• 28/06/2020 00:00

Webinar sobre el Agro

Ciertamente durante esta pandemia han surgido algunas rutinas que antes ni siquiera entendíamos, mucho menos hacíamos. Una de esas es asistir a reuniones virtuales o participar de foros por zoom o teams.

Ciertamente durante esta pandemia han surgido algunas rutinas que antes ni siquiera entendíamos, mucho menos hacíamos. Una de esas es asistir a reuniones virtuales o participar de foros por zoom o teams. Y seguramente al final de la cuarentena, cuando todo vuelva a la normalidad, vamos a extrañar la conveniencia de atender una reunión o participar de un foro desde el confort de la casa, el carro o la oficina.

La verdad es que, de todos los webinar en los que he participado -y son varios-, el del Agro el miércoles pasado destaca entre los mejores. Organizado por la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, contó con la presentación del viceministro del MIDA, Carlos Rognoni, en donde por espacio de 90 minutos explicó todo lo que se ha hecho y lo que se está haciendo a nivel del sector agropecuario en medio de la crisis de la COVID-19.

El presidente Jean Pierre Leignadier abrió el foro y reiteró lo que la Cámara ha señalado desde el año pasado en su documento Agenda País: Panamá requiere de una estrategia integral para el Sector Agro en el que participen productores y consumidores, y tenga como objetivo la creación de un aparato productivo que genere mayor competitividad y se enfoque en las exportaciones. Es decir, el Gobierno debe asumir su verdadero rol de facilitador y permitir, con reglas claras, que los productores hagan su trabajo.

Consciente de que nadie sabe qué va a pasar ni cuánto tiempo va a durar, Rognoni fue enfático en reconocer que lo fundamental ahora es garantizar la seguridad alimentaria de los panameños. Y en ese sentido, destacó varios puntos del trabajo que hay que hacer para sobrellevar la crisis y asegurar esos tres platos de comida diarios para toda la población:

1) Fortalecer la capacidad productiva de los rubros básicos, especialmente arroz, azúcar, leche, cebolla, tomate y papas.

2) Agregar valor a la producción nacional y diferenciar la oferta a través del desarrollo de la agroindustria y la agroexportación.

3) Transformar a la población rural por medio de más educación y mayor capacitación tecnológica.

4) Revisar los tratados de libre comercio para revertir la tendencia en el aumento de las importaciones y dar mayor importancia a las exportaciones.

5) Cuidar el mercado nacional a través de una reingeniería comercial que permita primero satisfacer las necesidades de nuestros consumidores.

Afortunadamente, el sector agropecuario es el único dentro de la actividad económica que no se ha detenido durante la pandemia y es por eso en gran parte que no han faltado los alimentos. El viceministro aseguró que el MIDA seguirá fortaleciendo las cadenas agroalimentarias para responder la producción nacional y responder a las necesidades de los productores y consumidores.

No obstante, la crisis creada por la COVID-19 plantea varias situaciones, y una de ellas es definir qué es lo más urgente en el sector agropecuario que no puede esperar hasta que termine la pandemia. Y lo más fundamental aquí en Panamá es sembrar arroz. No solo antes éramos autosuficientes e incluso exportábamos, sino que ahora somos deficitarios y tenemos que importar, a veces, a precios y calidades no muy convenientes. Y eso debe cambiar. Y pronto Rognoni igualmente señaló que el MIDA debe invertir en un sistema de captación de información para poder tener disponibles estadísticas más efectivas para la toma de decisión. Conocer la cantidad de hectáreas sembradas o por cosechar es importante, al igual que la cantidad de quintales en molino o empacados. Eso no solo asegura la oferta, sino que tranquiliza a la población.

La semana pasada apareció un titular en varios periódicos de la región, tras declaraciones de Alicia Bárcenas de la Cepal, que decía: “La crisis sanitaria (por la COVID-19) puede convertirse en una crisis alimentaria”. Y eso es muy serio y hay que atenderlo de inmediato y con responsabilidad, porque en Panamá se estima que más de 400 mil personas pasarán a la lista de desempleados antes de fin de año y posiblemente no podrán cubrir sus necesidades básicas alimentarias.

Ahora, más que nunca, se requiere trabajar la agricultura con eficiencia, productividad y competitividad. Porque, como decía el exministro Pedro Adán Gordón, “la agricultura es más que cuidar un campo o tener una finca. En ella coinciden las ciencias de la vida, la genética, la tecnología de semillas, las aptitudes de los productores, las preferencias de los consumidores, los métodos de transporte, las legislaciones sobre agroquímicos y la coordinación de las cadenas de comercialización”. Por eso, en estos momentos de crisis, debemos prepararnos para lo que será el pos-COVID1-9. Y qué mejor manera de hacerlo que renovando nuestra relación con el campo, tratando de crear oportunidades para la población y asegurando la principal y más fundamental necesidad del ser humano, que es consumir alimentos para vivir.

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