• 19/12/2022 19:47

La Corte Internacional, una opinión consultiva y una cancelación fatal

La Corte Internacional, una opinión consultiva y una cancelación fatal

El Presidente Encargado, Manuel Solís Palma, me designó Agente de Panamá ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) para indagar en ese tribunal si la OEA había violado el Derecho Internacional con la resolución de mayo contra Panamá. Era el primer Agente de Panamá en la CIJ. El Gobierno Nacional me designó también Embajador en Holanda (no tomé posesión del cargo) y Embajador Adjunto en la Misión Permanente en la ONU, con el fin de aprobar la solicitud de la Opinión Consultiva.

En efecto, el Sub Secretario para Asuntos Jurídicos de la ONU, Dr. Bruno Fleischhawer, aprobó nuestra argumentación y reiteró lo que ya sabíamos: que tal solicitud debía ser aprobada por la Asamblea General, tras lo cual el Dr. Fleschhawer llevaría personalmente dicha Solicitud a La Haya.

El propósito de la Opinión Consultiva era indagar en la CIJ si la OEA habría violado el Derecho Internacional, incluidas la Carta de la OEA y la Carta de la ONU.

Antes de viajar a la ONU, hice un primer acercamiento a la CIJ. Me entrevisté personalmente con el Dr. Manfred Lachs, de Polonia, expresidente de la CIJ (1973-76), así como con el Juez Mohamed Bin Bedjaoui, de Argelia, posteriormente también presidente del tribunal, quienes escucharon atentamente nuestros planteamientos y confirmaron que estaban bien fundamentados. Prometieron reunir en seis horas a la Corte para darnos respuesta inmediata tan pronto el Subsecretario de Asuntos Jurídicos llegara a La Haya y presentara la solicitud.

Una cancelación inesperada

Cuando todo marchaba sobre ruedas y había conseguido los votos claves para que la Asamblea General aprobara la Solicitud de Opinión Consultiva, el presidente Solís Palma me llamó a la medianoche al hotel donde me encontraba en Nueva York.

Sus palabras fueron las siguientes: “Julio, te ruego que canceles la iniciativa ante la ONU. El canciller Ritter tiene otra iniciativa con los países latinoamericanos. Vamos a darle una oportunidad a este muchacho.”

Yo estaba seguro de que la supuesta iniciativa era falsa y errada (resultó serlo) y posiblemente era una conspiración con elementos que tramaban en Washington contra Noriega y Panamá.

La cancelación de la Opinión Consultiva le daba mayor espacio a EUA para seguir presionando la salida de Noriega, tal como lo habían hecho Poindexter y Oliver North de 1985 a 1988.

Ante tan rotunda y desafortunada cancelación, le respondí al presidente Solís Palma de la manera siguiente:

“Señor Presidente: no estoy de acuerdo con usted, pero ‘donde manda capitán no manda marinero’; no obstante, debo recordarle que yo soy de los que escriben la historia y algún día lo haré. Buenas noches.”

Otro Golpe frustrado por Noriega: el 3 de octubre de 1989

El 3 de octubre de 1989, el Mayor Luis Giroldi y su grupo capturaron a Noriega en el Cuartel Central y lo inmovilizaron. Los militares desafectos habían acordado con militares norteamericanos que éstos enviarían un helicóptero para llevarse a Noriega, pero el aparato dio vueltas y vueltas sobre el Cuartel y no bajó a recogerlo.

Cuando esto ocurría, el Embajador de Corea del Sur se encontraba conmigo en un café, y fue él quien me informó lo que ocurría en el Cuartel con el helicóptero. Mientras tanto, las fuerzas leales a Noriega (los “Macho de Monte”) rescataron a Noriega, dando al traste con otro golpe de los norteamericanos. Algunos de los involucrados fueron ejecutados o murieron en la refriega.

La decisión de los norteamericanos de no llevarse a Noriega ahora que lo tenían completamente dominado selló la suerte de los conjurados y significaba que EUA tramaba algo más siniestro, porque con Noriega bajo control, debía cesar la guerra contra Panamá. Noriega sería nuevamente utilizado como pretexto para una mayor agresión, la cual estuvo a cargo de Colin Powell, quien nos recetó “tierra arrasada” como si nosotros fuéramos peligrosos vietnamitas.

El nuevo Gobierno

Las Fuerzas de Defensa, bastante desarticulada por las sanciones y el caos económico que significaron, no sospechaban que se tramaba una invasión. Corrían rumores de que hubo ciertos preparativos, pero nada en concreto.

Entretanto, un nuevo gobierno había asumido el poder bajo el ex Contralor General de la República, Francisco Rodríguez, el 1 de septiembre, que restauró la Asamblea de Representantes de Corregimientos de la época del General Torrijos. Dicha Asamblea designó a Noriega como jefe de Gobierno. Leonardo Kam fue el nuevo Ministro de Relaciones Exteriores.

El autor es Analista Internacional; ex Asesor del canciller Juan Antonio Tack y Omar Torrijos; ex Agente de la República de Panamá ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya; Presidente Honorario y Encargado del Centro de Estudios Estratégicos Asiáticos de Panamá (CEEAP).

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