• 07/06/2015 02:00

Sigamos la ruta...

‘Si seguimos la ruta del dinero, llegaremos a un punto en común: edificio Atlantis de Brickell Avenue, Miami'

... del dinero... ... Esta es la que no lleva a equívocos. Hemos visto cómo en una semana se ha dictado medida cautelar para un exvicepresidente, que desde el inicio del Gobierno de Ricardo Martinelli se desvinculó del partido al que pertenecía, no hizo mayor esfuerzo en defender al que lo distinguió con la alta posición que ocupó, cuando fue presa de la furia incontinente del cobarde que está en Miami. Igual medida se le aplicó a la señora que se hace llamar ‘empresaria con sentido social' que abasteció las mochilas escolares, y no quisiera pensar que es víctima de la misoginia que cultivan los que menos uno piensa. Su vueltita por la Fiscalía también se dieron un par de exministros y exviceministros para dar cuentas de sus travesuras y los aspectos que los vinculan a ilícitos son los más conspicuos que podríamos pensar. Quedan muchos temas pendientes, los más sobresalientes son los sobrecostos en las megaobras que hizo el Estado y que nos endeudó casi en la misma proporción del crecimiento económico que nos tiene siendo la envidia del continente.

La ruta del dinero siempre te lleva al que la sigue. Saltó la liebre en el proyecto de riego de Tonosí, cuando los señalamientos contra el exvicepresidente habían sido categóricos en otros aspectos. Nadie le pudo probar que le había prestado a su sobrino putativo casi dos millones de dólares, pero sí le han encontrado otro montón de irregularidades en su desempeño como empresario prestamista y comisionista.

Sin embargo, y debo ser justa con este aspecto, si el tío Pipo (ojo que yo no le digo así ni es tío putativo mío) tiene 71 años, igual que el hampón que se embolsó un montón de millones de dólares en comisiones por cobrar las cuentas del estado —por sus sonantes relaciones empresariales seguramente— no debería éste último recibir un trato preferencial por estar ‘en edad avanzada'. El señor Virzi debió recibir el mismo trato que el de las grúas y si nos vamos a hilar fino y éste es el criterio que se aplica —que es el correcto en la actual ley penitenciaria—, entonces el general Noriega debe salir de la cárcel El Renacer, aunque se encuentre muy a gusto en ella con sus nuevos compañeros, porque supera los 80 años y él si pagó cárcel por sus malas acciones.

Vivimos en un país desigual en todo sentido. Por un lado hay un crecimiento que causa sorpresa hasta al más informado de los periodistas internacionales y por otro lado, poblaciones al borde de los rascacielos que no ocupa nadie se mueren de la sed, porque no cuentan con agua potable. De igual manera, reciben trato sospechosamente preferencial ciertos altos exfuncionarios, llevándolos por la puerta trasera de la Fiscalía para evitar el acoso de los medios, pero a la pobre empresaria de las mochilas la ventilan por delante y por detrás. Como antípoda, la exministra que más vociferó que no tenía que ver nada con las decisiones que se tomaban en gabinete, porque ella no firmaba las mismas, fue la primera que condujeron a la Fiscalía y le dieron país por cárcel. Y el exministro de la Presidencia, bajo cuya égida estaba el Programa de Ayuda Nacional (PAN) cuando se compraron tanto las mochilas como la comida deshidratada, nadie lo toca, lo conduce, lo señala o lo menciona. ¿No será que está protegido por la mano de San Juan?

El desfile de los conducidos apenas empieza. Ojalá que siga por la ruta del asfalto, la Cinta Costera y la ciudad hospitalaria, la ciudad de las artes y el centro de convenciones de Amador. También que llegue al exadministrador de Turismo, que tiene que dar muchas respuestas. Si seguimos la ruta del dinero, llegaremos a un punto en común: edificio Atlantis de Brickell Avenue, Miami.

ARQUITECTA Y EX MINISTRA DE ESTADO.

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‘El desfile de los conducidos apenas empieza. Ojalá que siga por la ruta del asfalto, la Cinta Costera y la ciudad hospitalaria, la ciudad de las artes y el centro de convenciones de Amador'

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