Elecciones 2020, Trump, coronavirus

Muchos analistas están especulando sobre que el presidente de los Estados Unidos está manejando mal el caso del coronavirus y eso le va a costar las elecciones presidenciales del 2020. Yo no estoy tan seguro de eso, hace unos días escuché a Trump en su conferencia de prensa hablar sobre la pandemia y Trump se refirió al coronavirus como “China virus”. Trump está en medio de su campaña a reelección presidencial y una campaña política es como ver una película de cine. Tienes al protagonista (el héroe) y el antagonista (el villano). Todo candidato a la Presidencia trata de ser el héroe, combatir y vencer a su adversario (el villano).

Los Estados Unidos, como poder mundial, ha protagonizado y producido esta película mejor que ningún otro país a nivel global. Si echamos para atrás, los héroes en los 80 eran los americanos y los enemigos principales o villanos era la Unión Soviética (cada década pudieron haber más de un enemigo. Por ejemplo: Noriega también era un “villano” en los 80); en los 90 héroes americanos y villano Saddam Hussein; 2000, héroes americanos y villano Osama Bin Laden; 2010 héroes americanos y villanos Talibán/ISIS; 2020, héroes americanos y villanos los chinos. (No es que los Estados Unidos tengan un problema personal con estas personas, grupos o países, en algún momento pudieron haber sido hasta aliados, es un tema netamente económico y geopolítico, NO personal).

El capitalismo americano para funcionar necesita un villano que justifique moralmente los gastos estatales para la industria de armamento militar. De la industria militar surgen muchas cosas buenas para la población americana: empleo, nueva tecnología, activación económica, protección de bienes, seguridad nacional.

¿Pero qué soldado americano va a ir a la guerra para justificar que los Estados Unidos gaste más dinero en armamento? ¡Ninguno! Pero todos dan su vida por pelear contra el villano. ¿Y quiénes nos han inculcado, desde la infancia, la película de sacrificar todo por el bien y pelear contra el mal?: Disney y Hollywood. En lo más profundo de nuestro cerebro está cableado el concepto del bien y el mal y el héroe vs. el villano, y eso no lo podemos cambiar conscientemente. Por eso las campañas presidenciales en los Estados Unidos se tornan en contra de un enemigo o un villano. Cada candidato escoge quién es su enemigo; en algunos casos el villano puede ser tu adversario político, un grupo, un país extranjero, o un tema.

Si el villano de turno es China, los demócratas y los republicanos van a pelear para demostrarle a la población americana quién es más fuerte contra China. Es decir, qué candidato es el Alfa contra los chinos. Y en esta pelea no hay nadie que le gane a Trump. Él ya está atacando a los chinos de una forma muy inteligente con el virus, llamándolo “China virus”; mientras tanto tienes a los demócratas saliendo a decir que es racista. La presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, la demócrata, Nancy Pelosi y la congresista demócrata Judy Chu han salido atacando fuertemente al presidente Trump en las últimas semanas por asociar el virus a China.

Si hay algo que Trump entiende, es su electorado; él sabe quiénes son. A él le beneficia que lo ataquen por llamar el coronavirus, “China virus”. Trump, políticamente, es brillante (aunque algunos lo odien), hay que reconocer que a él no le importa insultar a un grupo, país o persona, con tal de reforzar su imagen con su base de votantes. Trump está polarizando la elección del 2020 y cada vez que los medios de comunicación y sus opositores políticos atacan a Trump como racista o xenofóbico por llamar el virus “China virus”, le están haciendo campaña a su favor. (Trump ya utilizó esta misma estrategia en la campaña del 2016, con el muro de México con la frontera de los Estados Unidos).

Con cada insulto y cada ataque que le hagan sus opositores a Trump con el concepto de “China virus” lo están ayudando a ganar las elecciones del 2020. Porque si Trump ataca a China, y Trump es atacado por los demócratas por pegarle a los chinos, entonces Trump refuerza su persona como el héroe de la película para su electorado. The End.