Supervisión educativa: alternativa para mejorar la educación en Panamá

La supervisión educativa es un componente de la estructura administrativa del sistema educativo panameño y la razón de su existencia obedece a la necesidad de las autoridades de reconocer la diferencia que hay entre el modo como se realiza el actuar administrativo y la intervención didáctica de los docentes en los centros y aulas escolares y la forma como se espera se realice dicho acto y proceso administrativo y docente, para que estas actividades no queden a la suerte de que resulten buena o medio buenas.

Es bueno reconocer que la concepción de ‘Supervisión Educativa' tiene varios significados dependiendo de: si su función es ejercer la acción de supervisar o si es objeto de la acción supervisora. Ello se debe al paradigma que cada uno posee en virtud de sus experiencias, necesidades y valores éticos. Así un directivo o docente puede verla como una amenaza a su individualidad, aunque hay quienes consideran que debe ser una fuente de ayuda o de apoyo para mejorar una situación o resolver un problema.

Desde la perspectiva del sistema educativo panameño, fundamentado en la Ley 47 de 1946, Orgánica de Educación, modificada y adicionada por la Ley 34 de 6 de julio de 1995, establece en su artículo 350 que ‘la supervisión educativa estará a cargo de funcionarios denominados supervisores de educación, quienes ejercerán sus respectivas funciones a nivel nacional, regional y local en los distintos niveles del sistema educativo y el inicial, tanto en las escuelas oficiales como particulares'.

En virtud del postulado anterior, el Meduca tiene que ejercer la supervisión de la educación por medio de supervisores nacionales, regionales y a nivel local.

A nivel nacional, corresponde orientar a los directivos a nivel de direcciones regionales y certificar que, en efecto, se cumple con la política educativa establecida por el Ministerio de Educación. Ello implica, visitar en atención a las necesidades propias, las diferentes regiones educativas del país.

A nivel regional, corresponde ayudar a interpretar y poner en práctica o concretar las políticas establecidas a nivel nacional. Por lo tanto, consideramos que corresponde a este nivel y al local la gran responsabilidad de ayudar a mejorar de manera efectiva la calidad de la educación. De allí que dedicaremos parte de nuestra reflexión a la supervisión en estos niveles.

En materia normativa, se establece que la función supervisora se debe realizar en el ámbito administrativo, técnico, docente y social. En este momento quiero referirme al ámbito técnico-docente. En consecuencia, lo primero que debemos establecer es qué vamos a supervisar y cómo lo vamos a realizar.

Corresponde a la supervisión educativa ayudar al docente en su actuar pedagógico. Para ello es indispensable que conozca cómo el docente realiza la intervención didáctica, cómo se prepara para realizar dicha intervención (utiliza el programa educativo vigente, realiza una dosificación del mismo, hace un planeamiento que considere objetivos con claridad, actividades de refuerzo e inclusión, toma en cuenta el nivel de desarrollo del alumno, adapta el planeamiento al contexto, estimula la creatividad, refleja altas expectativas en sus alumnos, evalúa constantemente los trabajos, utiliza ayudas nemotécnicas y otros).

Si queremos revisar solo el aspecto anterior (metodología), es fundamental utilizar algún instrumento que permita recoger información al respecto y luego analizarla, discutirla y evaluarla con el supervisado. Tradicionalmente el supervisor utiliza como instrumento un acta de visita o un protocolo estructurado de actuación del docente.

Sin embargo, dicha tarea resulta lenta, poco abarcadora y para el docente, en algunos casos, un poco estresante. Aunque, creemos que dicha tarea es indispensable y necesaria, es conveniente utilizar los avance tecnológico en materia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y continuar con el proyecto que tiene el Ministerio de Educación de que todos los docentes empiecen a utilizar la plataforma digital del Meduca, para que suban a la misma su planeamiento didáctico, pruebas escritas, registro de calificación y asistencia, evidencia de trabajo de los estudiantes, tanto para regulares como para los que tienen NEE, en esta forma, el supervisor debe crear algún instrumento que le permita, desde la oficina, hacer un mapeo de la situación metodológica realizada por los docentes de las escuelas de sus respectivas zonas escolares, como parte fundamental de sus responsabilidades y semanalmente hacer análisis a nivel de toda la región educativa, para preparar acciones y actividades correctivas a las debilidades que se encuentren.

Es que la accesibilidad que tenga el Ministerio de Educación y por consiguiente el supervisor y director de escuela de poder revisar las pruebas que aplica el docente, nos permite conocer fortalezas y debilidades en aspectos como: redacción, elaboración de pruebas, si las mismas responden a los objetivos y temas enseñados, etc. El planeamiento nos permite conocer la forma de interpretar el programa, temas que desarrolla, actividades, recursos a utilizar y otros. El registro de asistencia y calificaciones, además de conocer la condición evaluativa de los estudiantes aprobados y reprobados en los distintos trabajos, tiene un sinnúmero de aspectos a conocer y poder realmente valorar y ayudar a los docentes.

Entonces, es fundamental que supervisores y docentes empiecen a utilizar las herramientas tecnológicas como lo hacen los niños con los celulares desde muy temprana edad y dejemos el mito de que el docente le tiene miedo al uso de la computadora.

DOCENTE EN EL CRU DE PANAMÁ OESTE.