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- 19/12/2020 00:00
Hacia el 2021
Sin lugar a duda, el 2020 quedará grabado en la historia como un año de muchos desafíos, retos, emprendimientos y situaciones muy difíciles que nadie esperaba. Un año, en el cual hemos aprendido a ser más solidarios con los que menos tienen y a valorar más aún, cosas que antes dábamos por sentadas, tales como tomar un café con un amigo, dar un paseo por el parque, o compartir más tiempo con la familia.
Las adversidades que atravesamos durante estos meses nos han enseñado a ser más fuertes, a reinventarnos, a tener más disciplina, a cultivar la paciencia, humildad, el agradecimiento, a cuidar más nuestra salud y el medio que nos rodea.
Nuestros hogares se convirtieron en salones de clases, gimnasios, oficinas, pastelerías y, hasta en salas de belleza. Y es precisamente en ese espacio llamado “hogar”, donde se deben reforzar los valores y la conciencia social para salir adelante, en busca del futuro que nos aguarda.
Definitivamente, aquellos valores adquiridos en casa; transmitidos por nuestros ancestros son los que nos ayudan a tomar las mejores decisiones en la vida, a conducirnos de manera positiva para vivir armónicamente, y, en consecuencia, a construir una mejor sociedad; son la esperanza para hacer del mundo un mejor espacio para todos. El respeto, la honestidad, el apoyo, el afecto, la generosidad son cualidades de gran importancia en toda sociedad, puesto que la hacen más sana, más feliz, más culta y efectiva para resolver situaciones críticas.
En consecuencia, la situación que hemos pasado y estamos viviendo, ha venido a demostrar una vez más, que el ser humano tiene un gran potencial e incalculable capacidad para lograr grandes trasformaciones, por lo tanto, todos tenemos un objetivo en común, que es salir adelante lo más rápido posible de estas difíciles circunstancias. En otras palabras, debemos esforzarnos por mantener esa “conciencia ciudadana” de cuidarnos y cuidar al otro.
A pocos días de iniciar el 2021, es imprescindible preguntarnos: ¿realmente, estamos haciendo todo lo posible para aportar a que la actual situación en el país tome otro rumbo?, ¿qué más podemos ofrecer para contribuir al bienestar de la sociedad? Brindar esperanza, coraje, valentía, una frase de aliento a través del móvil; parecen cosas sencillas, pero lo cierto es, que pueden cambiar el sentimiento y la manera de actuar de una persona que esté experimentando un momento crucial. Cuando un individuo abre su corazón, cuando es escuchado por otro, cuando siente que los demás están compartiendo sus dificultades y sus retos, su organismo responde de una forma positiva; se siente más confiado para hacer frente a la dificultad. Un principio establecido por la psicología es que, al apoyar a otras personas, también nos ayudamos nosotros mismos.
Todo ser humano tiene algo maravilloso que aportar, solo hace falta descubrirlo, y en estas circunstancias de la vida, es cuando debe aprovecharse para sacar la mejor versión de uno mismo.
Al respecto, el Dr. Daisaku Ikeda, filósofo, escritor y presidente de la Soka Gakkai Internacional, menciona en uno de sus escritos: “Tenemos que lograr una comprensión más profunda de nuestro potencial verdaderamente ilimitado y también, de nuestros aspectos vulnerables; debemos aprender a desarrollar nuestras fortalezas individuales mediante el apoyo mutuo. Como seres humanos, nos resulta natural mirar hacia delante. Nuestros ojos lo hacen naturalmente. En tal sentido, estamos hechos para avanzar hacia un objetivo. Al mismo tiempo, ayudar a otros que sufren fortalece nuestra capacidad para resolver problemas y dificultades con coraje. Al esforzarnos junto con los demás y por el bien de los demás, es posible convertir las situaciones más tensas en una oportunidad para vivir con una nueva energía y concentración”.
Por lo tanto, a escasos días de culminar el 2020, se hace URGENTE que reflexionemos sobre las acciones que estamos generando en el presente, ya que, nosotros creamos nuestra realidad y somos nosotros en exclusiva, quienes podemos cambiarla hacia un futuro lleno de prosperidad, en unidad, con sentido común, teniendo paciencia y, respetando la dignidad humana.