• 23/03/2015 01:00

Formación cívica y ética en las escuelas panameñas

‘El principio de la educación es predicar con el ejemplo’.

‘El principio de la educación es predicar con el ejemplo’.

La sociedad actual panameña se encuentra en un proceso de acelerada transformación, donde la exigencia, es que los ciudadanos desarrollen competencias para mejorar de manera constante su calidad de vida y la de su comunidad y el medio idóneo para lograr ese objetivo es la educación. Para una buena educación se necesita los valores, porque solo así se forma a las personas.

Las escuelas están dentro de la comunidad, lo que haya cerca de ellas afecta de manera positiva o negativa la calidad de las clases y la convivencia entre maestros y alumnos, los niños captan lo que hay a su alrededor, están aprendiendo y están formando su personalidad al interactuar con las demás personas.

Existen muchas influencias negativas en la sociedad. Actualmente hay un porcentaje alto de niños panameños que carece de un entorno social amable, más bien es hostil, debido a la desintegración familiar, violencia en las calles, en los medios de comunicación, situaciones económicas precarias, a la vez, se viene observando, mediante el comportamiento de los alumnos, el desconocimiento de algunos valores éticos, siendo estos importantes en la formación de todo individuo. Esta deficiencia en la práctica de valores éticos se manifiesta, debido a que los alumnos presentan conductas inapropiadas como ponerse apodos, burlarse de sus compañeros, son deshonestos; practican antivalores como la injusticia, la intolerancia, la traición, el egoísmo, la irresponsabilidad, entre otros. Por lo que debemos cambiar esta conducta, para lo cual es indispensable buscar las estrategias que nos permitan solucionar el problema.

El Ministerio de Educación de Panamá debe darle tanta importancia a la educación integral como a la educación profesional y trabajar en conjunto con los padres de familia para desarrollar la buena ética y moral en los niños. Esto radica en gran medida en que se preocupen por la promoción de los valores. La educación en valores permitirá que los alumnos adquieran una fuerza interior que los definirá y los caracterizará, y que, a su vez, habrá de conducirlos a un alto grado de compromiso con el desarrollo y el perfeccionamiento de sus habilidades, así como a hacer, sentir, pensar y comprenderse mejor a sí mismos, a las otras personas y a la vida. Los niños necesitan principios que les ayuden a ser reflexivos de forma crítica y a interpretar la información que reciben del exterior, pero siempre dejándose guiar por los principios y valores adecuados.

*ESTUDIANTE DE MAESTRÍA DE LA UNIVERSIDAD INTERAMERICANA DE PANAMÁ.

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