• 14/05/2018 02:00

Cumbre Kim Jong-un - Donald Trump: perspectivas

La Cumbre Kim-Moon crea un clima de paz entre hermanos de sangre que cuentan con una historia antigua de desarrollo político

La Cumbre entre el presidente de la RPD de Corea, Kim Jong-un, y el presidente de la República de Corea, Moon Jae-in, en la Zona Desmilitarizada es la noticia más reconfortante desde la Guerra de Corea, así como el hito más significativo en la historia de la península.

Sin duda alguna, fue clave la contribución de China, habida cuenta de las dos reuniones ‘no oficiales' entre el presidente Xi Jinping, de China, y Kim Jong-un. La RPD de Corea depende comercial y parcialmente de China.

Si se unificaran, Corea sería una potencia nada despreciable a nivel mundial. Con voluntarios chinos, Corea infligió la primera derrota a Estados Unidos, a pesar de haber perdido la mitad de su población y la totalidad de sus ciudades y poblados en la Guerra (1950-1953).

La Cumbre intercoreana decidió, entre otros logros, cesar la hostilidad entre ambas partes, desnuclearizar la península, reducir los arsenales, firmar un tratado definitivo de paz, reunir las familias separadas por la guerra y discutir la reunificación.

La Cumbre Kim-Moon crea un clima de paz entre hermanos de sangre que cuentan con una historia antigua de desarrollo político. Kim y Moon se reunirán nuevamente antes de la Cumbre Trump-Kim, pactada para el próximo 12 de junio en Singapur.

Con la península coreana reunificada, se podría crear una zona de desarrollo, un puente, entre Japón y China, Taiwán aparte. China integraría dicha zona a su esquema de comercio global —‘una franja, una ruta'— que incluiría al Grupo de Shanghai, Rusia, toda la zona euroasiática y los países BRICS. Ya los coreanos pactaron mantener el mar occidental lejos de todo conflicto, como Zona de Paz.

La Unión Europea y la OTAN han recibido con beneplácito las pláticas intercoreanas. Pero la UE juega un papel subalterno. ¿Qué piensa Trump?

‘¿Qué impacto tendrán en la Cumbre Kim-Trump el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el asesor de Seguridad, Charles Bolton, dos halcones de ultraderecha?'

Donald Trump ha dicho que la conciliación intercoreana es fruto de su presión contra Kim, a quien llamó despectivamente ‘hombre-cohete'. Kim ripostó llamándolo ‘hombre senil'. El mandatario debe considerar la presencia de los 28 500 soldados apostados en Corea del Sur, cuya remoción ahorraría miles de millones de dólares al presupuesto de defensa de Estados Unidos.

¿Qué haría Japón con una pacificación regional? Japón, enemigo histórico de Corea, la ocupó y saqueó hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. No olvidemos que el abuelo de Kim Jong-un —el mariscal Kim Il Sung— lideró la guerrilla contra los japoneses, que oprimieron al pueblo coreano, prohibieron su cultura y sometieron a sus mujeres como esclavas sexuales en bases militares niponas.

Los sectores militaristas japoneses mantuvieron una cuota importante de poder, con la venia de Estados Unidos, durante décadas de los primeros Gobiernos surcoreanos, a través de dictaduras militares (Syngman Rhee, por ejemplo).

Japón, conforme al Tratado de Seguridad con Estados Unidos al finalizar la guerra, no tendría derecho para objetar cualquier arreglo entre las dos Coreas y Estados Unidos, tal como se evidenció en 1989, cuando Estados Unidos invadió a Panamá para expulsar al general Manuel A. Noriega e impedir que Japón construyera un Canal a Nivel en este país.

Hoy, la península coreana ya no tiene la prioridad geopolítica que tenía hasta hace poco para Estados Unidos. Ese privilegio lo tiene Irán, país al que es necesario destruir para dominar el Medio Oriente, como lo intentan hacer Estados Unidos, Arabia Saudita, Israel y la OTAN.

Siempre se ha dicho que Corea del Norte era una forma de presionar a China, aliada de Pyongyang. No obstante, los conflictos comerciales y arancelarios entre Estados Unidos y China harán necesario atenuar, no agravar, las tensiones con Beijing.

El cambio geopolítico a Irán explica la insólita renuncia y denuncia del Tratado 5+1 por parte de Estados Unidos, si bien ningún otro signatario ni aliado lo acompaña y, antes bien, es la Organización Internacional de la Energía Atómica la que elogia a Irán por su correcto cumplimiento del convenio. Ello también explica que Israel, Estados Unidos, Reino Unido y Francia, hayan atacado a Siria.

¿Qué impacto tendrán en la Cumbre Kim-Trump el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el asesor de Seguridad, Charles Bolton, dos halcones de ultraderecha?

Es posible que, dada la impulsividad de Trump, nuestras consideraciones sobre Corea resulten torpedeadas y que el mandatario, asesorado por Pompeo y Bolton, le hagan fracasar o abortar la Cumbre, responsabilizando al presidente Kim Jong-un de patear la mesa. Pero no es fácil intimidar o acorralar al nieto de Kim Il Sung.

EL AUTOR ES ANALISTA INTERNACIONAL Y DIPLOMÁTICO DE CARRERA.

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