• 23/10/2014 02:00

El hambre no se contagia...

Columna de opinión de José Sarsaneda Del Cid del 23 de octubre del 2014

Pero el ébola sí. Ahora miramos con mucho cuidado —normalmente no lo hacemos ni en la escuela—, con lupa, hacia África porque resulta que no solo nos vienen de ahí los grandes minerales (coltán, diamantes, uranio, oro, platino, petróleo), sino que nos puede venir una enfermedad mortal. Mientras haya golpes de Estado, guerras, masacres de millones, hambre generalizada, no nos preocupamos por África, son cosas que no se contagian. Pero si hay una posibilidad de que nos venga el ébola, nos ‘interesa’ mucho ese continente. Así de contradictoria es nuestra sociedad.

Pero esa no es la única contradicción. Las hay en todos los ámbitos y en todos los rincones. En todas las personas (me incluyo) e instituciones. ¿Cómo hacer?

En Panamá tenemos ejemplos hasta para regalar. Ahora resulta que los que usaban los recursos del Estado para su beneficio particular, se quejan, se ‘rasgan las vestiduras’, invocan a los santos pidiendo trasparencia (¡!). ¿Cómo se puede tener la cara ‘tan dura’? ¿O será que no tienen conciencia? ¿O será que somos masoquistas y por eso los elegimos?

Ahora resulta que un señor responsable de asesinatos en Bocas del Toro, San Félix, Colón y Tocumen, bajo cuya gestión la canasta básica subió todo lo que pudo, que utilizó los recursos del Estado como le dio la gana, se queja de que ‘hay persecución política’ en contra de los ‘suyos’. Pero lo peor de la contradicción es que los medios de comunicación lo entrevistan, le dan lugar, hasta le siguen celebrando sus malos chistes. A ese señor habría que ‘enterrarlo en vida’, no entrevistarlo, no darle la palabra, no permitirle firmar ninguna carta de nada, por más expresidente que se titule.

En una sociedad en la que el 75 % de los hogares son familias disfuncionales, en la que se ‘celebra’ el tener una querida o el ‘quemar’ a la pareja, en la que un altísimo porcentaje de hogares no forma a sus hijos en la sexualidad, en la que la droga es el ‘pan’ de miles de fiestas, en la que los ‘pipones’ somos más por la cantidad de cerveza que se consume, ¿cómo podemos quejarnos de que se intente hacer una ley que mínimamente trate de dar esa formación sexual inexistente? ¿Con qué autoridad moral protestamos de que ‘supuestamente’ se quiera quitar algo (la ‘patria potestad’) que no queremos o no sabemos ejercer? ¿Qué patria potestad pueden ejercer esos padres o madres que tienen que salir de casa a las 3:30 a. m. y vuelven a las 9:00 p. m? La ‘fiebre’ no está en las sábanas…

¿Más contradicciones? Pablo de Tarso dijo que ‘para ser libres, nos liberó Cristo’. Jesús nos dejó dicho que ‘el sábado se hizo para el ser humano’ y no al revés, nos insistió en que ‘la verdad nos hará libres’ y que había venido a ‘dar libertad a los cautivos’. Entonces, ¿a ‘santo de qué’ la iglesia católica es una monarquía absoluta? ¿No es contradictorio con el Evangelio?

¿Más? ¿Cómo es posible que un premio Nobel de la Paz esté promoviendo la guerra y casi nadie lo critica? ¡Hasta lo apoyan! Nos escandalizamos por los cuatro mil fallecidos por el ébola, ¿y los casi 200 000 muertos en la guerra de Siria, por solo citar una? Claro, como la guerra es más negocio...

¿Cómo nos preocupamos por la salud de los ‘pobres perritos’ (en una radio católica de Panamá) y de los miles de niños asesinados en Gaza no decimos ni ‘mu’? ¿Por qué un papa que nos invita a ‘oler a pueblo’, a servir a los pobres, a estar con ellos, va a descansar (cuando venga —si viene— a Panamá) en una casa de varios millones de dólares? ¿O no se gastaron los nueve que dio el Gobierno? ¡Absurdo de absurdos! ¿Por qué la contralora gasta 200 000 dólares en una fiesta y a los jubilados no se les puede aumentar ni 50? El contralor debe ser independiente, pero de un partido político, ¿cómo se ‘come’ eso? En Panamá no hay ejército, pero gastamos millones en armas (¿?)...

No sé qué decir, quizá soy ‘cabeza caliente’, quizá estoy decepcionado, quizá simplemente soy viejo. Lo único que sé es que en el juicio final, el criterio de Dios será premiar, no al que fue fiel observante de ritos sagrados y ceremonias santas, sino al que dio de comer a los que pasan hambre, dio de beber a los que tienen sed, se puso de parte de los que están enfermos, acogió a los extranjeros... (Mateo 25, 31-46) puso primero la misericordia...

SACERDOTE

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