• 03/11/2010 01:00

Seguridad ciudadana y un ex presidente desmemoriado

El pasado 19 de octubre se presentó ante el Diálogo Interamericano el Informe sobre Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos, preparado po...

El pasado 19 de octubre se presentó ante el Diálogo Interamericano el Informe sobre Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos, preparado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Encargados de la misma fueron el Comisionado de la CIDH, el brasileño Paulo Sérgio Pinheiro, y su secretario ejecutivo, el argentino Santiago Cantón.

Destacaba en esa Mesa Redonda la presencia de Martín Torrijos, ahora miembro de la Junta de Asesores del Diálogo Interamericano, líder en este tipo de discusiones en la capital norteamericana.

El informe, presentado ya en otros países, resalta la importancia que tiene en este sensible tema de la seguridad ciudadana el mantener programas sostenibles con el tiempo; o sea, que trasciendan a los gobiernos, que como señalé cuando intervine, ha sido el exitoso caso de Panamá en el tema del Canal, el cual mantuvo Torrijos cuando ejerció la Presidencia.

También varios de los presentes mostraron su preocupación por la alta criminalidad en Latino América, señalando como problema que tampoco existe una política cónsona con la educación para sacar al delincuente joven de las pandillas, la droga y la deserción escolar; la cual, debe mantenerse por igual con el tiempo, a efecto de que tenga efectividad.

Quise dar mi aporte con casos concretos de lo que no se debe hacer y quién más que para dar ese ejemplo, que el mismo Torrijos, ahora convertido en el gran estadista con presencia internacional continua, ‘perseguido político de la justicia panameña’.

Así como aplaudí su política frente a la autonomía en los asuntos del Canal, me referí a lo ocurrido durante su gobierno en materia de seguridad, que contrastaba con lo dicho allí de que debía haber continuidad en el tiempo para que los programas de seguridad pudieran rendir frutos.

Señalé que en los menos cinco años de Torrijos, Panamá tuvo cuatro jefes de policías, así como cuatro diferentes ministros de Gobierno, lo que reflejaba que ni en su término pudo haber estabilidad y seguimiento alguno en tema tan vital como ése.

Recordé, en materia de educación, lo que Torrijos hizo para politizar el tema, a tal extremo que dos de sus cuatro ministros de Educación han pasado períodos en la cárcel y enfrentan varias investigaciones.

A Torrijos le tocó ser el último orador, quien ante mi contundente intervención, quedó sin munición alguna.

Pretendía, como se vio, apoyar todas las conclusiones del prestigioso panel, pero sin fundamento alguno, ante su imposibilidad de rebatir lo que yo había expresado. Eso le pasa por ser tan desmemoriado y pretencioso de querer venderse afuera como lo que nunca fue adentro.

*EMBAJADOR DE PANAMÁ ANTE LA OEA.

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