• 24/08/2010 02:00

Frustraciones de un presidente

Ricardo Martinelli llegó a la Presidencia enarbolando la bandera de la lucha contra la corrupción. Su predecesor había ganado con un lem...

Ricardo Martinelli llegó a la Presidencia enarbolando la bandera de la lucha contra la corrupción. Su predecesor había ganado con un lema de ‘Cero corrupción’, pero en sus cinco años no logró ni erradicarla, ni disminuirla y en cambio muchos de sus colaboradores terminaron bajo la percepción popular de corruptos. Martinelli con su lema ‘entraron limpios y salieron millonarios’ destruyó al imbatible PRD.

Una año y meses después de instalado su gobierno, la frustración del presidente debe ser grande. La ventaja de sus colaboradores es que entraron millonarios, pero ya el pueblo detecta las señales inequívocas de enriquecimiento adicional de algunos de ellos. Las muestras de los menos que han llegado a más están a la vista. Ya los autos son otros, las casas son otras, empiezan a aparecer fincas e inversiones nuevas. Lo que ayer se le criticó a funcionarios de Pérez Balladares, Moscoso y Torrijos, son hoy las mismas críticas a los de Martinelli.

El presidente no aparece en ningún rumor ni escándalo, pero allegados sí. En un país donde el rumor reina y que cree el pueblo de que ‘cuando el río suena es porque piedras trae’, es muy difícil cumplir con los deseos del presidente de no solo ser honesto sino aparentarlo. Más bien, quienes entran al poder buscan aceleradamente mostrar nuevas riquezas, como si esto fuese la constancia de su nueva fuerza política.

Ya antes he vivido las frustraciones de otros presidentes y jefes de Estado. El general Torrijos en una ocasión me admitió que lo que más le dolía era ver a algunos más interesados en riquezas que en realmente trabajar por las comunidades, y cómo a los meses de electos los representantes del Poder Popular quedaban con la mejor casa del corregimiento. Guillermo Endara y Billy Ford luchaban por la democracia en el país frustrados por los rumores persistentes de negociados, coimas y supuestos cobros para liberar fondos hasta en la DRP. La frustración de Pérez Balladares crecía con casos sonados donde inclusive ordenó arrestos de funcionarios y allegados, destituciones y recriminaciones por supuestos ilícitos, donde afectó a gobernadores, embajadores y legisladores.

Conocí de cerca las frustraciones de la presidenta Moscoso, atacada sin piedad por los medios por casos sobre los que me consta que ella desconocía inclusive su existencia. Como mujer mostró una fortaleza que le admiro ante los ataques que llegaron hasta sus más allegadas. Martín Torrijos, tras una presidencia volcada a ayudar a los más necesitados, vivirá en el recuerdo frustrado por las críticas a sus viajes y la corrupción que le achacan a sus allegados.

Hoy, el ‘entran limpios y salen millonarios’ se pierde en la realidad que vivimos. Una justicia selectiva y politizada resta credibilidad a los posibles casos de corrupción del pasado que se investigan. Un trato preferencial de casos hace menos creíble la justicia. El presidente tiene que estar frustrado. Esto dista mucho de lo que aspiraba que ocurriera. Las excesivas compras directas, en un año más que lo comprado y criticado en campaña a Torrijos en sus cinco años de gobierno, la frustración de ver una alcaldía capital incapaz de atender el tema de la basura y, por primera vez en la historia, circulando carros sin placa por una impugnación en la licitación de su compra. El alcalde de la segunda ciudad separado del cargo, mientras que el alcalde de San Miguelito se comenta vox populi que para evitar investigaciones se cambiará al partido del presidente.

Martinelli pretendía gobernar con los mejores panameños. No considero el problema de las ambiciones políticas de sus nombrados. Ya hoy, a cuatro años de las elecciones, debe sentirse frustrado cuando miembros de su partido y miembros de partidos de la alianza intercambian puñaladas traperas en medios y glosas enviadas para desprestigiar a posibles adversarios futuros. En cada denuncia que aparece nueva la primera versión de defensa señala que es ‘fuego amigo’. Siento que el presidente, frustrado, tras solo un año, está evaluando privadamente su próximo paso. Sabe lo que quiere lograr, sabe lo que prometió que haría, sabe que no es de él la culpa de los atrasos y la ineficacia. Tiene que hacer ajustes en su equipo y tiene forzosamente que exhortar al Órgano Judicial a mejorar su actuación. No sé qué hará, pero lo único que no puede hacer es... seguir frustrado cuatro años.

*INGENIERO INDUSTRIAL Y ANALISTA POLÍTICO.

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