• 04/05/2018 02:01

¿Ibi Estis?, Universidad de Panamá

‘Ya se ha dicho tantas veces y lo repetimos: o nuestra Universidad, esa, donde parece haber ganado la incapacidad, despierta de su letargo, o perderemos nuestra Nación'

Américo Valero, nuestro profesor de Latín de la Universidad de Panamá, nos enseñaba en las clases muchos latinismos que llegaban al alma de sus alumnos como frases lapidarias. Recuerdo entre otras la expresión que dijera a un estudiante desaplicado y tan distraído que parecía dormido en clases, ‘¿Ibi Estis?', que traducida al español significa, ‘¿A dónde estás?'.

Es por eso que ahora preguntamos: ¿Ibi Estis? Universidad de Panamá. ¿A dónde estás? que no ocupas el papel que debes desempeñar dentro de la nación panameña. Me lo pregunto, porque no encontramos por ningún lado a los universitarios ni a los que dirigen nuestra Universidad, ni a muchos profesores, al frente, para hacer que nuestra primera Casa de Estudios sea nuevamente considerada la Universidad que camina hacia la luz y que orienta en nuestra patria. No queremos una Universidad que guarda un silencio sepulcral cuando las sabandijas y demonios con caras de ángeles, han asumido posiciones denigrantes en el país y hasta han invadido el claustro universitario, acabando con los principios académicos y éticos que deben reinar como ejemplo para los estudiantes y para la comunidad entera.

La Universidad de Panamá se fue convirtiendo desde hace años en refugio clientelista de politiqueros partidistas fracasados, sin capacidad alguna para impartir clases, no solo por carecer de valores, sino por no reunir los requisitos académicos básicos para ser profesores universitarios y que solo se preocupan en ‘hacer política', para escalar puestos y obtener mejores salarios, sin interesarse por nuestra educación superior y sin ningún sentimiento patriótico.

El Dr. Octavio Méndez Pereira, al cumplir la Universidad diez años de fundada, ya decía que: ‘El peligro en Panamá no está, pues, en la Universidad, como un verdadero centro de educación superior, sino en la falta de una cultura capaz de contrarrestar las debilidades que nos crea nuestra posición geográfica. Y existiendo la Universidad, el peligro está en que ella se ponga a la vera de nuestros problemas, como espectadora...', además que ‘la Universidad ignore cuál ha de ser su misión...' o como él profundizara más adelante, afirmando, que no se debe favorecer ‘... el ascenso a posiciones de importancia o canonjías burocráticas a individuos mediocres y audaces, con postergación del mérito efectivo por el saber, por la virtud y por el patriotismo...'.

En el año 2016, cuando se celebraban las elecciones para elegir la nueva administración de la UP, advertíamos respetuosamente al Movimiento de Renovación Universitaria (MRU) de las dificultades que tendrían, porque se enfrentaban a una rosca universitaria enquistada en La Colina por muchos años, que padecía precisamente de esos defectos que mencionara de forma visionaria Méndez Pereira. Teníamos la positiva experiencia vivida durante los tres años de administración de la rectoría de mi esposo, el Dr. Carlos Iván Zúñiga Guardia, quien de 1991 a 1994, como rector magnífico siguió los postulados de Méndez Pereira. Era un rector diferente, que con carácter hacía respetar a la Institución. Por eso resolvimos dar consejos al MRU durante la campaña de 2016. Empero, pensábamos que las nuevas y hoy actuales autoridades, enfrentarían con decisión este flagelo que corroía a la UP, sobre todo en tiempos de la corrupta administración pasada de Paredes. Al parecer y para mal nuestro, las nuevas autoridades no han logrado a la fecha, que la Universidad pueda ocupar el lugar que le corresponde. Muy por el contrario, algunos representantes de esas nuevas autoridades parece que se han congraciado con la rosca y con esa pasada administración corrupta, tirando por la borda los ideales del Movimiento de Renovación Universitaria. Lo que ha traído gran desilusión, y no hay nada peor que frustrar las esperanzas con que se había alimentado al pueblo universitario durante la última campaña electoral.

¿Ibi Estis? ¿Dónde estás Universidad, con aquellas ideas, esas palabras y esos sentimientos de honradez? ¿Dónde están esas almas nobles, sabias e inteligentes? ¿Dónde está la Universidad que soñó Méndez Pereira, una Universidad que entendiera su misión en pro de los valores académicos de educación, cultura, ciencia y patriotismo? Sí, porque el problema de nuestro país es la falta de estos fundamentos y la universidad tiene como misión dotar a nuestro país de educación, cultura, ciencia y patriotismo. Si las autoridades de la UP no están en capacidad para desempeñar ese papel, entonces organícense para hacerse a un costado y dejar su responsabilidad en manos de personas que sí tengan esa capacidad de lograr el rescate y renovación de la UP. No que la mayoría de profesores y administrativos, frustrados, lo que deseen sea el vil dinero y el clientelismo. La moralidad parece haber sucumbido bajo el terror y la ignominia y con el centralismo y la falta de libertad de cátedra, el miedo, la conveniencia y el ‘no me importa', corren como fantasmas por los caminos del campus universitario. No se debe estar en lo subalterno, sino en los ideales por los que fue creada nuestra Universidad. Ya la Universidad de Panamá no tiene ninguna incidencia relevante en la vida nacional. La UP, ya dejó de ser la luz que fue durante el tiempo que duró la rectoría de mi esposo, Carlos Iván Zúñiga Guardia, a principios de los años noventa del siglo pasado, para convertirse hoy en oscuridad en nuestro país. Por eso hay que limpiar nuestra primera casa de estudios y acabar con los males que la aquejan.

Todo eso hace que nos preguntemos ¿Ibi Estis?, Universidad de Panamá. Ya se ha dicho tantas veces y lo repetimos: o nuestra Universidad, esa, donde parece haber ganado la incapacidad, despierta de su letargo, o perderemos nuestra Nación. Porque solo la Universidad de Panamá, salvándose ella misma, podrá salvar a nuestra Nación de los males de su decadencia.

EXCATEDRÁTICA DE LA UP Y POETISA.

‘¿Ibi Estis? ¿Dónde estás Universidad, con aquellas ideas, esas palabras y esos sentimientos de honradez? ¿Dónde están esas almas nobles, sabias e inteligentes? ¿Dónde está la Universidad que soñó Méndez Pereira [...]'

‘El Dr. Octavio Méndez Pereira, [...], ya decía que: ‘[...] Y existiendo la Universidad, el peligro está en que ella se ponga a la vera de nuestros problemas, como espectadora...'...'

Lo Nuevo
comments powered by Disqus