• 07/12/2019 00:00

Carlos Iván, siempre patriota

“Carlos Iván Zúñiga nunca sucumbe a las mieles del poder de la dictadura militar, mantiene la verticalidad de un político institucional nunca electorero”

La épica de la soberanía se inicia con los poetas contestatarios: Amelia Denis de Icaza y Gaspar Octavio Hernández. “Al Cerro Ancón” y “Canto a la Bandera” son el sustento anímico de la saga nacionalista hasta la primera etapa, la cual culmina el 31 de diciembre de 1999, cuando se elimina el enclave colonial y el Canal se hace parte del patrimonio nacional.

La segunda etapa está por realizar: la eliminación del Tratado de Neutralidad, el cual pone a Panamá “bajo el paraguas de Washington” y legaliza las intervenciones del Coloso del Norte, como ocurre con la invasión de 1989.

Celestino Andrés Araúz M., en la magistral obra “Carlos Iván Zúñiga y la Generación del 47: contexto histórico y el rechazo del Convenio Filós - Hines”, puntualiza: hoy vivimos una especie de amnesia colectiva, el interés por lo transitorio, sensacionalista, vacuo y superficial, caracteriza a una sociedad que olvida las raíces originarias y desvaloriza el devenir histórico y cultural.

El ensayo de Celestino es uno de los mejores compendios para comprender las gestas patrióticas del siglo XX panameño, si tuviésemos un Meduca responsable, utilizaría el texto para enseñar la HISTORIA DE LAS RELACIONES DE PANAMÁ CON LOS ESTADOS UNIDOS.

Andrés Araúz, con diseño didáctico, resalta el proceso de colonización del Imperio de Wall Street y sobre todo la permanente agresión psicológica, con el propósito de intimidar a la juventud para que acepte con docilidad: la arrogancia de la política del Garrote, la diplomacia del dólar, el Destino Manifiesto y la Doctrina Monroe.

La mentalidad de protectorado de la oligarquía criolla y sus entidades armadas propician, dialécticamente, una conciencia nacionalista, la cual pacíficamente y con determinación, supera la Patria Boba y desmantela el andamiaje conceptual de las águilas estadounidenses, hasta ser vencidas por las gaviotas de Ricardo Miró.

Los estadistas Eusebio A. Morales, Carlos A. Mendoza y Guillermo Andreve fundan el Instituto Nacional y lo ubican frente a la avenida 4 de Julio y al mítico cerro Ancón. Octavio Méndez Pereira, José Dolores Moscote y Manuel Roy establecen la Universidad de Panamá, cuya primera sede es, casualmente, el Nido de Águilas. Las dos instituciones fortalecen, la memoria histórica y el sentido de pertenencia de la nación panameña.

La década de 1920 aglutina a los distintos sectores vanguardistas, como Acción Comunal, el movimiento estudiantil con sede en el Instituto Nacional, el partido Feminista de Clara González, los frentes sindicales y gremios en la gran Huelga Inquilinaria de 1925 y el rechazo del Tratado Kellogg - Alfaro de 1926. Se da la protesta contra el general Pershing (1920) y el sentimiento nacionalista denuncia las injerencias de los estadounidenses en los asuntos nacionales, como la Revolución de Tule de 1925 con Richard Marsh y la Guerra de Coto de 1921.

El enclave colonial se convierte en un emporio comercial en detrimento de la economía nacional. Surgen el “Gold” y “Silver Roll”, se desarma la policía en 1916 y se da la intervención en Chiriquí, Veraguas, Colón y Panamá en 1918. Estados Unidos es el garante de los elecciones y maneja los “millones de la posteridad”. Los norteamericanos asumen el control de varias instituciones nacionales. El “yes man” y el “Panamá Cede” lesionan la integridad territorial y la soberanía es un artificio. El Tratado de 1936 logra mejoras, las cuales no satisfacen los intereses panameños. Se le llamó “el tratado de la carne y la cerveza”.

Arnulfo Arias, en 1941, rechaza la sumisión del “yes man” y se niega al artillaje de las naves con bandera panameña ante el conflicto mundial y a la

concesión de bases militares en todo el territorio nacional. El panameñismo surge como una doctrina nacionalista. Arnulfo es derrocado por los gringos e imponen a Ricardo Adolfo de la Guardia. Se da el Convenio Fábrega - Wilson que favorece los sitios de defensa “yankees” en el istmo panameño. Panamá es un territorio ocupado militarmente por Estados Unidos. Un gringo es asesor del ministro de Relaciones Exteriores.

La década de 1940 irrumpe con fuerza social, política y nacionalista, hermana a la Federación de Estudiantes de Panamá con el Frente Patriótico de la Juventud y con los gremios de maestros y profesores, con la Unión Nacional de Mujeres de Clara González, los sindicatos y grupos cívicos. Se logra la Autonomía Universitaria, la Ley Orgánica de Educación, la Constitución de 1946. La clase media brilla con hombres y mujeres extraordinarios.

La juventud y la clase media profesional tienen plena conciencia de los abusos e imposiciones de los Estados Unidos en el devenir republicano y por tanto nunca aceptarán el Convenio Filós - Hines de 1947. La Guerra Mundial termina y Estados Unidos debe devolver las bases fuera de la zona canalera. La consigna es “nunca más cesiones territoriales”. El Convenio Filós - Hines está casado con el proyecto del Canal a Nivel.

La ciudadanía militante, de José Dolores Moscote, marcha a la Asamblea Nacional, el 12 de diciembre. La policía, al mando de José Remón Cantera, reprime la manifestación, 40 son los heridos, el más grave es el institutor Sebastián Tapia, queda inválido; son muchos los arrestos.

El pueblo responde con la gigantesca marcha de mujeres el 22 de diciembre, miles sitian a la Asamblea Nacional y obligan al rechazo unánime del Convenio Filós - Hines. “El Canto a la Bandera” de Gaspar Octavio Hernández es declamado por una maestra, el pueblo llora de alegría, se derrota al Coloso del Norte y a los “yes man” de la oligarquía criolla. Panamá recobra la dignidad perdida con el “Panamá Cede” de 1903.

Carlos Iván Zúñiga, siempre institutor, dirige la Federación de Estudiantes de Panamá y es también militante del Frente Patriótico de la Juventud, es protagonista de primera fila en la jornada patriótica. La lucidez, carácter y valor lo distinguen en los momentos más cruciales de la epopeya nacionalista.

1967 le ofrece la oportunidad de fustigar, como diputado a los proyectos de los Tratado Robles - Johnson o “tres en uno”, repudiados por la ciudadanía.

Los Tratados Torrijos - Carter son duramente criticados por Carlos Iván Zúñiga: El Tratado de Neutralidad coloca al país, a perpetuidad, bajo el Paraguas del Pentágono. De acuerdo al espíritu del 12 de diciembre de 1947, la nación panameña debe eliminar todo compromiso que lesione la soberanía.

La invasión de 1989 es avalada por ese tratado.

Carlos Iván Zúñiga nunca sucumbe a las mieles del poder de la dictadura militar, mantiene la verticalidad de un político institucional nunca electorero.

A los 72 años de la jornada patriótica del 12 de diciembre de 1947 mi homenaje a la generación heroica.

Referencia bibliográfica: Araúz, Celestino Andrés / Panamá, Editorial Universitaria Carlos Manuel Gasteazoro, 2018. 166 p. il.

Recomiendo mi libro “La épica de la soberanía” para ampliar información, está en Riba Smith.

Docente, historiador y escritor.
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