- 29/01/2025 17:25
¡Actuamos como nuestra forma de comer!
Desde la antigüedad IV a.c. siempre se ha visto una relación entre el ejercicio físico, la alimentación y la salud en el ser humano para tener un equilibrio oportuno entre lo que consumimos y lo que gastamos (ejercicios). Son cada vez más los estudios que demuestran la influencia de la microbiota intestinal más allá de nuestro aparato digestivo como de ayudar a mantener las funciones cerebrales o influir en trastornos psicopatológicos. Surge mucha evidencia científica que el estrés, la ansiedad o psicopatologías se generan desde nuestro intestino, debido a una alteración en la microbiota intestinal. Las investigaciones recientes han revelado que la alteración podría afectar determinadas funciones cerebrales.
La Dra. Elena Verdú, investigadora de la Universidad de McMaster en Canadá, sostiene que existen evidencias indirectas sobre la microbiota afecta la bioquímica cerebral y que estos mecanismos posiblemente estén implicados en enfermedades como el autismo y este es un diagnostico que se ha multiplicado en los últimos 40 años o como el Dr. Paul Shattock que investigó una dieta libre de caseína y de gluten, y la conexión que existe con el autismo y él, afirmando que el autismo sería un trastorno metabólico con interacciones genéticas, ambientales, infecciosos y dietéticos.
Es aquí donde me hago la pregunta sobre la importancia de la alimentación, la actividad física y nuestra higiene mental. ¿Qué estamos haciendo en el día a día? ¿Cómo afecta las largas horas de trabajos en nuestra salud mental? ¿Cómo afecta el tráfico vehicular a nuestra salud? ¿Cómo afecta lo que ingerimos día a día? Conociendo nuestra cultura culinaria panameña con las tradicionales y famosas frituras, y con el ritmo de vida que llevamos tan frenético que no cuidamos nuestro cuerpo y nuestro cerebro, es sencillo, gratis, la medicina para esto y lo tenemos al alcance: una buena alimentación y ejercicio físico. Son dos terapias complementarias para los tratamientos convencionales, pero también son tratamientos preventivos. Será importante que nos cuidemos de forma integral porque ese eje intestino- microbiota-cerebro dada la bidireccionalidad que tiene, se podría alterar tanto el cerebro como la microbiota, entonces, debemos tomar las medidas preventivas para hacer de nuestra salud algo primordial, buscar alternativas tanto en los trabajos, implementando pausas activas, como programas de alimentación saludable, incluso, el modelo híbrido que combina el trabajo remoto con el presencial ha causado un impacto positivo en el trabajador no solo en lo económico sino en su salud integral. Pensar en la innovación y en el cuidado de nosotros será esencial tanto para nuestras familias, nuestras cogniciones, nuestro futuro. Como parafraseó una frase que se le atribuye a Hipócrates: Si podemos dar a cada individuo la cantidad correcta de ejercicio, ni mucha ni poca, encontramos el camino seguro a la salud.