• 03/06/2018 02:03

En el costurero

Creo que es por no haber estado afiliada a partido alguno, aunque me interesa la política nacional.

Son pocos los políticos relevantes que conozco personalmente. Creo que es por no haber estado afiliada a partido alguno, aunque me interesa la política nacional. Hace unos años pude conocer a varios políticos cuando un grupo de amigas que nos juntábamos para ‘intercambiar figuritas' en lo que llamamos ‘el costurero' decidimos invitar a almorzar a importantes figuras políticas; nos poníamos de acuerdo sobre a quién invitar; el compromiso era discreción sobre lo que allí se hablara y pagar la cuenta de nuestro invitado. Así conocí a Guillermo Endara (q. e. p. d.), entonces expresidente, señor encantador y jovial; ese día supo que yo era la autora de artículos críticos a su gestión presidencial, pero no cambió de actitud y entre risas repitió la frase que se atribuye a Omar Torrijos: ‘Díganme lo malo que lo bueno ya lo sé'. Otro día invitamos a Teresita Yániz de Arias, mujer encantadora, vivaz y franca, a quien admiro y aprecio; compañera digna de ese hombre extraordinario que fue su esposo, Ricardo Arias Calderón (q. e. p. d.). Otro invitado, el exembajador ante el Gobierno norteamericano, Eduardo Morgan Jr., campechano y rico en anécdotas, nos ilustró ampliamente sobre el tema en agenda. También invitamos a Nito Cortizo, de personalidad muy agradable y bien dispuesto a aclarar lo referente al asunto de nuestro interés. Eloy Alfaro, exembajador de Panamá en Washington, D.C., departió con el grupo y nos cautivó con su claridad de pensamiento y firmes convicciones sobre lo que lo mantenía (y mantiene) en el escenario político. Ernesto Pérez Balladares (EPB, ya sin banda presidencial) aceptó nuestra invitación y ‘no le sacó el cuerpo' a nuestras preguntas en aquel largo y distendido almuerzo. A Pérez Balladares lo conocí siendo presidente cuando aceptó la invitación para un almuerzo con un grupo de columnistas; de aquella ocasión guardo un par de anécdotas; posteriormente invitó a columnistas (de diferentes tendencias) a un almuerzo (con intercambio de opiniones) en Palacio y hasta donde puedo recordar ha sido el único presidente que departió con columnistas. Con Pérez Balladares (Toro), ya expresidente, coincidí en casa de una amiga; llegó con su esposa, Dorita, señora gentil, dama especial; me sentí tan cómoda conversando con Pérez Balladares que hasta le comenté su fama de ‘prepotente'; con gran sentido de humor me hizo reír con su versión sobre el adjetivo.

A Mireya Moscoso no la conocí como presidenta; nunca la he visto personalmente, pero me han dicho que es un encanto de señora. A Martín Torrijos, como presidente, lo vi solo una vez durante una exposición de las obras de mi hermano, el pintor Mario Calvit, en la Galería Habitante; fue un saludo hola, hola apurado, repartido entre el público que lo rodeaba. A Ricardo Martinelli no lo he visto ni de lejos y, aunque por él no sentí ni siento simpatía o afinidad política, tal vez al conocerlo personalmente me resultaría simpática su inquieta personalidad. Tampoco he tenido ocasión de conocer personalmente al presidente actual, Juan Carlos Varela. Hago mención especial de Ricardo Arias Calderón (q. e. p. d.), como figura destacada en la política nacional e internacional; lo conocí cuando coincidimos en una sala de espera y me acerqué a saludarlo; en minutos borró para siempre esa impresión que tenía de él, como hombre ‘seco'; todo lo contrario, era hombre de gran calidez, de voz pausada y palabra amable; desde ese día se ganó mi corazón.

Los Gobiernos de los presidentes posinvasión que menciono arriba recibieron críticas (y aplausos, de vez en cuando) mías y de otros columnistas. La crítica es realidad que deben aceptar los políticos; aunque el género columna periodística (o subgénero del periodismo) permite la subjetividad, el columnista no debería descargar animadversión personal en sus escritos; pero la verdad es que ciertos personajes se la ganan y hay que esmerarse en el lenguaje para mantenerlo bajo control. Esta aclaración vale para los que están preparándose para el 2019. Hay candidaturas tan descabelladas que creo que no pegan ni con ‘krazy glue'. En Cambio Democrático (CD) hay tantos aspirantes que parece plan ‘divide y vencerás'; ¿será para tratar de atajar a Rómulo Roux o como ‘resguardo' fuero electoral? Mimito Arias, creo que decepcionado de CD y su dueño, será candidato de Alianza, creación de José ‘Arenita' Muñoz, diputado ex CD. Aspirantes por el PRD solo a Cortizo y a Pérez Balladares conozco, gracias a las circunstancias que relato antes. Las candidaturas independientes quedan para cuando se aclaren las varias diferencias que tienen con los mandantes del Tribunal Electoral. Todavía queda mucha tela por cortar.

COMUNICADORA SOCIAL.

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