• 29/12/2016 01:00

La Estrella es Panamá

‘La Lista Clinton..., ..., es un atentado contra nuestra identidad, memoria histórica y sentido de pertenencia'

Las águilas imperiales del Gran Garrote, desde el siglo XIX, violan la patria de José Domingo Espinar, Tomás Herrera, Juan Mendoza, Domingo H. Turner, Diógenes de la Rosa, Carlos Iván Zúñiga, Jorge Illueca, Marta Matamoros, Clara González, Floyd Britton, Polidoro Pinzón, Sara Sotillo, Gumercinda Páez, Acracia Sarasqueta, León A. Soto, Manuel Celestino González.

Los zarpazos criminales del Destino Manifiesto nunca han impedido que el sentimiento anímico de la nación panameña siempre renazca con más fuerza emocional, asimismo es mayor la determinación y entereza para levantar hacia el infinito la bandera de Ascanio Arosemena, Ezequiel González Meneses y Víctor Manuel Iglesias. Los panameños somos invencibles.

Nunca el imperio de Wall Street nos ha derrotado. El incidente de la Tajada de Sandía de 1856 provocó una reacción popular sin precedentes, más de 18 estadounidenses son muertos.

El Tratado de Wisconsin de 1903 avala el asesinato de Victoriano Lorenzo, líder de la cholada coclesana y héroe invicto de la Guerra de los Mil Días. La muerte del guerrillero de La Negrita es el semillero de muchas luchas contra la injerencia norteamericana. Victoriano encarna en la épica de la Soberanía y con su astucia y valentía eliminamos el enclave colonial, la perpetuidad y expulsamos definitivamente a los zonians .

Eusebio A. Morales funda el Instituto Nacional (1909-1910), baluarte del nacionalismo panameño. Octavio Méndez Pereira, José Dolores Moscote y Manuel Roy crean en 1935 la Universidad de Panamá como conciencia crítica del devenir republicano.

La década de 1920 rechaza el Tratado Kellogg-Alfaro de 1926 y se consolidan los distintos movimientos populares, sindicales, feministas y políticos. Acción Comunal surge como colectivo nacionalista de la clase media profesional, la consigna es ‘Panamá para los panameños, no queremos más gringos en los puestos públicos'. La década de 1920 propicia la Revolución de Tule, el Movimiento Inquilinario y la Guerra de Coto.

El Convenio Filós-Hines de 1947 une a la ciudadanía militante y se impide la instalación de las 136 bases militares en el territorio nacional. Sebastián Tapia es el primer mártir estudiantil, es aguilucho.

La épica de la Soberanía reta al imperio de Washington, se exige la abrogación del Panamá Cede y se siembran banderas de dignidad y honor en el área canalera. La juventud con hidalguía vence la agresión psicológica de los gringos y demanda el fin del enclave colonial, el Canal es nuestro .

La invasión de 1989 es la respuesta del Pentágono a nuestro devenir soberano, centenares son los panameños asesinados por la soldadesca de los rangers, pero nada nos impide celebrar en 1999 que el Canal es panameño, sin yankees ni enclave colonial.

La Diplomacia del dólar sigue la agresión con los Panama Papers que afecta tanto a la economía nacional. La Lista Clinton es otra intervención financiera, el objetivo es silenciar al periódico más longevo de Panamá, es un atentado contra nuestra identidad, memoria histórica y sentido de pertenencia.

USA ataca al principio de la libre empresa, impone la venta del periódico del pueblo. La Estrella es peligrosa para los intereses hegemónicos del país de la Doctrina Monroe. El embajador Feeley actúa como un tribuno de la Roma de los césares, interviene en nuestro país como en los tiempos de Richard Marsh y de la Patria Boba.

El pueblo cierra filas en defensa de La Estrella de Panamá. Lo que nunca entenderá el embajador de USA es que La Estrella es PANAMÁ , es como el Chagres, agua viva a favor del bienestar de los hijos de Quibián, Urracá, Bayano y Felipillo.

Hoy como ayer volveremos a derrotar a las águilas imperiales, les quitaremos las garras, picos y plumaje. Las gaviotas de Ricardo Miró limpiarán nuestros cielos de esas aves de rapiña... Y Changmarín y Domingo Díaz nos darán un abrazo patriótico.

ESCRITOR E HISTORIADOR.

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