El Naza

Algunas personas cuando ven a un hombre o una mujer vestidos de color morado caminando hacia Portobelo, se burlan, pero lo que no saben es que en cualquier instante de nuestras vidas nosotros, también, podríamos estar caminando para agradecerle a Jesús de Nazareno por el don de la vida.

Si usted está pasando por momentos hostiles donde piensa que no tiene salida; ya sea que está en la cárcel, en un hospital, tiene problemas económicos o cualquier situación que lo esté llevando a perder el control de su vida...

Hable con Jesús Nazareno, Él lo puede ayudar a salir de ese túnel donde no encuentra la puerta y le aseguro que estará dispuesto a realizar la peregrinación hacia el Santuario de Jesús Nazareno en Portobelo para darle las gracias por las bendiciones que le ha otorgado.

Quizá piense en un plan de respuesta al riesgo con múltiples indicadores, pero en esta ocasión el plan es sencillo, solo requiere de acciones pequeñas. No se preocupe, si tiene que ir solo porque en ese caminar lo acompañará Jesús Nazareno y también a lo largo de la vía va a encontrar personas que le ofrecerán agua, comida, un lugar donde descansar o palabras de aliento para seguir adelante. Estas personas ayudan a los peregrinantes porque saben que ellos están allí por alguna razón.

Cuando esté caminado converse con Él y Él lo escuchará; como me relataba un joven que trabajaba en la construcción: ‘Cuando me dirijo a mi trabajo hablo con Jesús Nazareno y le digo ‘cuídame'. Y cuando estoy realizando algún trabajo en altura o en espacio confinado, le digo al NAZA ‘ayúdanos a hacer bien nuestro trabajo', porque a veces tu vida depende de ese compañero que está dirigiendo la maniobra. Cuando terminamos le doy las gracias al NAZA '.

Disfruta ese momento con Jesús Nazareno y escúchalo a través de las canciones religiosas o populares como la de Ismael Rivera ‘El Nazareno me dijo; que cuidará a mis amigos...' o simplemente tener tus sentidos alerta para que observes cualquiera señal donde pienses que Él está contestando tus interrogantes.

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