El nuevo presidente de la Asociación de Armadores Panameños reflexiona sobre las oportunidades y retos del sector marítimo
- 04/12/2010 01:00
Adiós a Nodier Jaramillo
Palabras de despedida que pronuncié durante las honras fúnebres de Nodier Jaramillo, magistrado del Primer Tribunal de Justicia, con motivo de su reciente deceso.—— Tal vez haya un día en que ya el mundo no tenga ninguna respuesta y ese día llega sin ninguna explicación a nuestros sentidos y directamente al corazón. El inolvidable poeta español Miguel Hernández escribió un verso que dice ‘compañero del alma, tan temprano’, y en el marco de esas palabras siento que Nodier se ha ido, aunque él no lo hubiera querido, dejando algunas tareas pendientes en el amor de sus semejantes y las tareas de los magnos problemas del derecho que siempre fueron sus máximas preocupaciones.
En 1957, una época que parece muy lejana para nosotros, cuando éramos apenas dos adolescentes, agitamos por última vez las manos de despedida al poeta Demetrio Korsi. A mí, como amigo del celebérrimo poeta, me encargaron para que hablara en nombre de los poetas jóvenes en esa triste mañana en el viejo cementerio de Amador. En la foto que conservo de aquella mañana inolvidable en que despedíamos al bardo insigne y autor de Incidente de Cumbia, aparece a mi lado mi amigo Nodier Jaramillo, que también había conocido al poeta en la atmósfera serena y nostálgica del Café Coca Cola y entre la multitud de golondrinas y palomas frente a la Iglesia de Santa Ana.
Fuimos amigos desde ese país de la adolescencia que nos permitió descubrir la magia idílica de la ciudad de Panamá, el cariño y amor a sus plazas históricas y sus casas florecidas en la añoranza.
No tengo que forzarme mucho para llegar a la conclusión de que Nodier fue un hombre bueno y honrado, sencillo, cordial y generoso, un hombre que siempre enarboló una sonrisa como emblema de su personalidad social y humana, un hombre consecuente con sus ideales de transformar el mundo a partir de su propia transformación.
A la par de su formación jurídica se abrió paso en su alma el amor a la música clásica latinoamericana desde Chico Buarque hasta Vinicius de Moraes, desde Ipanema hasta el bossa nova que hacían las delicias del ritmo corporal de las garotas en las playas brasileñas.
Sabíamos que a partir de Epicuro y el espíritu del Zen, y desde la puertas abiertas del cielo, el bien que uno hace a los demás se revierte en uno mismo. Fuimos por la vida de la mano y el ejemplo de Rodrigo Molina, Rafael González, y fue un apasionado lector de Jorge Amado, García Márquez, Pablo Neruda y, aunque no era adicto al baile, llevaba con sus manos el ritmo del Songoro Cosongo.
No hacía ni dos años decidimos fundar la organización a la que dimos el nombre de ‘La Comarca del Cariño’, y entre los primeros adherentes figuran Pocholo Molina, 0ctavio Amat, 0scar Vargas, Betty y Karina Molina, Rodriguito y Alexis Molina, Mario y Silvia Calvit, Berna Calvit, Mario Galindo, Eric Wolfschoon, Antonio Alvarado, Demetrio Fábrega, Claudia Ferrer, Mariela Sagel, Nazarena Navas, Albalira Franco de Linares, Griselda López, Nelly Lambert, Braulio Sánchez, Gustavo Hernández, Luis Eduardo Henao, Lissette Lanuza, Gloria Rodríguez, José Franco, Neco Endara, Muso Burgos, Miro Popiic, Blas Toto D’Anello, Pepe Vásquez y Natalie Word, y María en cuya frente el cielo empieza.
Como dice una canción que alguna vez escuchamos, ‘ahora ya caminas lejos, incorporado al viento’ y en medio del susurro de las alas de los pétalos y las miles de golondrinas que vendrán a despedirte, caro amigo.
Alguna vez hablamos sobre el sentido sagrado del mundo. Y coincidimos con el poeta William 0spina que ‘solo el retorno —impredecible en sus expresiones, sus éticas y sus estéticas— de lo divino, podrá permitir que la Humanidad recupere su lugar discreto y sublime en el orden del Universo, podrá permitir la reconciliación del hombre con la naturaleza, el paso del tiempo de la dominación al tiempo de la alianza, y podrá permitir que la idea de la ciudad, orden, belleza y espíritu recupere el sentido humilde y sagrado que tuvo, antes de convertirse en pesadilla’.
*POETA Y NARRADOR.