• 27/04/2010 02:00

Un país mediatizado

El gran cambio que ha vivido nuestro país es la importancia que adquirieron los medios de comunicación en el devenir nacional. Los medio...

El gran cambio que ha vivido nuestro país es la importancia que adquirieron los medios de comunicación en el devenir nacional. Los medios imponen la agenda de discusión, el debate nacional, los aplausos y las censuras. Lejos de informar, los medios han tomado la iniciativa en la discusión nacional, no solo orientan, manipulan la opinión pública. Juegan con encuestas sin valor científico, aunque admiten en las mismas que son solo resultado de llamadas o por el sitio web, sin embargo el público ignorante les da un valor significativo en sus percepciones y análisis.

Los políticos han visto ya el valor de los medios: gobierno y oposición los utilizan para proyectar proyectos y personas, mientras la idea se refuerza cuando analizamos las últimas encuestas, los ministros que vienen de los medios, Ferrufino y Molinar, destacan sobre todos los demás aún cuando ambos han tenido un desempeño cuestionable, inclusive el que más alto marca, Ferrufino, fue públicamente criticado por su pobre desempeño por el vicepresidente Juan Carlos Varela.

Ya desde el gobierno anterior el propio PRD utilizó una masiva campaña permanente en medios criticada por su alto costo, pero que mantuvo la popularidad del presidente Torrijos por encima del 57% siempre.

Hoy el gobierno de Ricardo Martinelli imita la fórmula, y donde antes terminaban todas las cuñas con ….”gobierno de Martín Torrijos”, ahora todas terminan en la propia voz del presidente llamando al trabajo juntos por Panamá.

La idea es, mediáticamente, mantener la imagen del presidente y no del partido en la mente del electorado, estrategia que al final no le sirve para los votos de la siguiente elección, salvo que sea el presidente nuevamente sea el candidato.

El uso de los medios implica un buen manejo con los mismos, directores y periodistas.

Para ese efecto los gobiernos invariablemente utilizan las propias pautas que contratan esperando que sirvan para bajar la intensidad negativa del medio o periodista. Adicionalmente, algunos gobiernos han utilizado la presión que pueden ejercer mediante el uso legal de instrumentos fiscales, aduanales o simplemente legales.

Varios presidentes han cerrado medios en democracia, el presidente Endara cerró televisoras y empresas de radio, mientras Pérez Balladares es responsable del cierre del diario de Padilla Veliz; Mireya Moscoso afectó económicamente y finalmente se cerró El Universal. Con Martín Torrijos cambió de dueño la cadena Milenio.

El actual gobierno se inició con varios choques con comentaristas de prestigio e inclusive algunos han advertido supuestas amenazas, mientras una cadena televisiva fue comprada por intereses allegados al gobierno. De hecho el presidente es accionista de varios medios. El pueblo, por su parte, es fanático del show mediático. Le gusta ver debates entre políticos y comenta favorablemente las salidas campechanas y más bien populares del presidente. Gobierno y oposición trabajan en su participación en debates y programas en vivo que supuestamente logran impulsar sus imágenes políticas.

Los medios, de hecho, responden a intereses de dueños que saben el valor extra que hoy tienen por este fenómeno moderno de un pueblo adicto a la televisión y al bochinche escrito, al margen de lo pobre que resulta la presentación de argumentos y de ideologías.

*Analista Políticomarognoni@cwpanama.net

Lo Nuevo
comments powered by Disqus