• 02/11/2020 00:00

Las encrucijadas de los martes 3 de noviembre

Mañana celebramos 117 años de nuestra separación de Colombia. Ya los relatos históricos cuentan sobre las calculadas estrategias para lograr el objetivo de la independencia.

Mañana celebramos 117 años de nuestra separación de Colombia. Ya los relatos históricos cuentan sobre las calculadas estrategias para lograr el objetivo de la independencia. Este año, la pandemia provocada por la COVID-19 y la obligación de protegernos, ha cambiado las formas de celebración. De seguro, la normalidad esperada para el futuro nos llevará nuevamente a rendirle el tributo acostumbrado a la Patria y a los que hicieron posible aquella separación, aquel martes 3 de noviembre de 1903.

Muchos ya no se acuerdan, pero en 1981 los actos y las celebraciones también fueron suspendidos. Casualmente, ere martes 3 de noviembre. La Banda Republicana no encabezó los desfiles, no sonaron los tambores ni los clarines. La Estrella de Panamá informó que el Gobierno suspendió todas las celebraciones por recomendación de las autoridades de salud “por las conocidas epidemias de Meningitis Viral y Conjuntivitis Hemorrágica, que sacuden al país”.

Pero hay otro acontecimiento de significativo valor que ocurrió otro martes 3 de noviembre, un evento patriótico que dejó una tradición que ha perdurado desde entonces y que, por cada año que ha transcurrido, llena de sentimientos emocionales a los hijos de esta patria.

Movidos por la falta de un sentido de independencias plena y, motivadas por la Operación Soberanía de mayo de 1958, hace 61 años, el 3 de noviembre de 1959, se realizó “La Operación Siembra de Banderas”, organizada por el diputado Aquilino Boyd y el Dr. Ernesto J. Castillero Pimentel. En conjunto con la Unión de Estudiantes Universitarios, invitaron al pueblo panameño a marchar en forma pacífica a la Zona del Canal portando la bandera panameña, como un acto de reafirmación de la soberanía de Panamá. Esta nueva incursión produjo el violento rechazo de la policía de la Zona del Canal y posteriormente, a solicitud del gobernador de la Zona, el Ejército estadounidense actuó violentamente contra los manifestantes panameños. Más de un centenar de heridos fue el resultado de esta acción soberana.

Sobre este hecho, el periódico en inglés “The Star & Herald”, del 5 de noviembre de 1959, informó que: “Al amanecer de ayer [4 de noviembre de 1959], las tropas del ejército habían colocado barricadas de alambre de púas en las intersecciones que daban con “el límite”, Calle J y el Palacio Legislativo y a lo largo de la avenida 4 de Julio. Las barricadas eran protegidas por tropas con uniformes de campaña y en algunos puntos se colocaron ametralladoras. Autos, buses y peatones provenientes de Panamá que entraban por “El Límite” y el cruce de San Miguel, eran revisados para verificar su identificación y destino”.

Pasado los acontecimientos, la Asamblea Nacional de Panamá, hizo pública la Resolución número 9, del 9 de noviembre de 1959, en donde resolvió: “Condenar de la manera más enérgica los actos de violencia perpetrados por la policía de la Zona del Canal y el ejército de los Estados Unidos en perjuicio de ciudadanos panameños y protestar, asimismo, por el ultraje de que fue víctima nuestra Bandera Nacional” y: “No descansar hasta lograr que la Bandera Panameña sea izada en nuestro territorio de la Zona del Canal”.

El diputado Boyd señaló al “The Star & Herald”, que: “Creemos que el objetivo de realizar una reafirmación simbólica de nuestros derechos soberanos en la Zona del Canal el 3 de noviembre se cumplió plenamente. Creemos que actos de esta naturaleza son necesarios y convenientes para la causa de Panamá”.

Mañana en los Estados Unidos culminan las elecciones para un nuevo Gobierno. Se da la posibilidad de cerrar una etapa en donde lo peor y más peligroso de la cultura racista y xenofóbica que ha perdurado en ese país desde su concepción y la corrección social sea el más grande de los retos que, de ganar un nuevo Gobierno, debe asumir frente a las amenazas de enfrentamientos civiles, pase lo que pase.

Esa cultura la enfrentaron los panameños hace 61 sembrando banderas aquel 3 de noviembre. Nuestro insigne escritor Joaquín Beleño emotivamente señaló que: ¨Quien siembra banderas, cosecha soberanía”. Mañana, martes 3 de noviembre, la población de los Estados Unidos enfrenta en las urnas un reto determinante que el pueblo panameño vivió en carne propia y desafió con determinación y coraje. Una encrucijada que el resto del mundo observa con detenimiento. Sembrar banderas es el sublime símbolo para alcanzar la dignidad.

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