Las playas contaminadas: ¿un intento peligroso?

Expondremos en este corto artículo de manera sencilla, sin tecnicismos científicos ni legales, nuestras dudas y aprehensiones sobre el intento del alcalde del distrito de Panamá de crear una playa artificial frente a la Cinta Costera de la ciudad capital que cubra parte de los corregimientos de Calidonia y Bella Vista.

¿Se trata siquiera, en primer lugar, de algo que merezca el nombre de un proyecto de inversión económico-social, que genere beneficios de índole turística, recreativa y de salud a la comunidad capitalina y a otros usuarios? ¿La falta de información completa, rigurosa, convincente, justificativa, no nos coloca más bien frente al intento de una acción del alcalde, cuyas características no están claras ante los ojos de posibles usuarios y contribuyentes nacionales y municipales? ¿Cómo puede hablarse de “recuperación” de playas que nunca existieron, antes que de “construcción” de playas artificiales?

¿Ha sido acaso sometido ese intento del alcalde a un análisis de costo-beneficio social, dado a conocer públicamente, que inspire un escrutinio serio, responsable y fehaciente, y una decisión razonada, de manera ordenada, por parte de la comunidad capitalina y del resto del país? En caso de existir dicho estudio de costo-beneficio social, ¿incluye este elementos la enumeración, documentación y sustentación de todos los efectos beneficiosos y costos en el ámbito individual y colectivo? ¿Cuenta este intento con suficientes o abundantes recursos económicos de origen público o privado que le den primacía sobre la innumerable cantidad de graves y viejos problemas de todo tipo que acosan a cientos de miles de habitantes de la urbe?

De acuerdo con las proyecciones de las autoridades distritales, su propuesta costará entre 120 y 140 millones de dólares. ¿Cómo analiza esta cantidad de inversión de los fondos municipales en un solo proyecto? Tiene esta disposición de fondos con el beneplácito del Sector Económico del Gobierno nacional a través del Ministerio de Economía y Finanzas, de la Contraloría General de la República o de otros sectores del Gobierno, o fondos para la descentralización de los Gobiernos municipales?

En los aspectos de ingeniería, ¿hay un estudio serio de la construcción de una playa artificial que estará sometida continuamente a la reducción física por el oleaje y fuerza oceánica, con la necesidad de relleno constante tomando arenas de que áreas y a que costo? ¿Hay cálculos de los efectos sobre el ambiente de las áreas proveedoras de arena? ¿Qué opina el Ministerio del Ambiente?

En adición a los aspectos económicos, ecológicos y políticos, ¿no son los efectos sobre la salud humana los de mayor peligrosidad en este intento de acción del alcalde? ¿Desconocen los impulsores de esta acción que las aguas de la ciudad de Panamá adolecen de un alto grado de contaminación por heces fecales y otros agentes patógenos, que para eliminarla serán necesario años de acciones eficientes y continuas para descontaminación. Que nadar en playas donde el agua o la arena están contaminadas puede causar enfermedades. Los niños, los ancianos y las personas con sistemas inmunitarios débiles son los más propensos a contraer enfermedades o infecciones por entrar en contacto con agua contaminada mientras nadan. Que la mayoría de los nadadores se expone a agentes patógenos de transmisión hídrica cuando tragan el agua. La enfermedad más común que podemos contraer cuando nadamos en aguas contaminadas por aguas residuales es la gastroenteritis. Esta enfermedad aparece de diversas formas y puede presentar uno o más de los siguientes síntomas: náuseas, vómitos, dolor de estómago, diarrea, dolor de cabeza o fiebre. Solo el contacto del agua contaminada con la piel o los ojos puede provocar una infección. En algunos casos aislados, los nadadores podrían contraer enfermedades o infecciones, si tienen una herida abierta que entra en contacto con el agua contaminada?

¿Cuál es la posición del Ministerio de Salud Pública? ¿Aprobación? ¿Negación? ¿Omisión?

¿Cuál es la posición del Ministerio Público? ¿Son sus autoridades conscientes de que probablemente estamos frente a una propuesta que podría ser una amenaza flagrante a la salud de miles de personas, una especie de atentado contra la Salud Pública, por autoridades que tienen una representación y responsabilidad pública y que disponen de fondos públicos? ¿Está la comunidad de nuestra ciudad inerme? ¿Quién la defiende? ¿Quién la representa?