Las mujeres no deberían manejar automóviles

Al plantear este tema, inmediatamente una amiga se indignó, se consideró aludida y me dijo que era un machista obtuso. Ese mismo día, horas más tarde, chocó su automóvil.

La pandemia demostró muchas realidades estadísticas, una de ellas fue que en los días de salida exclusivos para las mujeres se triplicaban los accidentes de tránsito; Esto es una obviedad tan grande, que cuando vamos por la calle, y vemos que un conductor no lo está haciendo bien, pensamos inmediatamente: “seguro es una mujer manejando” inclusive lo dicen otras mujeres.

Sus vehículos están poco ordenados, carecen de las nociones más básicas de mecánica, necesitan ayuda para cambiar un neumático, se distraen con facilidad, sus carros tienen abolladuras constantemente, rebasan de manera imprudente, y toman el doble del tiempo para llegar a un lugar cercano.

Su relación con los automóviles es cuando menos conflictiva, entonces, ¿por qué las mujeres tienen esta realidad problemática manejando automóviles? Analicémoslo:

Las mujeres manejan su vida de manera independiente: son capaces de ordenar todo sin necesidad de otro ser y poder desarrollarse en el campo que deseen con toda naturalidad.

Las mujeres manejan el tiempo a la perfección: pueden levantarse, bañarse, arreglarse, levantarte a ti, a los niños, cocinar, alimentar al perro, comer, y estar a tiempo.

Las mujeres manejan el hogar: llevan las cuentas, administran los recursos, escogen el mobiliario, decoran los espacios, hacen el supermercado, preparan los alimentos y mantienen todo impecable.

Las mujeres manejan nuestras empresas: allí donde una mujer desarrolla su trabajo, se nota en positivo, aplican todas sus aptitudes y capacidades para obtener mejores resultados.

Las mujeres manejan nuestras familias: El amor de mamá no lo supera nada, nos dan la vida y entregan lo mejor de sí a nuestra crianza. Todos recordamos momentos vividos de los que ahora pensamos ¿cómo hacía mi mamá? ¡Cuántas veces se entregaron para dar! en sacrificio del beneficio propio.

Las mujeres manejan nuestras vidas: son autosuficientes, dominan el tiempo, edifican el hogar, son mejores administradoras y construyen con gran sacrificio la mismísima base de la sociedad: la familia.

Entonces, por qué un ser tan capaz e infinitamente superior en todos los sentidos desperdiciaría sus capacidades en manejar un aparato tan básico en su funcionamiento que puede ser manejado por cualquiera. Las mujeres no deberían manejar automóviles… para esas simplicidades, existimos los hombres.

¡Feliz Día Internacional de la Mujer!