• 15/04/2014 02:01

Los aspirantes a la Presidencia

Análisis de los candidatos a la máxima autoridad del país

JOSÉ DOMINGO ARIAS. El aspirante con menos credenciales para la Presidencia se convirtió en el candidato a batir por la fuerza del oficialismo. Arias combinó con habilidad sus cuñas publicitarias con pautas del gobierno que presentan obras y logros. El Metro, los pasos vehiculares, el Megamercado, la Cinta Costera 3, los MINSA-CAPSI, los hospitales todo se confundía junto al rostro de José Domingo y el eslogan de La Fuerza de Lo Nuevo. Arias representa publicitariamente el continuismo de las obras y los cambios impulsados por Ricardo Martinelli, apoyado por 500,000 miembros del CD. Curiosamente las innovaciones en su programa de gobierno más bien lo debilitaron, como los temas de los Ninis, el Hub universitario, que nadie entendió, y Ciudad Mujer, que no supo explicar. Llegan a las últimas semanas con un virtual empate con sus dos principales rivales, aunque quizás con algo de ventaja.

JUAN CARLOS NAVARRO. El candidato del principal partido del país, llega a las últimas semanas peleando el triunfo. Por primera vez en su historia, el poderoso PRD no vende el torrijismo ni usa mucho la figura de Torrijos, se basa más bien en proyectar que cuando el PRD gobierna al pueblo le va mejor y la idea de un proyecto producto de múltiples consultas populares para garantizar un nuevo Panamá diseñado por todos. Navarro superó divisiones internas y mucho fuego amigo, pero llega finalmente con un partido unido y fuerte, listo para movilizar sus fuerzas el 4 de mayo. Como activo adicional, espera contar con parte de los 150,000 perredés que se cambiaron al CD para defender su puesto de trabajo o contratos y concesiones, que podrían apoyarlo al votar. En un virtual empate, el partido con más organización y capacitación para movilizar sus votos debe ganar y en eso se distingue el PRD.

JUAN CARLOS VARELA. Vicepresidente actual y líder del Partido Panameñista, Varela ha hecho una buena campaña con pocos errores. Ha tomado riesgos que pocos creímos podrían beneficiarle, pero pareciera que se salió con la suya. Así, su campaña incluyó proyectos y obras del gobierno de los que se atribuyó su creación, como 100 a los 70, proyecto Curundú, Beca Universal, el Metro. Luego sorprendió con su vicepresidenta, Isabel de Saint Malo de Alvarado, quien en una de sus primeras intervenciones criticó la política de subsidios y con poca experiencia política. Todo, sin embargo, parece haberle ayudado. Su partido no es su principal fortaleza, lo mantuvo dividido y algunas corriente, como Mireya Moscoso, Arias Olivares y otras, se le distanciaron. Pero lo complementó con independientes y un fuerte grupo de la clase media profesional. Al final, sin embargo, necesitaría un partido grande y organizado para ganarle el 4 al PRD o al CD.

GENARO LÓPEZ. Candidato por primera vez del partido FAD recién inscrito. El partido se proyectó como izquierda (aunque de hecho no lo es) por la trayectoria de los obreros que son la piedra fundamental del partido. Buscarán sobrevivir como partido y lograr quizás algún diputado y alcalde, pero en el voto presidencial sospecho que muchos de sus miembros apoyaran a Navarro o Varela para terminar con el continuismo que propone José Domingo Arias. Muchos ven al FAD como una opción para futuras elecciones, pero primero tienen que superar la prueba del 4 de mayo.

JUAN JOVANÉ. Candidato independiente, el profesor Jované es libra a libra el mejor candidato a la Presidencia. Mejor manejo de la realidad nacional, una concepción clara del Estado panameño y su futuro, pero sin recursos de campaña ni partido que lo apoye. El electorado lo vino a ver en los dos últimos debates, donde lo registraron como el mejor en ambos, pero al final no votarían por él, porque no ven su opción como real. Sin cuñas de televisión ni radio, su campaña es solo por presencia y al final los votos que reciba no responderán al apoyo que quizás en realidad tiene.

ESTEBAN RODRÍGUEZ. Independiente, pocos saben qué hace en esta carrera. Alguien debe haber creído que el movimiento transportista lo podría respaldar y le dio más mérito del que realmente tiene, no se ha sentido en la campaña.

GENARO BARROSO. El tercer independiente, su presencia en la campaña terminó siendo más graciosa que real, excelente discurso del hombre humilde, pero poco valor político. Barroso para muchos fue impulsado para atacar adversarios y no presentar programas, pero en el tiempo se convenció de que tenía opción y trató de convertir sus debilidades en ventajas sin éxito.

ANALISTA

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