• 21/08/2019 02:00

Indignación nacional, galopa la corrupción

Los ciudadanos han perdido la confianza en el sistema.

No me referiré al fallo del personaje juzgado; lo menos importante es el nombre del sindicado ni el partido político al que pertenece. Lo indignante de los hechos acaecidos es que el pueblo panameño se encuentra en total indefensión.

Lo sucedido es el precedente de lo que ocurrirá con Financial Pacific, Odebrecht, comida deshidratada del Programa de Ayuda Nacional (PAN), Blue Apple, entre otros, que quedarán en total impunidad y como siempre, el pueblo burlado será, porque galopa la corrupción.

Lamentable nuestro Sistema de Justicia. En casi todos los niveles, ha demostrado letargo, incapacidad e inoperancia, evidenciada en vicios, que dejan prever caerse los procesos, quizás en contubernio con los gobernantes, lo que impide impartir justicia y deja la imagen del Sistema en entredicho, por lo cual se ha perdido credibilidad, profundizando la crisis existente.

Los ciudadanos han perdido la confianza en el sistema. Las leyes se aplican a Pablo Pueblo, al descamisado, al ciudadano de a pie, mientras delincuentes de cuello blanco delinquen organizadamente; blindándose, para que la justicia no los alcance.

Cada cinco años la historia se repite. Un alto porcentaje de políticos y empresarios inescrupulosos aprovechan la ignorancia y necesidad de quienes menos tienen, desplegando sus redes clientelistas para llegar a ser electos, manipulándolos desde el poder político.

Ya electos, accionan medidas populistas que les permitan sostenerse en el poder. Causan lesiones patrimoniales que afectan profunda y directamente al contribuyente de clase media y baja, empujándolo a una vida empobrecida o paupérrima, con carencias de educación y salud, entre otras necesidades insatisfechas, mientras el poder político y económico, inescrupulosamente, enriquece cada vez más sus pecunias.

Este país necesita más que un cambio constitucional, urge un cambio de actitud. De nada sirve tener buenas leyes, si jerarcas gubernamentales deshonestos limitan la ejecución y cumplimiento las mismas. Los ciudadanos tenemos que manifestarnos, exigir respeto, trato digno, transparencia, rendición de cuentas y certeza de castigo para quienes quebranten las ordenanzas y cometan actos que lesionan la dignidad y calidad de vida de la población.

Requerimos campañas sostenidas de educación ciudadana, así como fortalecer el currículo educativo, a fin de trabajar conjuntamente sociedad civil y Gobierno en la formación de un ciudadano crítico, reflexivo, que haga valer sus derechos, con plena conciencia de sus deberes y que con sus acciones pueda percibirse civismo, ética y moral, compromiso social, ineludible para lograr el desarrollo sostenible que merecemos los panameños, por lo que demandamos buenos Gobiernos.

ECONOMISTA Y EDUCADORA.

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