• 03/04/2019 02:03

Lamentables enseñanzas de ingleses y venezolanos

‘Mientras los ingleses no encuentran la salida de su laberinto [...], los venezolanos, [...], hoy se estrellan contra un muro [...]. El voto a conciencia y el diálogo permanente entre nosotros nos evitará ese laberinto y ese muro'

El dilema del Parlamento y del pueblo inglés y el distanciamiento abismal entre los bandos políticos venezolanos son problemas producidos por sus respectivas incapacidades para el diálogo constructivo. Escuchamos quejidos que vaticinan caos económicos, sociales y políticos en ambos casos, porque no logran los consensos que son necesarios en democracia. Pronto elegiremos nuevas autoridades que no pueden llevarnos a situaciones parecidas; podemos tener diferencias en política, religión, justicia, sexualidad y tantos otros temas, pero debemos cuidarnos del voto imprudente e irreflexivo que acarree las sorderas e intransigencias que vemos en el caos político de esos países.

Las informaciones periodísticas describen el dilema del brexit que divide a la sociedad inglesa; vale ponerlo en contexto para comprender su causa. En 1973, tras repetidas objeciones francesas, el Reino Unido (UK) y la República de Irlanda (RI) ingresaron a lo que hoy es la Unión Europea (UE), organización compuesta por 28 naciones que eliminaron sus fronteras para permitir la libre circulación interna de mercancías, personas, servicios y capitales. Pero en 2016, debido a presiones políticas a favor del ‘divorcio', el Gobierno convocó un referéndum para decidir sobre esa salida, que resultó en 52 % de votos ‘Sí', mientras que 48 % votó ‘No'.

El próximo paso, para seguir con el procedimiento de salida exigido por UE, requiere aprobación de detalles a ser negociados con la UE para que la separación sea lo menos traumática posible, sobre todo para UK. Luego de cuatro intentos rotundamente rechazados por el Parlamento, desaprobando lo negociado por el Gobierno inglés con UE, hoy se alega que quizás el electorado en 2016, engañado por espejismos, votó mayoritariamente a favor del ‘divorcio' sin suficiente conocimiento de las repercusiones para la economía del país y sus ciudadanos. Existen muchas objeciones; una, en especial, es el bloqueo y control aduanero en la frontera común —hoy inexistente y abierta— entre Irlanda del Norte y la RI, que sería necesario imponer si una nación se mantuviese en la UE mientras la otra saliese con el brexit. Además de propiciar el contrabando, el tema se complica, porque la eliminación de esa frontera durante los últimos 20 años fue parte del acuerdo que puso fin en 1998 a la cruenta lucha religiosa e interétnica en Irlanda del Norte. Una razón para un nuevo referéndum con votantes ahora más ilustrados.

De otro lado, conocemos mejor la situación de Venezuela por sernos más cercana. Se debate la nación, asfixiada en el antagonismo de dos Gobiernos que reclaman legitimidad, mientras se acusan mutuamente de ser usurpadores o ilegítimos. Uno descansa su poder en las armas y el otro en el respaldo mayoritario del pueblo venezolano y de buena parte de la comunidad internacional, incluyendo nuestro país. Existen muestras indiscutibles de sufrimientos, escaseces, violencia callejera e inseguridad ciudadana, decadencia fiscal, grave deterioro económico y rompimiento de relaciones diplomáticas y comerciales con muchos países. Unos son gobernantes espurios con características psicópatas que demuestran su insensibilidad ante el sufrimiento y carencias de sus compatriotas permitida por esa patología; de ahí que sean incapaces de propiciar el bien común. Mientras otro grupo político carece de la capacidad real para tomar medidas prácticas conducentes a restablecer las libertades y respeto a los derechos humanos en un régimen auténticamente democrático.

Mientras los ingleses no encuentran la salida de su laberinto creado por el voto irreflexivo de 2016, los venezolanos, ayer obnubilados por líderes mesiánicos, hoy se estrellan contra un muro que se les atraviesa en la ruta de salida que conocen. El voto a conciencia y el diálogo permanente entre nosotros nos evitará ese laberinto y ese muro.

EXDIPUTADA

‘Las informaciones periodísticas describen el dilema del brexit que divide a la sociedad inglesa [...]'

‘[...] Venezuela [...]. Se debate la nación, asfixiada en el antagonismo de dos Gobiernos [...]'

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