• 06/11/2015 01:01

Historia política verdadera: cómo se armó la alianza en 1984

En 1984 existía un clima de gran efervescencia política, se respiraba una primavera llena de entusiasmo

En 1984 existía un clima de gran efervescencia política, se respiraba una primavera llena de entusiasmo por la renovación de nuestro sistema democrático, para dar fin a la dictadura militar. En junio de 1978 el Dr. Arnulfo Arias había regresado al país después de un exilio de 10 años. Fue recibido por una monstruosa manifestación, y se dedicó a realizar peregrinaje , como él decía, por todos los pueblos y caseríos, pregonando el retorno de las libertades civiles y criticando virulentamente a la casta militar, que decía a la inversa estar patrullando el país. ¡Qué disparidad de posiciones! Este caudillo octogenario era el foco que iluminaba las esperanzas de la gran masa de desposeídos. Los partidos políticos en oposición estaban desunidos, pues entre sus dirigentes no había elementos con suficiente liderazgo para inspirar confianza como aquella que sentían por el Dr. Arias. Todos los partidos querían el apoyo del líder, pero sin él a la cabeza.

Referiré algunas anécdotas:

Anécdota No. 1: El Dr. Arnulfo Arias ya había seleccionado a su primer compañero en la Vicepresidencia, al Lic. Carlos Rodríguez, banquero panameño radicado en Miami, y esto provocó un conato de rebeldía e insubordinación por Hildebrando Nicosia, secretario general del Partido Panameñista, quien aspiraba a la Vicepresidencia y que se alió en esta traición con el presidente del Directorio Provincial de la provincia de Panamá, Emiliano Aguilar, quien a la vez era compadre del general Noriega. Ellos trataron de crear un sisma, y, en las boletas de postulación que iban al Tribunal Electoral (TE), se postularon fichas de ellos, eliminando las aprobadas por el Dr. Arias, igual situación ocurrió en Chiriquí, y otras provincias.

Recuerdo bien que el Dr. Arias, como presidente del Partido, solicitó una reconsideración y anulación del caso ante el TE. El Dr. Cesar Quintero era el magistrado presidente, el Dr. Rolando Murgas Torraza y la Lic. Yolanda Pulice eran los otros magistrados. Este incidente lo recuerdo muy bien, porque a mí me toco llevar a Simón Quiroz y Quiroz al TE, pues era uno de los candidatos a diputado eliminados. Todo se arregló favorablemente.

Anécdota No. 2: Un lunes de enero, estando yo en la casa de mi tío, el Dr. Arnulfo Arias, me contó que el día anterior lo habían visitado su sobrino Gilberto Arias, junto con el Lic. Alfredo Ramírez y el Sr. César Arrocha, que el tema era el de siempre, que delegara en otra persona sus aspiraciones presidenciales, y que el Lic. Ramírez le había insinuado que allí estaba su sobrino Gilberto, y que Gilberto le había dicho a Ramírez y Arrocha que esa era una decisión del tío, a lo cual él respondió que su liderazgo de 50 años no era como los títulos que se transfieren o heredan y Arrocha insistía en los recursos económicos, que para él no eran problema. Finalmente les dijo que él correría solo si era necesario, pero que no se sometería a presiones de nadie. A mí me dijo que en lo personal él tenía simpatías por el profesor Carles.

Anécdota No. 3: El miércoles siguiente a la reunión mi primo Gilberto y las otras personas con el Dr. Arias, se me presentó, cerca de las 11:00 a. m., en mi oficina de Paitilla, el Lic. José Chen Barría. Me contó que había tenido una reunión con Gabriel Zarack, sobre los números que arrojaban las encuestas políticas, y que Gabriel le había aconsejado hablar conmigo. José básicamente me dijo ‘mira Alfredo, tú, Gabriel y yo somos personas de números, y si no hay alianza los militares se quedan en el poder '. Decía él que ‘el lunes les habían presentado una encuesta que indicaba que el panameñismo solo no ganaba, y tampoco con una alianza con el Molirena,

Pero que el capital electoral de la Democracia Cristiana, junto al Panameñismo, era suficiente para asegurar una victoria '.

Le respondí que precisamente ese lunes el Dr. Arias me había dicho que iba a correr solo, José me contestó: ‘Cuando la puerta se cierra, siempre se puede entrar por la ventana '. Esa fue la chispa que encendió una llamarada en torno a una alianza con la Democracia Cristiana. Ese mismo día, después de conversar con el tío, me dijo que invitara a Carlos Rodríguez y a Gabriel Zarack a conversar con el Lic. Chen Barría, lo cual se hizo esa misma tarde. En ese momento yo tenía el presentimiento de que el Lic. Chen Barría venía en una misión del partido Demócrata Cristiano. Después él me aclaró que, en un acto de osadía y desapasionamiento político, había tomado esa iniciativa sin contar con el visto bueno de la comisión política ni del Dr. Arias Calderón. Él le contó sobre nuestra reunión con Carlos Rodríguez, y la mía con el Dr. Arias, el cual instruyó a su sobrino para que Carlos Rodríguez hablara con el Dr. Arias Calderón.

Carlos Rodríguez era un viejo amigo del Dr. Arias Calderón, y él podría mejor que nadie ser la figura que inspiraría una gran confianza en la futura alianza. Ese mismo miércoles el Dr. Arias Calderón, después de hablar con Carlos Rodríguez, dio la luz verde para que a las 7:00 p. m. el Lic. José Antonio Sossa, primer vicepresidente de la DC, el Dr. Rubén Arosemena Guardia y el Lic. Guillermo Cochez se reunieran con nosotros. Entre ese miércoles en la noche, el jueves y el viernes en la mañana se configuraron los parámetros de la Alianza, y el viernes en la tarde viajé junto al Dr. Arias Calderón en su auto a Playa Blanca, donde esa noche se dieron los últimos toques.

El sábado en la mañana, busque al Dr. Arias para llevarlo a la convención del partido Demócrata Cristiano, que se celebraba en el antiguo teatro Lux, y allí se oficializó la alianza.

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