• 14/05/2021 00:00

Nuevo mercado laboral: impacto en la CSS y las finanzas públicas

“Les toca a todos los sectores […] poner su cuota de sacrificio y debemos buscar soluciones creativas y realistas que garanticen, por lo menos, 20-30 años de sostenibilidad de las pensiones”

En artículos pasados he escrito sobre el impacto de la cuarta revolución industrial (tecnología) y como la pandemia de la COVID-19 adelantó en, por lo menos, 5-6 años la implementación de esas tecnologías en las empresas a nivel mundial. Hoy, quiero hablar de cómo la tecnología está impactando el mercado laboral y cómo eso va a afectar las finanzas del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja de Seguro Social.

Desde el año 2018 el Programa de IVM comenzó a usar sus reservas, lo cual nos tomó por sorpresa, cuando se divulgó esta noticia al comienzo de la gestión del presidente Cortizo. Nadie se imaginaba que la situación era tan precaria y queda claro que no se pueden postergar un solo día más las reformas que requiere la CSS para darle sostenibilidad a las pensiones de los jubilados. Dichas reformas deben incluir cambios paramétricos (aumento de edad de jubilación, aumento de cuotas, aumento de aportes). Decir lo contario es pura demagogia. También requiere una reingeniería de la CSS para hacerla una institución mucha más eficiente. Por ejemplo, hay 1.2 empleados de salud por cada administrativo, mientras que en Costa Rica es más de 5 de salud por cada administrativo. Esperar que el Gobierno asuma el déficit actuarial que requiere el IVM se aleja de la realidad de la capacidad financiera y presupuestaria del Estado.

Un sistema de pensiones como el IVM es una pirámide que requiere de nuevos cotizantes para mantener los pensionados. Sin embargo, esa pirámide se ha invertido, dado que la tasa de natalidad ha bajado en el tiempo. Es decir, el número de pensionados ha aumentado más rápido que el número de nuevos cotizantes. Ahora tenemos otro fenómeno que está ocurriendo y que seguirá como tendencia. Es el aumento de empleos informales comparados como empleos formales. En el 2011 la informalidad representaba el 37 % de la población económicamente activa (PEA). En el 2019 esa cifra era de 45 % y en el 2020 está en 53 %. Esta última se debe en parte a la pandemia, pero yo argumento que aparte de la pandemia, esta tendencia continuará y aquí explico por qué.

La revolución tecnológica llegó para quedarse y la pandemia solo aceleró su implementación. Estamos viendo un crecimiento de lo que se llama el “gig economy”, lo cual es un mercado laboral caracterizado por contratos a corto plazo o contratistas independientes, en vez de empleos permanentes. Ejemplos de esto en Panamá son los que manejan Uber y los periodistas que trabajan para todos estos nuevos medios informativos digitales. También, siendo un país cuya economía es 75 % de servicios, es en el sector servicios donde veremos más de esto conocido como el “gig economy”. A futuro, los empleos formales serán en la industria y la manufactura, sectores que en Panamá representan un % bajo del PIB.

¿Por qué menciono esto? Porque ahora mismo se está dando un diálogo para salvar el Programa de IVM de la CSS. Pero temo que nadie está tomando en cuenta esta tendencia que mencioné anteriormente. Entonces, aparte de los cambios paramétricos de aumentos de edad y cuotas, tenemos que tomar en cuenta que cada vez habrá menos cotizantes comparados con jubilados. Esto es insostenible, desde un punto financiero y, como mencioné anteriormente, tampoco es factible que el Estado asuma ese compromiso.

Entonces, ¿qué hacemos para lograr la sostenibilidad del IVM? Yo propongo que se aumente el ITBMS al 10 % y que ese diferencial del 3 % del aumento propuesto sea exclusivamente para el Programa de IVM. Cada 1 % de ITBMS de venta representa cerca de $140 millones hoy día. Es decir, el 3 % equivale a $420 millones aproximadamente, que le tocaría a la CSS para salvar las pensiones de los jubilados.

Ya puedo escuchar las quejas de la ciudadanía que no se aguantan más impuestos. En la situación actual, eso es cierto, pero no vamos a estar sumergidos en una recesión para siempre. Ese aumento del ITBMS se puede hacer escalonado, subiendo un 1 % anual a partir del 2022. Lo otro que tenemos que reconocer es que la tributación en nuestro país es muy baja, comparado con otros países y eso gracias a los aportes que el Estado recibe del Canal. Pero, si vemos el 7 % que se cobra de impuesto sobre la venta es el más bajo de la región y por lejos. También el 40 % de los bienes y servicios no pagan ITBMS, a diferencia de la mayoría de los países. Aquí están exentas la comida, la salud, la vivienda y la educación.

No se puede dilatar más las reformas que requiere el Programa de IVM de la CSS. No hacerlo, pone en riesgo la estabilidad social y las finanzas del país. No es tiempo de demagogia ni de tratar de sacar provecho político de una situación que nos afecta a todos. Les toca a todos los sectores de la sociedad poner su cuota de sacrificio y debemos buscar soluciones creativas y realistas que garanticen, por lo menos, 20-30 años de sostenibilidad de las pensiones.

Ex ministro de Estado.
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