• 26/02/2020 04:00

Charlatanes y 'talentos': el caso Hausmann y los empresarios panameños

Hace poco los medios de comunicación se hicieron eco de la presentación que Ricardo Hausmann hiciera ante los gremios empresariales panameños.

Hace poco los medios de comunicación se hicieron eco de la presentación que Ricardo Hausmann hiciera ante los gremios empresariales panameños. El énfasis fue puesto en la importancia de “flexibilizar” las leyes migratorias, que permitan traer “talentos”, cuestión que es esencial para el desarrollo. Aquí me referiré a algunos aspectos que muestran lo que Hausmann piensa de los panameños y de la clase empresarial panameña, pero que esta, debido a su gran capacidad intelectual (“talento”) ni siquiera se percató de los insultos del conferencista.

Sí, así fue, se habló de la “falta de talentos”, pero de esta carencia se autoexcluyó al conferencista (por supuesto; cómo podía el mismo decir que carece de talento, o que sus anfitriones siquiera lo pensaran) y también se excluyeron los empresarios panameños. Hay una expresión que dice que para saber si alguien es o no talentoso, se requiere tener talento, así como para saber qué tan talentoso se es. El que se sea profesor de Harvard o de alguna universidad que se dice de “prestigio” no es prueba alguna de que se es talentoso, y Hausmann así lo confirma. Es probable que el “talento” de Hausmann no le permitió siquiera considerar que estaba insultando a los empresarios panameños, sus anfitriones. Aquí me referiré a la forma en que transmitió la idea. En otro escrito trataré el contenido de la conferencia.

Hausmann reconoce que la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) fue “inventada” cuando “se empezó a deteriorar la relación empresa-sociedad”; “la sociedad entendió”, dice Hausmann, “que la empresa roba de lunes a viernes y pretende ganar indulgencias haciendo donaciones sábados y domingos”, “como Pablo Escobar”, añadió. Pero, aquí viene la parte importante, “el reto es convencer a la sociedad de que lo que la empresa hace de lunes a viernes es valioso para la sociedad”; es decir, no se trata de que en verdad la empresa no robe de lunes a viernes, sino de que la gente no lo piense, y que, contrariamente, piense que es beneficiosa para la sociedad. Esto es el cinismo. Hay que convencer a la sociedad de que la realidad es solo percepción; que en verdad no roban de lunes a viernes, sino que producen bienestar. Es posible que el “talento” de Hausmann y de los empresarios panameños no les permitiera darse cuenta. Este es el trasfondo de la conferencia: “El reto para los jóvenes ejecutivos y empresarios panameños es renovar su licencia social y profundizar su aporte a la Nación”. ¿Qué dice?: El método de engañar utilizado ya está desgastado, hay que renovarlo, buscar nuevas formas de engaño; esto es “renovar la licencia social”.

Sobresale la forma en que transmitió sus ideas a los “talentosos” empresarios panameños. Uso figuritas. El juego de letras (“Scrabble”) para “explicar” el desarrollo. ¿Cómo crecen los países? Añadiendo letras, mezclando esas letras con las que ya estaban, para hacer más palabras, y palabras más largas. ¿Cómo se acumulan las letras? Introduce una imagen de una gallina y un huevo. Quizás pensó que una idea más abstracta podría ser difícil de entender por nuestros “talentosos” empresarios. Igual situación para la productividad. Figura de alguien tirando arado con bueyes y una gran maquinaria; nada complejo. Para la diversidad, tres figuras: un león, una cebra y un oso.

En Panamá primero fue el Canal, luego el Centro Financiero, puertos, aeropuerto y COPA (tenía que resaltar a Stanley Motta), Panamá Pacífico, Ciudad del Saber, Ley de empresas multinacionales, seguridad, educación, salud, entretenimiento, conectividad, sinergias. En esta “acumulación de letras” no apareció la industria y el sector agropecuario; estas son actividades secundarias en la lógica de Hausmann, cuestión que comparte con el grupo de empresarios que lo invitaron, y con la lógica económica de la oligarquía criolla.

En la actualidad, dice, hay que seguir “acumulando letras”, “para crecer, el país va a necesitar de otros motores de crecimiento”. Hay que “importar talentos”. En su versión neoliberal, “mover el conocimiento a los cerebros requiere mucho trabajo” (otra figurita, de una mujer, quizás “la mujer es menos inteligente”, que se agarra la cabeza mientras estudia. ¿Por qué no uso una imagen de un hombre? Nuestros “talentosos” empresarios no se preguntan esto, (incluyendo las mujeres). Afirma: ¡Es mucho más fácil mover cerebros! Difusión del Conocimiento. Esto es realmente una ¡barbaridad! Nuestros países no necesitan desarrollar ciencia básica y tampoco tecnología. ¿Para qué hacer este esfuerzo? Es mejor traerlo del exterior. Otras figuras: dos peceras, en donde se observa un pez (“talento”) saltando a la otra pecera. Es realmente una aberración, pero dice mucho de lo que piensa nuestra clase “empresarial” de la educación, la ciencia y la técnica.

No creo que los empresarios panameños se enteraran del insulto que les hacía Hausmann, pero también estoy seguro que el “talento” de este tampoco le permitió darse cuenta del insulto que hacía; pero bueno, estaban entre “talentos”. Solo los trabajadores panameños son los que no son talentosos.

Profesor de Economía, UP.
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