• 01/08/2019 02:01

Panamá: ¿xenofilia o xenofobia?

‘[...] reflexionemos [...] para no caer en extremos, porque [...]: ‘En el ADN del pueblo panameño no está arraigada la xenofobia'.'

Recuerdo que desde muy pequeña me acostumbré a escuchar que el panameño siempre admiraba y tenía una especie de fascinación hacia lo foráneo. Es lo que se define como xenofilia: amor que sienten algunos individuos por personas de otros países o culturas. Las personas que sufren de xenofilia demuestran un trato cordial y afectivo por lo extranjero, todo lo contrario de xenofobia, que involucra odio hacia lo extranjero.

Es más, nos enseñaban que hasta en nuestros símbolos patrios se reflejaba la misión de Panamá, con el concepto del escudo: ‘pro mundi y beneficio', para beneficio del mundo. En mi barrio, cercano a la Zona del Canal, convivíamos en armonía con chinitos, jamaicanos, españoles, ‘indostanes', italianos, y hasta con los gringos, como les llamábamos en ese entonces.

¿En qué momento se rompió ese equilibrio? ¿Qué causas han generado que, en estos momentos, la opinión pública esté reflejando luz roja en el tema de inmigración, que es el movimiento de población que consiste en la llegada de personas a un país o región diferente de su lugar de origen para establecerse en él? Es cierto que en el país ha habido brotes de xenofobia, según algunos historiadores.

Los brotes de xenofobia en el mundo siempre han existido y no se justifican; sin embargo, un estudio de las plataformas periodísticas para las Américas (Connectas 2018) alertaba sobre lo siguiente: ‘hasta hace poco, las imágenes del rechazo masivo a personas huyendo de sus países parecía algo reservado para ciudadanos de países europeos que le hacen el quite a los sirios y afganos en busca de refugio en su adversidad. Algo muy distante para América Latina, una región unificada por el idioma, la cultura y una fuerte historia de hermandad. Sin embargo, esos lazos de fraternidad que aún sobreviven del ‘sueño de Bolívar', hoy enfrentan un gran reto por cuenta de los cientos de miles de venezolanos que huyen de la crisis económica en su país'.

En Brasil, y en Colombia, se han dado situaciones de violencia extrema con los inmigrantes venezolanos. En otros países se han dado deportaciones masivas y en Panamá se han calentado las redes sociales. Evitemos que casos violentos ocurran.

El tema migratorio, puede ser objeto de estudio desde la óptica de la opinión pública, fenómeno social, muy complejo y difícil de definir, pero que tiene una gran incidencia en el proceso democrático y gobernabilidad de un país. En términos generales, se define como la tendencia o preferencia, real o estimulada, de una sociedad o de un individuo hacia hechos sociales que le reporten interés. Los teóricos más reconocidos del tema son Jurgen Habermas, Elisabeth Noelle-Neumann, Walter Lipman y Vitaliano Rovigatti.

Analizando el tema, existe la opinión pública matriz, que refleja los aspectos culturales de una sociedad, y la opinión pública, juicio que es la que surge a raíz de un problema o solución que se presenta a través de los medios de comunicación. En este caso, la Ley Migratoria presentada por la diputada oficialista. Ambas opiniones se fusionan y dan como resultado una opinión fortalecida.

Existen múltiples causas de esta crisis, las cuales han sido planteadas y explicadas por los expertos en el país, y no es nuestra intención abordarlas. Como sociedad madura, crisol de razas y para beneficio del mundo, luchemos por fortalecer nuestra democracia y exijamos a las autoridades transparencia y profesionalismo en el tema migratorio. De igual manera, reflexionemos permanentemente para no caer en extremos, porque me atrevo a repetir lo que leí en un comentario hace pocos días: ‘En el ADN del pueblo panameño no está arraigada la xenofobia'.

CATEDRÁTICA UNIVERSITARIA Y VICEPRESIDENTA DE CONFIARP.

‘El tema migratorio, puede ser objeto de estudio desde la óptica de la opinión pública, fenómeno social, muy complejo y difícil de definir [...]'

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