• 16/02/2019 01:00

El mono adivino y los políticos

‘El Maese Pedro está encarnado en los mandatarios, diputados, jueces, fiscales y magistrados, ellos lo superan con el juegavivo y la corrupción. La literatura siempre se actualiza'

En una venta (posada) se encuentran Don Quijote y Sancho con el retablo del famoso titiritero, el ya conocido pícaro y bellaco Ginés de Pasamonte, liberado antes por el caballero de la libertad en la aventura de los galeotes.

Maese Pedro llega vestido de gamuza, medias, greguescos y jubón, trae cubierto el ojo izquierdo con un parche de tafetán verde. Ginés o Pedro es el mismo que le hurtó a Sancho su asno en la Sierra Morena.

Pedro es experto en mimetizarse, es un hábil jugador de manos o sea un ladrón de primer; habla más que seis y bebe más que doce; viene con él un mono de la más rara habilidad, que se expresa con el estilo del diablo, pues adivina las cosas pasadas y las del presente. El Quijote le comenta a Sancho que este mono tiene un concierto con el demonio.

El Maese Pedro, el tal ‘Ginesillo de Parapilla', maneja los títeres y toca la música del retablo (teatrillo portátil para marionetas), en el cual representa la libertad de la hermosa Melisendra (hija de Carlomagno), cautiva de los moros, por su esposo Don Gaiferos. Ante Don Quijote y Sancho, el mono brinca al hombro de Maese Pedro y le susurra al oído palabras mágicas, inmediatamente el titiritero se arrodilla ante el Caballero de los leones y le reconoce como el justiciero que lucha a favor de los desdichados y a Don Sancho como el mejor escudero del mundo. Ellos se asombran ante la sabiduría del mono adivino y a insistencia de Sancho le preguntan por lo acontecido en La cueva de Montesinos, pues según el escudero todo fue embeleco, mentiras o por lo menos cosas soñadas. El mono contesta a través del Maese Pedro que algunas cosas sucedidas son falsas y otras verosímiles. De inmediato pasan a ver el drama de Melisendra en la huida de los moros.

Maese Pedro maneja con destreza las figuras de artificio. La leyenda representada se basa en crónicas francesas y romances españoles, pues trata del cautiverio de Melisendra por los moros y de los afanes de su esposo don Gaiferos por liberarla. Con la espada de Roldán llega al castillo de los árabes y huyen a galope hacia Francia.

Don Quijote, ante la magia escénica y el poder de las imágenes, cree todo lo que ve y siente el impulso de socorrer a los que huyen. La ficción una vez más se hace realidad e interviene en ella con la furia de una borrasca. El justiciero se levanta súbitamente de su silla, grita: ‘deteneos mal nacida canalla, conmigo es la batalla' y con la espada le entra a cuchilladas a las figurillas del retablo y las destruye con cólera.

Don Quijote culpa a los encantadores ante los lloriqueos del Maese Pedro que ve perdido los muñecos e insiste en que a él le pareció que lo allí ocurrido se daba al pie de la letra y solo quiso dar ayuda.

En el episodio burlesco es oportuno resaltar distintos refranes que pone Cervantes en boca de sus personajes, tales como: ‘Llaneza, muchacho, que toda afectación es mal. De la prolijidad se suele engendrar el fastidio. Para sacar una verdad en limpio menester son muchas pruebas y repruebas. El tiempo, descubridor de todas las cosas, no se deja ninguna que no la saque a la luz del sol. El que lee mucho y anda mucho ve mucho y sabe mucho'.

Don Quijote es una obra barroca y en ella Cervantes armoniza todos los recursos literarios. Incluye con acierto el teatro, la poesía, el ensayo, la narración, el intertexto y los epígrafes. La calle del espanto y La Bitácora de la Fantasía de Richard Brooks siguen el estilo de la literatura barroca.

Los candidatos presidenciales, como los de elección popular para el 2019, son mejores titiriteros que el Maese Pedro y magos como Merlín, la fantasía los caracteriza. Los políticos con sus ficciones pretenden manipular a los electores, son expertos en la retórica de los sofistas.

El Maese Pedro está encarnado en los mandatarios, diputados, jueces, fiscales y magistrados, ellos lo superan con el juegavivo y la corrupción. La literatura siempre se actualiza.

Se consultó La magia del Quijote de Ricardo Arturo Ríos Torres e Isolda De León.

HISTORIADOR, ESCRITOR Y DOCENTE.

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