Reflexiones

Tenemos nuestras dudas sobre el cumplimiento del famoso Pacto Ético que han firmado los partidos políticos. Aún está fresca la tinta con que se rubricó este documento y ya el CD es acusado de violarlo, al apropiarse de la base de datos del Tribunal electoral, la cual tiene información sensitiva sobre la vida privada de los ciudadanos.

De esta manera el partido oficialista puede tener acceso a informaciones como los subsidios que otorga el Gobierno, ¿quiénes se benefician?

¿Cuántos pertenecen a los partidos políticos? Igualmente, el Gobierno está chantajeando a los empleados públicos, obligándolos a inscribirse en el partido del Gobierno. Consideramos que el expresidente de los EE. UU., Jimmy Carter, vino a Panamá a garantizar un proceso puro y honesto para preservar la democracia.

Una prestigiosa entidad norteamericana, la CATO Institute, ha dado a conocer un informe que desmiente la tan cacareada ventaja del Metro, que está costando una millonada que, junto a otros gastos astronómicos, ha elevado la deuda externa a niveles estratosféricos.

De acuerdo con esa entidad, era mejor circular buses de dos pisos que transitarían por un viaducto, y qué pensar de la tarifa impagable. ¿Qué irresponsabilidad?

Por otro lado, la verdad es que la alcaldesa Roxana Méndez piensa que los ciudadanos somos un atajo de cretinos al anunciar que ofrecerá el plato de comida a dólar.

¿De dónde obtendrá los productos para preparar esa comida? ¿Pensará darnos piltrafa?

Eduardo Camacho está en serios problemas. El puesto que ocupa de manera ilegal, porque no es periodista, tiene mando y jurisdicción. No es como él señala, que es solo jefe de Relaciones Públicas. Al contrario, es coordinador de todos los jefes de Relaciones Públicas del Gobierno.

Por esta razón, puede quedar inhabilitado y ya el Tribunal Electoral presentó la demanda respectiva. Su función en ese puesto es cuestionable porque no tiene idoneidad y más bien aparece un chaperón del presidente.

* Periodista y catedrático universitario / GARRITT GENETEAU