• 05/06/2021 00:00

CSS: ¿en manos de quiénes estamos?

“Hace algún tiempo les he venido señalando la odisea que tiene la gente para que le entreguen la cuenta individual y les he indicado casos puntuales […]”

Cada vez que escuchamos declaraciones sobre la Caja de Seguro Social, pareciera que nos quieren decir que el problema es el programa de IVM en el subsistema de beneficio definido, que tiene dificultades financieras que afectan las reservas.

Nos dicen que los estados financieros reflejan razonablemente la situación financiera de la institución. La pregunta que tenemos que hacernos es ¿por qué la Junta Directiva no hizo lo que le manda la Ley: presentar una propuesta para resolver el déficit que se producía, que obligaba a la institución a hacer uso de las reservas?

De los problemas estructurales hablan en tercera persona, como eximiéndose de la responsabilidad que les compete, cuando dicen “la falta de medicamentos, mora quirúrgica, largas filas de espera para citas con especialistas, saturación del cuarto de urgencia que deben ser enfrentados por la sociedad en su conjunto”.

Sería largo enumerar los problemas de gerencia que tiene la institución, a los que nos hemos referido en otras oportunidades; pero, para referenciar un poco lo que hemos venido señalando y veamos que no es solo el programa de IVM que anda mal, les comentaré un intercambio de impresiones que he tenido con funcionarios de la CSS a bajo perfil.

Hace algún tiempo les he venido señalando la odisea que tiene la gente para que le entreguen la cuenta individual y les he indicado casos puntuales de situaciones que considero irregularidades y su respuesta es que “eso se está haciendo bien”, de manera que por esa vía no veo solución.

En las provincias de Chiriquí, Herrera y Coclé se han dado los siguientes casos:

La asegurada solicita su cuenta individual y no hubo forma de que se le entregara. Cuando le llega la resolución, le permitieron conocer la exposición de motivos que sustenta la resolución donde se indican los 10 mejores años. A insistencia de ella, le envían copia de las cuentas individuales y, al revisarlas, se entera de que el total de cuotas con que se le calculó la pensión no coincide con las que están en la cuenta individual.

En otro caso, el asegurado se niega a firmar la resolución porque no le han entregado su cuenta individual, y, por más que ha insistido, se la han negado, aduciendo que no se puede entregar ningún informe.

En este caso, no le entregan la cuenta individual, le dicen al asegurado que se mostró inconforme con el monto de su pensión, que firme la resolución y que luego haga una solicitud de revisión del caso, pero ni siquiera sabe cuáles son los mejores 10 años sobre los cuales se le calculó la pensión.

Estos temas no son para el diálogo, la administración debe resolverlos, ya que eso demuestra que el sistema es vulnerable, porque si no hay coincidencia entre el número de cuotas totales y la sumatoria de lo que aparece en las cuentas individuales, significa que el cálculo de la pensión no es correcto.

Por eso nos preguntamos: ¿en manos de quiénes estamos? Cuando se señalan problemas, en vez de tener una actitud proactiva para resolverlos, nos dicen que todo está bien. ¡Qué bueno sería que nos hubiesen contestado “vamos a enviar un comunicado, para que sepan todos los asegurados que, cuando hagan su solicitud de pensiones, se les va a entregar su cuenta individual, para que puedan hacer sus cálculos”! Eso se llama transparencia, palabra en boga por los directivos de la CSS.

Gerente de Servicios de Salud.
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