemporánea en 10°, se requeriría una modificación del aprendizaje de la historia en el anterior nivel que contemplara tales contenidos, antes de pensar siquiera en implementarla en la media.

Por otra parte se mantiene, en la última versión de propuesta ministerial de nuevos planes de estudio, la eliminación en 12° tanto de la historia de la Cultura Americana que se impartía en el bachillerato de Letras, como de la Historia de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos, eliminación esta última desde el peregrino e infundado argumento de que la devolución del Canal hace poco útil tal conocimiento, a contramano de debates vigentes hoy en la opinión pública como el mejor usufructo de ese bien, la ampliación del mismo, el Tratado de Protección Comercial con los Estados Unidos, la relación entre acuerdos como el Salas Becker y las llamadas bases aeronavales, la vigencia intervencionista de una versión norteamericana del Tratado de Neutralidad que ningún plebiscito aprobó, entre otros tantos.

Tales problemáticas y otras más le estarían siendo vedadas no solo a los estudiantes de los bachilleratos académicos, sino también a quienes cursen estudios tanto en áreas de comercio como en los institutos profesionales y técnicos, con la eliminación en ellos de la materia de Problemas políticos y socioeconómicos de Panamá, ausente en los nuevos planes de estudio para esas áreas. Lo que sí ha sido enmendado de la versión original, es la eliminación en 11° Humanidades de la Ética y valores, haciéndola extensiva incluso al 12°, más no así en el resto de los bachilleratos, salvo en el de gestión familiar.

En lo referente a materias que tienen que ver con el pensar bien como lógica y filosofía, en los nuevos bachilleratos de Ciencias y Humanidades se ve disminuida su carga horaria. En 11° de Ciencias y Letras, de tres (3) y cuatro (4) horas de lógica a la semana respectivamente, se reduce a solo una (1). Filosofía, que corresponde a 12°, pasa de darse tres (3) horas en Ciencias y cuatro (4) en Letras (denominada Humanidades en la nueva propuesta), a reducirse a dos (2) horas semanales. Contradictorio con lo anterior, el que filosofía aparezca con dos (2) horas en los nuevos planes de estudio de todos los siete (7) bachilleratos industriales, es un avance para ofrecer un espacio a ese estudiantado desde donde formarse en pensar con cabeza propia.

La Ley 50 de noviembre de 2002, establece en su artículo 12 que es función de la Comunidad Educativa Escolar el elaborar y apoyar el Proyecto Educativo de Centro.

Para diciembre del 2009, cuando tuvimos en el Instituto América la visita de la viceministra de Educación y de la directora de Currículum, hacia ya tres semanas que la Comunidad Educativa había abordado el tema del PEC, sin que desde el Ministerio de Educación existiera información sobre transformación curricular alguna, lo cual ocurrió también en el conjunto de Comunidades Educativas, tanto de centro como regionales.

El no presentarlas ante esas instancias no solo viola la Ley, sino que desdice del discurso ministerial que supuestamente las considera pivote para velar por la calidad de la educación, por lo que su convocatoria debe ser ineludible.

*Representante docente en la Comunidad Educativa del Instituto América.jcambrav@hotmail.com

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