• 21/12/2017 01:02

2014—2019, el quinquenio perdido

‘Recapacite, Señor Presidente, y haga el esfuerzo, en 18 meses que le quedan, de enderezar el timón y generar el ambiente para que la campaña política fluya lo menos accidentada posible'

Hoy, tenía pensado hablar del significado verdadero de la Navidad para los cristianos del mundo, sin embargo las circunstancias que vive el país me obligan a referirme a las dos últimas designaciones hechas por el presidente Juan Carlos Varela para ocupar las vacantes que quedarán en la Corte Suprema de Justicia a partir del 1 de enero del 2018.

Desde hace semanas, el presidente Varela había advertido al país que haría uso de la facultad constitucional que le permite la designación de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, dejando a un lado la fórmula utilizada en el 2015 por él mismo, en la que sometió 10 nombres de una lista de más de 90 personas que presentaron sus documentos al Pacto de Estado por la Justicia y a Movin para su evaluación.

Todos los panameños esperábamos al menos que esta vez la selección fuera hecha tomando en consideración la independencia, la trayectoria, la experiencia en temas inherentes a las salas donde se dan las vacantes, obras escritas, artículos publicados y participación en la vida pública. Pasaron los días y no fue hasta el viernes 15 en horas de la tarde, mientras los panameños se movilizaban en medio del agobiante tranque de la ciudad en vísperas de Navidad, día de quincena y décimo tercer mes que el presidente y su equipo de gabinete nos anunciaron por Twitter el nombre de las dos designadas. Por un lado, la licenciada Zuleyka Moore que no fue sorpresa para nadie, ya que hace semanas se venía mencionando su nombre y Ana Lucrecia Tovar de Zarak, activista de la campaña a la Presidencia del candidato Varela y esposa del panameñista y todavía viceministro de Economía y Finanzas, Iván Zarak.

Pensar que la renuncia del viceministro de Economía y Finanzas el jueves 14 de diciembre para designar a su esposa el 15, eliminaría cualquier duda en la población respecto a su independencia es una verdadera falta de respeto. En mis casi 30 años de ejercicio periodístico no recuerdo haber leído o escuchado los pronunciamientos de la licenciada Tovar sobre temas de interés nacional, excepto el apoyo que dio en redes sociales a los movimientos que defienden la unión entre parejas del mismo sexo. Si entramos a la página web del Órgano Judicial a revisar las actuaciones de la licenciada Tovar como litigante nos percatamos de que no aparece absolutamente nada.

En cuanto a la fiscal Zuleyka Moore, debo ser honesto y reconocer que la única vez que la he visto en persona fue el 9 de noviembre en la sala de audiencias del Palacio Gil Ponce durante la audiencia del caso Odebrecht. La licenciada Moore fue sumada al equipo de fiscales anticorrupción con la llegada de la procuradora Kenia Porcell en el año 2015 con el propósito de que se encargara de las investigaciones de todos los casos de corrupción de la pasada administración. Con el pasar de los años se le asigna otra misión: investigar todo lo relacionado con el escándalo Odebrecht en Panamá.

No tengo ninguna duda de que la fiscal Zuleyka Moore tiene el perfil y la experiencia profesional para ocupar un cargo de tal envergadura, sin embargo las circunstancias que se presentan hoy día deben llevarnos a meditar un poco sobre esa designación. Son tantos los casos de alto perfil en los que han participado la licenciada Moore y sus colegas fiscales que se tendrá que declarar impedida en muchos de los procesos que lleguen a la Sala Penal y al Pleno de la Corte Suprema de Justicia y esto de seguro tendrá sus efectos negativos en el desarrollo de la justicia que ya de por sí camina a paso de tortuga.

Presidente Varela, a muchos panameños nos gustaría saber ¿qué pasó el 1 de julio del 2014? Le hago esta pregunta, pues muchos pensamos en ese momento, luego de analizar sus promesas de campaña, sumadas al discurso de toma de posesión, que usted encabezaría un gran movimiento nacional cuyo resultado sería la verdadera transformación del Estado, comenzando por una nueva constitución.

Hoy, creo que todo fue parte de un libreto aprendido y elaborado para conseguir votos, porque al final el país sigue igual o peor en algunas temas. Me siento, como muchos panameños, estafado, pues tuve la fe de que al menos tendríamos una nueva constitución. Recapacite, Señor Presidente, y haga el esfuerzo, en 18 meses que le quedan, de enderezar el timón y generar el ambiente para que la campaña política fluya lo menos accidentada posible.

PERIODISTA

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