• 26/03/2023 00:00

Las malas noticias

“[...] no existe una junta u organismo que dicte reglas o directrices a los medios de comunicación social para que los mismos se ajusten a ciertos niveles de calidad, excelencia y veracidad”

Los medios de comunicación social deben informar al público sobre los eventos y sucesos que acontecen, independientemente de si estos pueden considerarse buenas o malas noticias. Sin embargo, algunos medios concentran lo que informan en lo que se ha dado por conocer como “Malas Noticias”. Se informa con preferencia sobre homicidios, catástrofes y calamidades naturales y geológicas, conflictos armados, etc., muchas veces en países desconocidos para los que reciben la noticia.

Por supuesto que hay que informar al público de lo que está sucediendo, pero pareciera que hay una tendencia y sesgo hacia lo negativo, lo delictivo, lo violento, lo ilegal y sobre todo lo sensacionalista. Advierto una deformación morbosa en el criterio de los que solo quieren que el público conozca estos aspectos de las noticias. Se piensa erróneamente que el público solo es atraído por las “malas noticias” pero esto no es cierto. Solo que se ha logrado excitar el morbo del público e inclusive muchas personas se vuelven adictas a estas malas noticias.

¿Qué consecuencia tiene lo anterior? Si una persona está bombardeada constantemente con información negativa de todo tipo, llega un momento en que piensa que el ambiente que la rodea es negativo y nefasto. Si nos convencemos de que todo lo que nos rodea es negativo perdemos la esperanza de poder cambiarlo, volviéndonos apáticos e insensibles a impulsar algo mejor para nuestro propio provecho.

Se acostumbra también explotar o excitar el morbo del público. Por ejemplo, si una persona fallece o tiene un accidente, se entrevista a su madre o esposa, bañada en lágrimas y lamentando lo ocurrido. Inclusive se le pregunta por su estado de ánimo y el sufrimiento que siente. Cuando se tiene el sensacionalismo como motivación, se transmiten al público imágenes pornográficas, sangrientas y en algunos casos situaciones extraordinarias, que no son la norma general.

Otra tendencia es la de informar al público de hechos relativamente secundarios que suceden en otros países. Se magnifica lo ocurrido y se le presenta al público, que muchas veces desconoce el país de origen de la mala noticia, o no tiene ninguna relación con el lugar donde supuestamente ha ocurrido la calamidad o desastre.

Por supuesto que no todos los medios de comunicación social son iguales. Pero hay algunos que se deleitan en resaltar lo que llaman noticias policíacas. Que no son otra cosa que hechos de tipo delictivo que son parte del acontecer normal de una sociedad. Por supuesto que estos mismos medios de comunicación social no consideran ni les interesa divulgar los acontecimientos positivos que ocurren en la sociedad. Al que acostumbra a ver y leer los hechos policíacos y las malas noticias puede llegar a pensar que en su entorno no sucede nada positivo, lo cual está lejos de la realidad.

Me parece que los medios de comunicación europeos, sobre todo los programas y noticieros que se pueden ver por la televisión por cable, tienden a referirse a hechos sucedidos, sean estos buenos, malos o neutros. Desgraciadamente, algunos programas y noticieros locales tienen otra orientación y resaltan principalmente lo negativo.

Hasta donde entiendo, no existe una junta u organismo que dicte reglas o directrices a los medios de comunicación social para que los mismos se ajusten a ciertos niveles de calidad, excelencia y veracidad. Me pregunto si no cabría la posibilidad de crear un organismo que haga este control. No tiene que ser un organismo estatal, muy por el contrario, los propios medios deben propiciar la creación y existencia de un control de este tipo.

Abogado
Lo Nuevo
comments powered by Disqus