• 10/04/2019 02:02

Día Mundial de la Salud 2019: un llamado a derribar barreras

‘[... ] nuestro país tiene los recursos para alcanzar la Cobertura Universal de Salud. Antes deberemos vencer la apatía y ejercer nuestro derecho y deber de controlar la gestión pública [...]'

El acceso y la cobertura de salud universal es el tema del Día Mundial de la Salud, que se celebra cada 7 de abril. La celebración dura todo el año y se enfoca en la atención primaria de salud (APS), la equidad y la solidaridad, y está dedicada a reiterar el llamado a que todas las personas reciban atención de salud integral y de calidad en el corazón de la comunidad, pues, a pesar de los esfuerzos, persisten importantes barreras, millones de personas en el mundo siguen sin tener acceso alguno a la atención de salud y muchas se ven obligadas a elegir entre gastar en salud y otras necesidades cotidianas.

La OPS nos recuerda que ‘la atención primaria de salud (APS) es el cimiento para lograr la salud universal. Implica servicios de salud integrales y de calidad, enfocados en la promoción, prevención, tratamiento, curación y rehabilitación. Se trata de una atención en el seno mismo de la comunidad y no se limita al primer nivel de atención ni a un paquete limitado de servicios de salud. Requiere transformar los sistemas de salud, contar con profesionales de salud suficientes, capacitados y bien distribuidos, así como con medicamentos y tecnologías asequibles'.

Por otro lado, ‘subraya la necesidad de que todas las personas tengan acceso a educación, alimentación, vivienda, protección financiera, agua potable, ambientes seguros y otros factores que son determinantes de una buena salud, y que en la mayoría de los casos están por fuera de lo que puede hacer el sector de la salud'.

La campaña del Día Mundial de este año ‘se centra también en la solidaridad y en la equidad, valores centrales de la salud universal. Estos enfatizan en la necesidad de que toda la sociedad aporte para promover la salud de todas las personas, y en particular para proteger a los más desfavorecidos y en que los tomadores de decisión centren las políticas y programas en la prestación de servicios de calidad para asegurar el acceso a estas poblaciones, sin que nadie quede por fuera del sistema de salud'.

Finalmente ‘enfatiza que alcanzar y mantener una mayor y más eficiente inversión en salud, es también necesaria para lograr la salud universal y fundamental para el desarrollo de los países. Sobre este asunto, nos recuerda que en los países donde la inversión en salud es del 6 % o más del PBI, la cobertura es mejor y se acercan a que la salud sea universal. Por otro lado, también enfatiza que los ingresos públicos para invertir en salud pueden aumentarse a través de mayores impuestos generales y sobre productos dañinos como el tabaco y el alcohol, así como con reformas para mejorar la recaudación y la administración de impuestos, y el control de la corrupción, algo que requiere voluntad política y consenso social'.

Para nosotros este llamado es crítico, pues para la mayoría de los panameños de recursos financieros escasos o limitados, la Cobertura Universal de Salud, no pasa de ser una quimera. Una ilusión, que no ha sido posible, a pesar de las promesas de los políticos de turno y de los miles de millones de balboas que tienen disponibles cada año nuestras instituciones públicas de salud. La población sigue esperando, mientras la situación de nuestro sistema de salud se deteriora, nuestras autoridades no ofrecen la respuesta esperada, parecen tener otra agenda, diferente de la población que los eligió.

La situación es diferente para aquellos ciudadanos que pueden pagar por la atención en una clínica u hospital privado. Sin embargo, muchas de las personas que acuden al sector privado a buscar soluciones (que debería brindar el sector público) para sus problemas de salud, no tienen los recursos económicos para ello, lo cual contribuye al empobrecimiento de nuestra gente.

Lo más triste y contradictorio, es que nuestro país tiene los recursos para alcanzar la Cobertura Universal de Salud. Antes deberemos vencer la apatía y ejercer nuestro derecho y deber de controlar la gestión pública y acabar de una vez por todas con el clientelismo político que, en no pocas ocasiones, ha colocado a personas sin las suficientes competencias, facilitando la corrupción impune de los últimos tiempos.

La principal oportunidad se nos presenta con las elecciones que se llevarán a cabo el cinco de mayo. En ellas los panameños deberemos elegir a los candidatos que hayan demostrado con su trayectoria poseer los elementos obligados de la ética pública, en especial la probidad en el uso de los recursos públicos.

MÉDICO

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