• 13/06/2022 00:00

No ataquen al árbitro

El Tribunal Electoral debe brindar más docencia a la ciudadanía, ya que con la Revocatoria de Mandato en lugar de explicar sus bondades prohibió la publicidad del tema, generando especulación

En toda competencia donde existen varios participantes, la figura del árbitro se erige como quien garantiza la transparencia, la sana competencia y sobre todo garantiza el resultado imparcial. Eso mismo ocurre en los torneos electorales donde se disputa cargos de elección popular como los son el de presidente de a República, diputados y gobiernos locales. Solo el árbitro puede garantizar el escrutinio transparente de los electores.

Pero ¿Qué sucede cuando existen otros formas de consultas ciudadanas, donde no se esta en juego los cargos de elección popular directamente, llámese convocatoria a constituyentes y procesos de Revocatoria de Mandato, que se han puesto en boga?. La entidad en vez de facilitar los mismos por medio de docencia, hace silencio conveniente, pues aun cuando reglamenta las figuras no las da a conocer a los ciudadanos, como con la esperanza de que nunca se utilicen.

El Tribunal Electoral, esa finca dividida en tres parcelas, donde no hay traslape por parte de sus mayorales, en su afán de pensar que su única labor es contar votos cada cinco años, no ha sido capaz de hacer docencia con el tema de la Constituyente, en primer término. Incluso tuvo la osadía de ir en contra del mandato constitucional, que establece que el poder emana del pueblo, al emitir el Decreto N° 16 de 8 de junio de 2021, mediante el cual coarto el derecho ciudadano de convocar constituyente, hasta seis meses antes que comiencen postulaciones para candidatos independientes. Por el simple hecho que es mucho trabajo para ellos, llevar varios eventos a la vez.

La Corte Suprema de Justicia, dentro de una demanda de inconstitucionalidad que presente, mediante la sentencia del 27 de mayo de 2022, declaró inconstitucional el articulo 5 de dicho Decreto 16 de 2021, emitido por el Tribunal Electoral, por ser violatoria de la Constitución, al pretender coartar el derecho de autodeterminación del pueblo de convocarse, cuando lo estime conveniente, para realizar una constituyente, con lo cual queda demostrado que el árbitro, más que ser imparcial y realizar su labor pasiva, se quiere convertir en un jugador activo, capaz de tomar decisiones, que le corresponde al soberano, que no es más que el Pueblo.

Cuando vemos el proceso de Revocatoria de Mandato al alcalde de la capital, el cual inició sin docencia alguna, por parte del Tribunal Electoral, que diera a conocer las bondades de la figura y el empoderamiento que les da a los ciudadanos, como funciona, para qué sirve y lo procedimientos que se deben seguir. Por el contrario, mediante decreto prohibieron la publicidad del mismo, tanto pagada como gratuita, como si se tratara de ocultar su existencia. En el transcurso de dicho proceso el Tribunal Electoral se dio a la tarea de borrar información de la base de datos, al suprimir, por orden de quien sabe, la numeración de cada constancia de apoyo o firma al proceso. Dejando todo a la especulación.

¿Quién tiene facultad legal alguna, para manipular los sistemas informáticos de un proceso de votación, para eliminar o quitar información, en medio de una elección? Eso lo hizo el Tribunal Electoral, el árbitro que no quieren que le tires piedra, mientras cercena tus derechos y atenta contra la pureza del sufragio. Nadie en su sano juicio, en una entidad electoral, hubiese hecho lo que hicieron al eliminar información y luego 20 días después, salir tranquilamente y decir que restituye dicha información. Eso es como en las elecciones de mayo del 2024, en medio conteo de votos para Presidente el Tribunal electoral ordena suspender el TER y 10 días después regresa y dice vamos a seguir contando.

Toda las base de datos y reportes de firmas mantenía inconsistencia, emitían reportes de cortes diarios, donde se indicaba que no había firmas entre un reporte y otro, pero en cambio ciudadanos demostraban que si habían firmado dentro de ese periodo. Por seriedad y transparencia hubo que poner en conocimiento de la Fiscalía Electoral y de la Procuraduría General de la Nación lo que estaba ocurriendo, pues si en un proceso inédito de revocatoria se atrevían a manipular el sistema informático y base de datos, ¿Quién garantiza que en las próximas elecciones el mismo funcionario que ordenó eliminar la numeración de firmas, no suprime información que afecte la transparencia y pureza del proceso electoral?.

No ataquen al árbitro, pedía el magistrado Araúz en uno de sus últimos discursos de despedida de ese Tribunal, pidiendo incluso en forma tan cándida que se elimine la reelección, pero no la de ellos, sino la de los cargos de elección popular. Pues solo basta observar cuantas reelecciones lleva Valdés Escoffery en ese cargo, con 30 años de magistrado y mientras hay otros que buscan reelegirse. No golpeas al árbitro cuando es transparente, honesto y no manipula el proceso. No golpeas al árbitro cuando se depura internamente y deja de manejar una entidad como si fueran fincas ganaderas, con dueños de despachos. Así veo las cosas y así las cuento.

Abogado
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