• 05/12/2019 00:00

¿Gerontofobia y oligarquía?

“Los gobernantes solo se preocupan de sus intereses y de los intereses de los oligarcas y no aceptan que un gobernante nacionalista se enfrente a la oligarquía [...]”

Cuando los funcionarios de un Gobierno le ponen obstáculos a quienes piensan bien o tienen intenciones de hacer buenas cosas por las clases oprimidas, ese Gobierno puede ser clasificado como “oligarca” y cuando un Gobierno se olvida o desatiende las cosas que se relacionan con una mejor vida con los jubilados, pensionados y adultos mayores, ese Gobierno debe llamarse “gerontofóbico” y si el Gobierno no cuida de los alimentos y medicamentos, se le llama “canalla”.

Se ha intentado que se consideren planes relacionados con la alimentación, pero estos planes son asesinados en las cunas. En cambio, se piensa en aumentar en los gastos de representación a policías, plan que cuando fue cuestionado por los periodistas, el Gobierno se comprometió a revisarlo.

Qué lástima que los Gobiernos, en lugar de enriquecer a uniformados a quienes se les ha promovido irresponsablemente, solo por el hecho de que reciban mejores salarios lo que el pueblo, me atrevo a decirlo, considera compra de lealtad, cuando en lugar de comprarlos, debe exigirles que justifiquen sus salarios y que trabajen para reducir la delincuencia, mejorar la seguridad y fomentar actividades orientadas a formar buenos ciudadanos, pues para eso es que se les paga.

Y qué decir de una deuda que tiene el Gobierno desde hace más de veinte años y que no les interesa pagar, porque pidió dos mil millones para pagarle a los ricos y así mejorar la economía, cuando las economías mejoran solo cuando el dinero le llega a los hogares del pueblo. Así que pregunto: ¿dónde está nuestro Cepadem?

Ya el pueblo se está dando cuenta de que el objetivo de los oligarcas es enriquecerse para cuando el país colapse, poder largarse, como lo hicieron en Venezuela y en Nicaragua, donde los ricos se hacían más ricos incrementando los precios de los medicamentos y de los alimentos. Pero lastimosamente a nuestros gobernantes no les importa con el pueblo y por eso mantienen desinformada a la clase pobre, para que no se entere de los métodos que aplican los oligarcas para luego irse a vivir en otros países a disfrutar de todo lo que le robaron al pueblo.

Pocos son los gobernantes que, como Evo Morales, se atrevieron a enfrentar a la oligarquía, y hoy día con militares superpagados lo echaron del Gobierno y lo obligaron a irse del país. Nuestros gobernantes critican los Gobiernos como Daniel Ortega y de Nicolás Maduro de la misma forma en que criticaron a Chávez, porque no quieren aceptar que hoy día luchan contra sanciones impuestas por quienes permitieron acabar con la paz, la salud y la educación de sus pueblos.

Los gobernantes solo se preocupan de sus intereses y de los intereses de los oligarcas y no aceptan que un gobernante nacionalista se enfrente a la oligarquía, porque lo señalan de comunista y aplauden a los países poderosos que imponen sanciones que afectan la alimentación, la educación y la salud de los pueblos.

Señor presidente de la República de Panamá, Laurentino Nito Cortizo, soy un hombre mayor que usted que nació y se crió en calle 16 y Próspero Pinel de El Chorrillo, que se graduó en el colegio de Artes y Oficios, que fue becado por el Gobierno brasileño y formado en la Escuela Militar de Especialistas de la Fuerza Aérea de Brasil, que he asistido y tomado cursos y seminarios en varias universidades, desde el norte hasta el sur del continente y que fui contratado como consultor en la OPS y seleccionado como oficial de Reclutamiento para las tropas de la OACI, ambas de la ONU y que a través de mi vida he acumulado muchas experiencias y he aprendido a tratar y conocer a las personas, por lo que me permito pública y muy respetuosamente, recomendarle que: por favor, observe bien lo que está pasando en el país, que deje de hablar en tercera persona y por favor, comprométase de verdad en hacer un buen Gobierno y deje de retar al país con miradas y gestos que se reservan para la UFC y que dañan la imagen de presidente que usted transmitía cuando se vendió como un excelente candidato y haga lo que tiene que hacer. Deje de estar nombrando y poniendo el futuro del país en manos de chiquillos inexpertos, porque eso lo ve el pueblo como pago a quienes financiaron su campaña y como favores a sus amigos y copartidarios.

Concluyo con lo siguiente, no vea en mis palabras irrespeto ni piense que ando en busca de un puestito en su Gobierno, aunque sé que estoy mejor capacitado y mejor intencionado que más del 90 % de todos los funcionarios que usted ha nombrado. Por favor, solo quiero instarlo a que no nos traicioné como lo han hecho otros presidentes. Dele valor al amor que le dieron sus padres y transmita ese amor al pueblo panameño que tanto lo necesita y ubique entre sus objetivos a los niños pobres y a los adultos mayores.

Que Dios lo bendiga y permita que abra su corazón al país.

Especialista, formado en la fuerza Aérea de Brasil.
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