• 20/06/2016 02:00

¿Quién cierra la puerta en Venezuela?

Hace 40 años fui a Caracas para un Centroamericano y del Caribe de Boxeo Amateur

Hace 40 años fui a Caracas para un Centroamericano y del Caribe de Boxeo Amateur. Me fue bien porque quedé impresionado con el bienestar casi general. Hace un par de años, con los chavitos que me redituaron el maíz, las gallinitas y los huevos, decidí aventurarme a viajar con el interés de ver una de las peores debacles latinoamericanas en siglo y cuarto. Y además con la esperanza de tomarme un cafecito con el ‘brother ' Pedro Pereira, entonces embajador en Venezuela. Cuando estaba listo... imagínense, la que sabemos me paró en seco a mis 68 años, utilizando casi el mismo chorro de lágrimas que cuando me bajó de la avioneta que me llevaría a la frontera tico-nicaragüense para unirme a mi amigo Hugo Spadafora. Ante esta situación de dominio, no me quedó más remedio que contactarme por Internet con varios periodistas y amigos colombianos que sobreviven entre Colombia y Venezuela y que son los mejores conocedores de lo que se vislumbra.

Con los últimos informes de ellos y los míos, he sacado varias conclusiones, entre ellas que Venezuela se hundirá irremediablemente por lo siguiente: antes que Cuba les impusiera el sistema de ganado tabulado que conocemos, ya venían con un cáncer incurable peor que el monocultivo en un país subdesarrollado. Aunado a eso la actual tragedia no solo está del lado del oficialismo, pues la oposición es el otro grano podrido relevante. Los vales no se ahogan por ser de izquierda ni por los bajos precios del petróleo, ellos se sumergirán porque no hay líderes competentes en ninguna de las esquinas. Y no conforme a la grave limitación del bajísimo nivel político, se suman al desastre dos consejeros de pacotilla: Torrijos y Zapatero.

Escuchar a Capriles y pensarlo con la banda presidencial es ver a un niño desnutrido y con venda tratando de pegarle a una piñata muy alta. ¿Leopoldo López? Un buen mártir encarcelado y nada más y el peor, Maduro es lo más necio e ignorante de ese sancocho con huesos de perro que aceptó el sistema policiaco de los Castro.

Por lo tanto, es la necedad y la ignorancia la que tienen a Venezuela en las calles reclamando mendrugo. Fíjense que en Ecuador, Bolivia, Nicaragua y otros países gobierna la izquierda y no están en bancarrota, tampoco las demás repúblicas del mundo dependientes del petróleo ha quebrado.

Uno de los informantes sostiene que la mayor ventaja de Maduro es que Venezuela no es una isla, así que aguantará pegado al poder como las lapas de las latas de cerveza a que la inmensa mayoría de venezolanos salga huyendo del país y no dejarla entrar jamás, acusada de miembros de la CIA, amigos de Obama, profetas del capitalismo cruel, chivos expiatorios del neoliberalismo y de otras parrandas infantiles, que es lo único que sale de su cabeza llena de tripas de calabazo.

ESCRITOR COSTUMBRISTA.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus