• 26/01/2024 00:00

Aspectos del cuento literario

El cuento literario actual, es decir, el cuento artístico, tiene en común con el de otras épocas, algunas muy antiguas, el hecho de darse algún tipo de conflicto cuando ocurre de determinada manera. Tal conflicto o problema, que básicamente va a regir el cuento, puede ser desde muy sencillo hasta complejísimo, tanto en su composición o naturaleza misma como de forma artificial; pero en realidad esto va a depender de la forma en que es presentado por el autor.

Porque, por supuesto, siempre tiene que existir un autor, ya que solo él (pequeño dios; creador de la historia) es capaz de percibir primero la acción o la anomalía, y enseguida transmitírsela a un posible lector o a otro personaje, a fin de que tal ecuación se cumpla.

Solo entonces creemos saber si la historia es real o inventada. Nada más entonces puede empezarse de manera artística a aceptar lo leído. Es decir, toda historia existe como tal desde la óptica de un narrador, ya se trate de un personaje inventado o “real” del cual “se apropia” el artista original para darle vida (movimiento) a la historia que se propone transmitir.

En todo caso, y formulismos aparte, para que haya un cuento literario (artístico) en potencia tiene que haber alguien real que se dedique a crearlo. Este individuo puede, o no decidirse a ser él mismo, un personaje que participa de un conflicto; o bien, sin ser personaje, dirigir y orientar a la criatura que él invente, igual que cuando se crea una trama teatral como parte de la cual ocurren los hechos; así, esta puede ser desde sencillísima en su apariencia como ocurrir también con el personaje con el que uno se tropieza en la calle, pero también de una complejidad mayúscula (lo cual no es propio, por cierto, de un cuento sino de una novela).

Por supuesto, la creatividad de un artista no suele tener límites, de tal manera que hay obras de arte sencillas en su estructura y otras complejas en diverso grado, dependiendo del talento del escritor.

Ahora bien, hay sin duda otros aspectos a considerar en el análisis de un cuento. El factor tiempo es sin duda tan importante en una buena trama como el espacio en que ocurren los hechos y el modo en que se mueven los personajes o interactúan con otros. De ahí que exista cierta similitud entre la estructura del cuento y la de la novela, cuya complejidad y extensión teóricamente podrían ser infinitos.

El llamado “punto de vista” narrativo también es fundamental al momento de examinar los aspectos formales de cualquier género literario. Por ejemplo, la perspectiva o ángulo desde donde se narra en buena medida depende del “enfoque” de quien narra o describe (lugar desde donde se hace; sensibilidad, educación, gustos), y, por tanto, moldea la perspectiva haciendo que no siempre sea “realista” o verdadera; también diversos aspectos de la subjetividad suelen influir (personalidad, educación, gustos del narrador).

En este sentido, resulta que “la realidad” no es siempre objetiva, sino más bien algo físico o situacional cuando determinado personaje la observa (a menos de que se abstenga a propósito de personalizar sus impresiones).

Así, no es raro que al emocionarnos con una buena obra literaria de pronto nos demos cuenta de que las cosas no siempre son lo que parecen o se dice que parecen. De ahí que saber algo sobre técnica literaria ayude a que este fenómeno ocurra menos.

El autor es escritor, poeta, editor y antólogo
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