• 02/12/2014 01:01

Vamos bien

El presidente respeta la separación de poderes, y si ha ejercido presiones sobre el legislativo esto no ha sido ni obvio ni visible

Aunque muchos no lo vean así, para mí la principal tarea del Gobierno del presidente Varela es devolverle la credibilidad al pueblo sobre el Gobierno. Tras tanta demagogia, tanto populismo y tanta corrupción, elementos que habían ido ‘in crescendo’ en los últimos Gobiernos, ya la opinión pública iba creyendo que todos los Gobiernos son corruptos, que todos los políticos mienten y solo se valen del puesto para enriquecerse, que no hay justicia sino selectiva, que hay impunidad en diputados y empresarios corruptos, que nadie podía corregir el rumbo que el país había tomado.

Varela en campaña tenía el discurso correcto; pero, ¿era demagogia o de verdad cumpliría? Después del fiasco del ‘cambio’ de Martinelli, donde el ‘entran limpios y salen millonarios’ de campaña se convirtió en lema de Gobierno, donde ‘los zapatos del pueblo’ y ‘ahora le toca al pueblo’ pronto desaparecieron, había razón para dudar del nuevo Gobierno que ‘pone al pueblo primero’. Pero, a casi seis meses de gestión, el Gobierno de Varela ha mostrado que va en el camino correcto.

El presidente respeta la separación de poderes, y si ha ejercido presiones sobre el legislativo esto no ha sido ni obvio ni visible, igual que con el Órgano Judicial, donde por sus constantes declaraciones insiste en que se den las investigaciones con el debido proceso y el Ejecutivo solo proveerá con los elementos que detecten en el ejerció de sus funciones para efecto de investigar actuaciones pasadas. Pero más importante, Varela ha querido fortalecer la credibilidad del elector, con nombramientos acertados.

Angélica Maytín en Transparencia y Anticorrupción es una figura de la sociedad civil que goza de amplia credibilidad y prestigio, que no dudamos podrá devolver al cargo el respeto y respaldo ciudadano. Con carácter y convicciones, no será figura manejable por el presidente. Guido Rodríguez como fiscal de cuentas es otra garantía en la custodia de los bienes del Estado, no dudo cautelará todos aquellos bienes mal habidos de funcionarios que asalten el erario. Ambos, Angélica y Guido, de la sociedad civil y sin compromisos con partidos políticos.

Por otra parte, la designación en la Asamblea de Federico Humbert Arias como contralor general y Nitzia de Villarreal como subcontralora le devuelven a la Contraloría General el estatus que debe tener, dos profesionales comprobados en honestidad, capacidad y responsabilidad. Hoy, en retrospecto, estamos seguros de que si la contralora pasada hubiese sido más efectiva en sus refrendos muy difícil hubiese sido despilfarrar los miles de millones y menos aún robarse las cuantiosas sumas que hoy aparecen en cuentas y bienes de exfuncionarios. Tocará a los nuevos directivos de la Contraloría hacer ahora la fiscalización de lo actuado, tratando de aclarar las grandes interrogantes que nos han quedado de sobrecostos, compras directas y verificación de cumplimiento de contratos.

El manejo del Gobierno estos primeros cinco meses ha sido positivo en varios aspectos: no hay protagonismo ni del presidente ni de su equipo de trabajo, no se ha exagerado en la publicidad estatal, se ha proyectado como un Gobierno con responsabilidad social y sin persecución política ni atentados a la libertad de expresión. Se han respetado los poderes del Estado y, al menos hasta ahora, se han limitado compras directas y 0 contrato llave en mano. No hay dudas de que la proyección del Gobierno en estos aspectos ha sido positiva, pero falta ahora iniciar la solución real de los problemas más presentes.

El estado de las calles, tanto en la ciudad como en las afueras, es deprimente. El MOP tiene que habilitar una cuadrilla rápida de parcheo y tratar de minimizar el mal estado. El problema del transporte público sigue siendo prioritario. No más improvisaciones, se requiere un plan maestro de acción que solucione el tema. La Policía, frente a los problemas de tránsito en las zonas urbanas, debe aumentar los linces, unidades en motos, sobre los patrullas que los vemos constantemente atorados en los tranques. Las unidades en otras latitudes de respuesta rápida andan en motos, no patrullas. El tema del agua tiene que ser motivo de un gabinete con la presencia de los directivos del IDAAN, para analizar necesidades y soluciones, buscando darle los recursos necesarios para la solución del problema, al menos en áreas urbanas.

Y, finalmente, recordar que por décadas el ministro de Planificación y luego de Finanzas tiene que ser el vocero de buenas noticias, de venta de esperanzas, de impulsar las inversiones y el optimismo empresarial. Varela merece nuestro aplauso hasta ahora, pero igualmente sabe que los meses venideros son cruciales en su calificación.

*INGENIERO INDUSTRIAL Y ANALISTA POLÍTICO.

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