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- 17/10/2022 00:00
Por qué los partidos políticos no están en las protestas populares
A pesar de que muchos de los manifestantes pertenecen a partidos políticos, en las protestas populares, no hay presencia de banderas, suéteres, pancartas o gorras del PRD, Molirena, CD, Panameñista, RM ni independientes; pero sí hay gremios y organizaciones sociales que vitorean consignas populares con ritmos folclóricos o con sonoras bocinas.
En Veraguas, está la Alianza Nacional por los Derechos del Pueblo Organizado (Anadepo), que agrupa 22 organizaciones (docentes, ganaderas, pesqueras, agrícolas, de transporte y estudiantiles); en Panamá, la Alianza Pueblo Unido por la Vida, integrada por el Suntracs, asociaciones de profesores, sindicatos. Además, participan gremios de la salud (médicos y enfermeras) y centrales de trabajadores. Y la Coordinadora Nacional de los Pueblos Indígenas, conformada por siete (7) pueblos originarios.
Estas protestas fueron respaldadas por la gran mayoría de la sociedad panameña, dado que todos coincidieron en resolver tres graves deficiencias del modelo socioeconómico y político nacional, exacerbado por el COVID-19 y crisis acumuladas en Gobiernos anteriores, estos son: baja del precio de combustibles, disminución del precio de la canasta básica de alimentos y el control de precios de los medicamentos.
Ante este gran descontento popular, que reflejó la profunda insatisfacción de la población que soporta los embates socioeconómicos de la desigualdad social y la mala redistribución de las riquezas, se hace necesario preguntarse ¿por qué en estas manifestaciones populares no estuvieron presentes los partidos políticos nacionales?, será que ya no representan al pueblo en la vida democrática nacional, dejaron de luchar por un mejor bienestar social de las grandes mayorías de la población nacional, ya no son organizaciones de ciudadanos para que tengan acceso al ejercicio del poder público; sino que ahora solo están hechos para que sus cúpulas sigan eternamente en el poder político, haciendo normal el clientelismo en cada votación electoral, haciendo de la coima, de promesas laborales, donaciones de alimentos y bebidas alcohólicas y el “salve” por cada voto, los elementos partidistas que permiten ganar los puestos de representantes, alcaldes, diputados y Presidencia, con el fundamento del que más “invierte” en la campaña, gana. Por eso ya no hay propuestas ni programas para gobernar en los cinco años próximos, ya no hay discursos ideológicos que perfeccionen la militancia de los partidos, por eso no hay formación de cuadros políticos, por eso no se usan las banderas ni las gorras del partido en las protestas populares, porque esa es una lucha popular y no electorera. La lucha electorera se hace cada cinco años, las protestas populares se hacen todos los días, por la sobrevivencia diaria del pobre, del desempleado, de la juventud ligada a la delincuencia o informalidad, a nuestras mujeres que tienen que resolver la compra o fiar la lata de leche y “pampers” de sus hijos.
Este fenómeno ya se dio en Colombia (Pacto Histórico), México (Movimiento de Regeneración Nacional), Brasil (PT), Uruguay (Frente Amplio), Chile (Pacto Apruebo Dignidad), Argentina (El Frente de Todos), donde la juventud acoge la protesta popular y lidera la lucha sin ninguna vinculación ideológica o económica con los partidos políticos tradicionales.
Nuestros desgastados partidos tradicionales, se ufanan en exhibir grandes números de afiliados, quienes el día de votación, si no le dan el “salve”, le dan el voto a otro partido. Solo convocan a sus numerosos afiliados cuando cierran campañas de sus candidatos presidenciales.
¿Será que estamos llegando al punto de inflexión donde los movimientos sociales pueden llegar al poder político por su perseverancia y compromiso de lucha por acabar con las necesidades cardinales del pueblo panameño? ¿Será que nuestros partidos tradicionales seguirán con esa política oprobiosa en el segundo diálogo nacional, frente a las necesidades fundamentales del pueblo panameño? ¿Será que no son capaces de tomarse la dirección política los verdaderos líderes populares que hicieron el partido y hoy representan al pueblo panameño?
Hay que volver al objetivo fundamental de todo partido político: garantizar a todos los habitantes de Panamá, militantes o no del partido, una vida justa, digna, con derechos plenos, que vivan sin temor, sin exclusiones ni privilegios y sobre todo, en paz. El militante debe confiar en su partido y en las promesas electorales. Solo así, orgullosamente, portará la gorra, suéter y bandera de su partido en las protestas populares.