• 15/11/2014 01:00

¿El atletismo es ‘running’?

"Lloyd La Beach, único atleta panameño medallista de bronce en Olimpiadas (Londres), antes de la era Saladino o Edwards"

‘ ¡En sus marcas...!’ ‘¡Pum...!’. Ahí va el pistoletazo. Te paraliza o te empuja... Escena bien conocida y temida en esta disciplina del atletismo: la pista y su producto. Marcas —no de nombres ajenos... sino los nuestros... en velocidad. Así, Alonso Edwards... y sus marcas en 100 y 200 metros planos. Lloyd La Beach, único atleta panameño medallista de bronce en Olimpiadas (Londres), antes de la era Saladino o Edwards... Pista también es el trabajo de vallistas, saltadores, largos o altos. Aquí está Irving Saladino y su medalla en salto largo.

Tiene el atletismo también disciplinas de fondo. Son estas tan temidas como las anteriores, puesto que se trata de un trabajo de resistencia a la velocidad. La reina de ellas es la maratón con sus 42 kilómetros 195 metros de distancia. Generalmente carrera en plano. Algunas excepciones. Maratón de Paris, no homologada por la Asociación Internacional de Atletismo por incluir en el recorrido bosques, túneles y varios columpios, es decir, subidas.

Resistencia y velocidad son incompatibles, aunque no excluyentes. Sabemos que necesitamos trabajo técnico de velocidad para apoyar el de resistencia en una prueba tan exigente como la maratón. Cuánto tiempo puedes mantener un cierto ritmo, ej. 7 minutos por km. Cómo acelerar para quebrar el ritmo de tus contrincantes y, por último, el envión de remate... etc. Astucia o técnica... ¿? Finalmente, queda la amplia gama de las disciplinas de campo. Lanzamiento de jabalina, martillo, bala. Aquí contamos con marcas a nivel de Campeonatos de Atletismo Máster Centroamericanos. Es el caso de Omar Díaz.

Todo lo anterior habla alto y claro del abismo que separa el concepto de ‘running’ —corriendo— de las disciplinas que integran el atletismo, disciplina número uno como deporte olímpico. Existe un entrenamiento específico para enfrentar las dificultades técnicas en el atletismo. No así en el ‘running’. Esto incluye el aprendizaje de un lenguaje gestual corporal, tan importante como todo el resto. No se llegará a elevarlo al nivel de la danza, sobre todo en el ballet, pero es un pilar importante e inconturnable. A tal punto, dirá Stéphane Caristan, que ‘dominar esta base técnica del conocimiento gestual es capital para correr ‘correctamente’ (juste).. lanzar la jabalina, el martillo o la bala ‘correctamente’ o saltar ‘correctamente’ —sin pisar la tabla—. Saladino sabe de esto por sus descalificaciones en competencias.

¿Por qué ha surgido una deliberada confusión entre ‘running’ y atletismo, sobre todo en nuestro medio? Hay que buscar la respuesta del lado de los ‘maratonistas recreativos’, entre otros factores. Han creado una vertiente reductora del concepto-madre. Dicha reducción le quita al atletismo tanto su esencia como su alma. Es decir, lo saca del terreno del deporte competitivo y olímpico, aun cuando se practique como caricatura de competencia, arrinconándolo en su vertiente de rehabilitación y sanación, cuando no a la pura recreación. Lo contrario al deporte olímpico.

Surgen así los ‘entrenadores’ que recetan planes como para curar un resfriado o para el asma y hasta ‘promotores’ de todas las especies. No son tontos. Han visto claro el lado de negocio y bastante rentable, por cierto en el deporte. Así se pescan niños, adolescentes, adultos, hombres y mujeres. Es, pues, un atletismo que ni es atletismo ni es ‘running’. Una amalgama para atraer ‘trotadores de domingos’ o sencillamente para consumo de tontos (as) y hasta de enfermos (as). En resumen, un apoyo a la cultura del relajo y el divertimiento y, por supuesto, a la descalificación de la enseñanza del deporte y su técnica en escuelas de atletismo y hasta en universidades. Se correrá o caminará para adelgazar, luchar contra enfermedades crónicas, diabetes —tal y como distraídamente la amiga George ha querido sugerirlo en el perfil que me ha publicado en su página de FB. Talvez copió, sin querer, datos de otra persona y dio la orden de pegarlo al CV que, de buena fe, le enviara, a solicitud suya.

¿Qué nos impide obligar a los entrenadores del atletismo a validar sus calificaciones académicas y técnicas? ¿Por qué no hay entrenadores acreditados para las disciplinas de fondo en Panamá? ¿Y el atletismo máster —35 años y más, hombres y mujeres—? ¡Dándole los buenos días a las vacas!

Señor diputado Moya, antes de pensar en elevar Pandeportes a ministerio, la Comisión de Educación, Deportes y Cultura debe, a nombre de los atletas, abrir un debate amplio sobre la situación del deporte competitivo y olímpico en Panamá, incluyendo al atletismo máster, su enseñanza, monitoreo y gestión... De nada sirve crear instituciones deportivas, si las bases están cayéndose o carcomidas por la desidia, la charlatanería y la corrupción.

La Habana, 13 de noviembre de 2014.

*FILÓSOFA, ESCRITORA Y ATLETA.

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