• 28/07/2022 00:00

“Aborto y feminismo – comportamientos inapropiados (2)”

El aborto nunca debe considerarse una cuestión puramente científico o médico. La ciencia y la medicina rara vez se fijan en cuestiones éticas, morales y espirituales; pero para la gran mayoría de personas, el aborto es una cuestión ética, moral y religiosa

Y dijo Dios: "Antes de formarte en el vientre te conocí; antes de que nacieras te aparté". —Jeremías 1:5

A pesar de esas palabras de Dios, (versículo consagrado en la santa Biblia), estos han sido ignorados y eclipsados por un inexistente "derecho" al aborto de grupos feministas.

Pregunto; ¿cuándo un feto se vuelve "suficientemente humano" para ser considerado una persona con derechos inalienables y protecciones legales? ¿En qué momento, en qué día u hora sucede eso para esos grupos feministas?

Para todo aquel, convencido de la humanidad del feto, los más de 62 millones de abortos, solamente en los EE. UU. desde Roe v. Wade, representan un holocausto infanticida; uno de los actos más brutales y violentos infligido a seres humanos. Sin embargo, es triste que el feminismo se ha vuelto completamente insensible a esa desafortunada atrocidad humana, y a la brutalidad, violencia y dolor infligida a bebés por nacer.

El movimiento feminista envía constantemente el mensaje de que las mujeres no son responsables de decisiones “equivocadas” que tomen. No importa si tomaron libremente la decisión de participar en el acto sexual que las dejó embarazadas, no se sienten culpables, y de alguna manera son víctimas y pueden asesinar a su propio hijo, porque su conveniencia personal y deseo sexual eclipsa la vida de otro ser humano, por lo que la sociedad, la Biblia, Dios y Sus leyes pueden ir a volar.

Esa es la mentalidad feminista y su mensaje para jóvenes adolescentes, y es toda la prueba que se necesita para reconocer que los poderes cognitivos de razonamiento lógico, sentido común y moralidad en esos grupos son inexistentes.

El aborto nunca debe considerarse una cuestión puramente científico o médico. La ciencia y la medicina rara vez se fijan en cuestiones éticas, morales y espirituales; pero para la gran mayoría de personas, el aborto es una cuestión ética, moral y religiosa. Pero con las mujeres decidiendo solas el destino de bebés, y determinando arbitraria y caprichosamente que su viabilidad fuera del útero es el factor determinante de vida o muerte, y reduciendo al hombre a mero donante de esperma, y enviándoles el mensaje de que los padres son irrelevantes y sin derecho a decidir, a menos que es para pagar manutención del bebé, si no es abortado.

Me tacharán de misógino y homofóbico por decir verdades obvias que muchos no dirán públicamente, pero poco importa. Los grupos feministas, homosexuales e izquierdistas pretenderán odiarme por mi posición franca sobre aborto, ideología de género, feminismo, etc., pero a quien realmente odian es a Dios.

La razón por la que odian tanto a Dios, y por ende, al cristianismo es porque predica el mensaje de que la moralidad es trascendente, y que Jesucristo es el único salvador del alma enfermo de pecado.

El movimiento feminista, al igual que activistas izquierdistas y de género, se han enfocado sobre nuestra generación joven, ya que son altamente vulnerables e impresionables y en una etapa de su vida tratando de encontrar su identidad, de crecer, pasar la pubertad y descubrirse a sí mismo.

Libertad y felicidad, como la define el movimiento feminista, es la capacidad de poder hacer todo lo que los hombres hacen, y la percepción de que los hombres, después de las relaciones sexuales, están libres del embarazo y la responsabilidad, mientras que las mujeres se quedan con esa “carga” que inhibe su libertad y Felicidad; luego, el aborto les da esa libertad y esa felicidad.

Nuestra cultura moderna ha hecho del aborto un "derecho" fundamental, y ha devaluado completamente el valor espiritual, emocional, familiar e íntimo del sexo, que ha sido el plan de Dios, convirtiéndolo en una simple y abusada adicción.

En nada sorprende, según el periodista Jason Whitlock, que "la gran mayoría de los ricos y famosos, artistas, atletas e íconos del deporte y estrellas del cine estén indignadas por el fallo de la Corte Suprema sobre el aborto; disculpándose con las mujeres y apoyando su campaña proaborto.

Estas son celebridades que quieren continuar sus orgías sexuales con innumerables mujeres jóvenes sin temer las consecuencias.

Si sus novias o amantes quedan embarazadas, quieren la opción de ofrecerles gran cantidad de dinero, un acuerdo de confidencialidad que los libera de responsabilidades y consecuencias, y luego enviarlas a Planificación Familiar para abortar.”

El feminismo moderno es simplemente la lucha de las mujeres para ser tan moralmente corruptas, irresponsables e indisciplinadas, como lo son muchos hombres.

El boxeador profesional Adrien Broner, en su página de Instagram confesó que sin el aborto hubiera tenido casi 30 hijos.

Los ricos y famosos son los dioses de nuestra cultura moderna que se aprovechan de las mujeres jóvenes, y ven a los jueces de la Corte Suprema como fanáticos intolerantes que les dificultan poder seguir siendo irresponsables y canallas.

La Biblia nos dice que el aborto es asesinato y maldad, pero esos famosos se sienten más cómodos cuestionando a Dios y la Biblia que cuestionando a las mujeres.

Por otro lado, cualquier país que permite que se aborte más de un millón de bebés al año, como sucede en Norteamérica, seguramente también tendrá problemas con armas, con violencia, suicidios, sobredosis de drogas, desesperación, y con todo aquello que erosiona el sentido de dignidad y valor humano.

Planificador jubilado
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