• 10/11/2021 00:00

Propaganda, educación y comportamiento equilibrado

“Reconocer el aprendizaje social y la propaganda puede hacer que los jóvenes estén más alertas a lo que es censurable para su cuerpo y su mente […]”

La sociedad actual atraviesa una revolución tecnológica e informativa de gran magnitud. Pero muchos jóvenes no están anuentes a los factores que podrían manejar su conducta en lo individual y colectivo. El aprendizaje social y la propaganda, por ejemplo.

El aprendizaje social es la capacidad de aprender mediante la observación o instrucción de miembros que pertenecen a un mismo grupo. Desconocer este factor despreviene a los jóvenes para identificar los sistemas o conductas en su entorno que puedan afectar su desarrollo o conducta en mediano y largo plazo. Y es que hay tantos hábitos en nuestra sociedad, muchos influenciados por propaganda, que nos han sumido en lo que parece un callejón sin salida.

Propaganda no es una publicidad, y si la sociedad no reconoce la propaganda, entonces está limitada para entender los mecanismos que mantienen funcionando los sistemas naturales y que involucran también los sistemas sociales y de desarrollo humano.

Propaganda es el acto de influir sobre la conducta de un individuo o grupo, alcanzando su mente mediante mensajes directos o subliminales de distinto tipo, como visuales, auditivos, y hasta olfatorios. Comprender estos factores podría ayudar a resolver problemas actuales o futuros por nosotros mismos y lograr una sociedad mejorada.

Reconocer el aprendizaje social y la propaganda puede hacer que los jóvenes estén más alertas a lo que es censurable para su cuerpo y su mente, y su calidad de vida podría mejorar. Si estos temas se abordaran en el primer ciclo de la educación secundaria, pienso que tendríamos una sociedad más equilibrada, con menos violencia, y menos gasto público. Porque una propaganda negativa para el comportamiento de las sociedades, en el largo plazo, repercute en costos económicos y humanos para tratar de revertir los efectos negativos. Precisamente lo que ocurre en nuestro país.

Deberíamos enfatizar desde la escuela secundaria los aspectos de apertura mental, apertura de conciencia y reconocimiento de la subliminalidad. Debe existir algún mecanismo para lograrlo. Obtendríamos una nueva, sana y mejorada juventud panameña que sepa disfrutar de la música, la lectura, la pintura, el internet o la televisión sin caer en las trampas piadosas del mercado. Porque lo subliminal puede instalarse en su mente y modificar su conducta para bien o para mal. Sería una juventud con más autocontrol.

Solo caminar por el barrio, por la ciudad, y por muchos corregimientos de la capital y las provincias veo propaganda humana. Al igual que escuchar algunos temas musicales siempre de moda o ver algunas novelas, películas o programas de televisión noto la propaganda. Todo un “modus” social creado para la decadencia humana. Los jóvenes se prepararán mejor que yo para esto. Estoy seguro. Desde ahora autocontrol es la marca.

Departamento de Fisiología y Comportamiento Animal, UP.
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