16 de julio 1529 y 14 de julio 1789 en Europa

260 años separan el Tratado de Barcelona del verano caliente de 1529, cuando el rey Carlos I de España (después emperador del Imperio austro-húngaro) vence a su primo, el rey de Francia, Francisco I, en la batalla de Landriano del 21/VI/1529 y la gloriosa fecha de la Toma de la Bastilla el 14/VII/1789.

Dos fechas claves para entender la evolución histórica-inhumana del planeta tierra.

Podríamos decir que entre el advenimiento de los tiempos modernos, que reemplazaron la Edad Media, y el pre-Renacimiento de Margarita de Austria, Francia, Castilla y Savoie, pasando por el siglo de las Luces del Rey Sol y Colbert, Europa vivió más de dos siglos y medio de convulsión, agitación y cambios drásticos.

Llegar a un régimen democrático más o menos estable, le tomó a Europa casi tres siglos exactamente y dos guerras mundiales, además de cientos de ellas a través de los más de cuatro siglos de historia de 1529 a 1949.

Entonces pareciera que se requieren casi 500 años para perfeccionar un régimen democrático, a pesar de la tecnología, los avances científicos y el optimismo de las gentes mortales.

La Corte de Francia, que educó o influenció a casi todos los reyes o reinas de Europa, desde los tiempos modernos, fue el primer reino europeo en perder su corte real, lo que prueba que nadie sabe para quién trabaja y que el destino es cruel con la historia. El poder corrompe, de allí la acción corrupta de sus actores y aquellos que los rodean y los alaban. Por ello murió mucha gente.

En el 2029 se cumplirán 500 años del Tratado de Barcelona y 240 años de la ‘Revolución francesa' y aún seguimos buscando la paz en el mundo, ya no solo en España, Francia y Europa, como era antes, sino en el mundo entero, una paz que nunca dura mucho y cuya trayectoria se parece al cambio climático, pues el único responsable por sus actos, es cada uno de los ciudadanos de este mundo.

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